Especiales Críticas Discos

No soy de los que ha dado ni ha quitado nunca crédito al R’N’R Hall Of Fame independientemente de sus errores o aciertos, pues para mí no hay mejor juez que el tiempo para juzgar si un artista, grupo u obra, merece estar inscrito para la posteridad en los anales de la memoria e independientemente del evento elitista de turno, que existen muchos más y peores en este mundo. Si que ha sido un gran acierto meter a Small Faces/Faces por igual, si señores, gran acierto, aunque para mí el cuadro tiene una amplitud mucho mayor si es que partimos de la pasta base Marriott/Lane. Así que ampliando el zoom a través de los años y con todos los proyectos en los que han participado, es imprescindible llegar, por supuesto, a Humple Pie, una de las partes principales del encuadre.
Hoy los he traído al Exile, y bien podría haber elegido Rock On o Smokin’, por poner dos ejemplos que casan más con el recuerdo que se tiene de ellos, pero no, lo hago a través de Town And Country, uno de los más desconocidos de su carrera, el más folky y acústico, una maravilla, algo que no es de extrañar atendiendo a mis gustos y teniendo en cuenta que Anymore For Anymore, de su ex-compinche Ronnie Lane, es uno de los discos de mi vida. A decir verdad, hoy por hoy este es el disco que más aprecio de la nueva banda formada por Steve Marriott después de abandonar, desilusionado, a los Small Faces.
Steve Marriott tuvo en los 60 y 70 la facultad de estar en el momento preciso, si bien unos años antes fue con su primordial aporte a los Small Faces en plena eclosión Mod, llegaba ahora justo a tiempo para subirse a los últimos vagones del Verano del Amor, y directo hacia este tercer estadio del rock inbuido por sonoridades más duras y desarrollos más complejos con bandas como Cream y Led Zeppelin, y artistas como Jimi Hendrix, por citar unos pocos primordiales, los Humple Pie no dudaron en subirse al carro de los nuevos tiempos, junto a Peter Frampton que ansiaba huir de su popularidad al frente del grupo The Herd, Marriott a su vez liberarse del yugo de la Swinging London, y junto a Greg Ridley de Spooky Tooth y el jovencísimo y no menos talentoso batería Jerry Shirley de los reivindicables The Apostolic Intervention, encontraron la química y la ilusión hizo el resto.
As Safe As Yesterday Is, su debut, no dejó de aprovechar los parabienes de la novedad, obtuvo una gran acogida de crítica y público, puede que por la condición de supergrupo de la que disfrutaron desde el principio, curiosamente fue producido por Andy Johns, el mismo de LZ IV y Exile, y contenía un repertorio diverso en cuanto a estilos, con composiciones apoyadas en Steve Marriott, alguna de Peter Frampton, y con la clara determinación de dictar su propio camino artístico. La cosa empezaba bien, ojo con el disco pues aunque sirve a los nuevos socios para situarse en un nuevo contexto tiene un tracklist grandioso y de sobresaliente que de entrada les permitió realizar la gira americana que tanto ansiaba Marriott desde hacía años.
Poco después se desmarcaron con Town And Country, del que he leído muchas veces que el sonido denota la rapidez con la que se editó, a solo tres meses de su debut y cuando la banda estaba de gira, cosa que hizo que pasara un tanto desapercibido, con el agravante de la posterior quiebra de Inmediate, o puede que fuera uno de sus empujes, algo que por cierto dejó a Humple Pie casi en suspensión. Pero siempre me incliné a ver todos los matices (ante cualquier cosa en esta vida) y más para el caso que nos ocupa, pues en ese momento la banda ensayaba en la casa de campo de Marriott en Essex y se encontraban en un momento creativo intenso, en estos escasos meses llegaron a grabar más de treinta canciones, donde fue inevitable que el ambiente campestre de su día a día se colase en su repertorio, es más, en aquellos años en los directos alternaban partes eléctricas y potentes, con sets acústicos, querencia más country y acústica ya quedó patente en canciones como
Growing Closer y Alabama 69 de su primer disco. Así que no estamos ante
un disco hecho de cualquier manera, estamos ante una rara avis en su
propia discografía y posiblemente ante uno de sus mejores discos. Si escucháis con detenimiento estas canciones, y con la ventaja que nos da ahora el paso del tiempo, comprobaréis que la producción está cuidada, los arreglos son detallistas y las canciones son inmejorables, no da la sensación de ser un disco hecho a salto de mata.
Marriott visceral y potente, Frampton melódico y de técnica refinada, el equilibrio es perfecto, la pareja tiene química, y la primera noquéa, Take Me Back es de las de escuchar de nuevo repetidas veces antes de pasar a la segunda, da la impresión que de aquí haya bebido descaradamente toda la baladotecnia del hard-rock de los 80, y no me hagáis mucho caso, pero esa acústica remite de inmediato a cierto disco con el III en la portada del año siguiente. Aunque Humple Pie se mudaba, en lo musical, a America, la clase no dejaba de ser británica, este lamento sobre la amistad y la pérdida es adictivo, buenísima. Y The Sad Bag Of Shaky Jake es simplemente deliciosa, harmónica y country-blues al servicio de un pistolero en fuga, y una interpretación de Marriott desconocida por el registro vocal, como siempre, ojo al trabajo de guitarra, ya, desde la segunda, es evidente que este disco mereció mejor suerte. Pero es que la traca continúa con la composición de Ridley, The Light Of Love y un sitar tocado por Marriott, simples acordes, bongos, harmonías vocales y George Harrison que seguro que le hubiera gustado firmar esta maravilla. Un tracklist dominado por medios tiempos y donde el Verano del Amor se filtra de manera irremisible, a más de uno la canción Cold Lady le provocara un Déjà Vu agradable, canción de Shirley donde Marriott imprime el soul como pocos saben hacer, pelos de punta.

