Críticas Discos


«Atlas ha venido para quedarse y para servir de banda sonora no sólo a este verano sino a los que están por venir; en definitiva, para formar parte de nuestras vidas y de nuestros sueños. Para recordarnos que no está mal hacer una pequeña parada en la nostalgia pero que hay que continuar» 



El Agente Cooper del Blog Long Black Limousine





Es inevitable y sano recapitular. El año se acaba y es bueno fijarte en aquello que, realmente  y no de mentirijillas, te ha compensado escuchar en tus días y en tus noches, eso qué te ha llevado directamente a olvidarte de tus preocupaciones.
Esa ensoñación