Down Home Again es de las pocas eléctricas del disco, como unos The Band electrificados, un canto a la vida hogareña y en familia, esencia New Morning, Ollie Ollie es un simpático experimento rústico que sirve como interludio instrumental a Every Mother’s Son, donde por cierto chirría la intro con motivo taurino, una pequeñez que deja de incomodar cuando entra Marriott a explicarnos sus desdichas en el busniness musical, con sus caidas en el pozo y vueltas a empezar, quien después de esta canción piense en este disco como algo anecdótico es que no tiene alma, bonita es poco. Si que puede resultar anecdótica Heartbeat, versión de Buddy Holly, y no seré yo quien diga que es mejor que la original, si a caso la saben llevar a su terreno muy bien, buen homenaje a uno de los pioneros imprescindibles del rock’n’roll. Only You Can See es otra preciosidad, canción de amor esta vez de Frampton rendido a Traffic, porque no, la portada del disco lo dice todo. Y la réplica de Marriott en Silver Tongue, una de mis preferidas, el zeppelin (etapa más sofisticada) sobrevuela la sesión de grabación, fijaros en el efecto de teclado, tendencia más bluesy y riffs arquetípicos del género, y Marriott que ya sólo por canciones como esta debió estar siempre en el podio de los vocalistas del rock setentero entre Daltrey y Plant. Cierra Home And Away con harmonías conocidas por todos, como unos CS&N subidos de tempo.

Una lástima que después del descalabro de Inmediate, su nuevo gran sello y su manager no vieran en esta faceta acústica el potencial que se ve ahora, al menos bajo mi punto de vista. Se demandaba entonces rock más duro y de nuevo entraban en juego los rodamientos del enorme e implacable monstruo musical de nombre propio Industria, se incitó a Humple Pie a recrearse en su cara hard-rockera para más gloria del mercado yanqui, dejando de lado el equilibrio melódico de Frampton, cosa que provocaría su salida del combo, por desgracia, quedando este Town And Country como una joya atemporal poco valorada y a la sombra de otros discos de más lustre guitarrero. Llegarían los 70, el éxito y los excesos, y el malvado Melvin haría acto de presencia, aunque Town And Country siempre será mi disco preferido de Humple Pie, postal imaginada a la sombra de los árboles de una casita de campo en Essex, una maravilla absoluta.

Humple Pie – Town And Country (1969) 9,5/10
1.- Take Me Back / 2.- The Sad Bag of Shaky Jake / 3.- The Light of Love / 4.- Cold Lady / 5.- Down Home Again / 6.- Ollie Ollie / 7.- Every Mother’s Son / 8.- Only You Can See / 9.- Silver Tongue / 10.- Home and Away


7 comentarios

  1. Esencial, buenísimo, luego los siguientes se hicieron más Heavy Gospel pero éste disco es del canón litúrgico de la saga Caritas / Carotas.Describes el equilibrio perfectamente Chals, perfectamente. Somos los mods y todo lo que vino despues.

    1. La verdad Joserra que tengo a Lane en un pedestal, pero no muy lejos a Marriott que para mñi fue siempre el frontman total, guitarra y voz, y con Frampton encontró otro Lane mñas técnico y melodioso, lástima que nadie lo viera entonces. Saludos

  2. Me gustan más los Humble Pie del Rock on o del Smokin pero este disco que me descubriste tú no hace mucho es una gozada y cada día me gusta más. Aunque parezca típico decirlo es una estupenda reseña. Abraçada.

  3. El R'nR Hall of Fame es algo que ha pasado y sigue pasando desapercibido en mi vida, no me importa nada de nada, como los oscars, los grammis y todo ese invento yanky, como muy bien dices las obras se hacen lo que son con el tiempo, como las personas.
    Tengo un tanto olvidado este disco, siempre me decanto por pinchar "Rock On" o "Smokin" cuando de los Pie se trata pero recordare este tras tu gran entrada.
    Salud.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Artículos que te pueden interesar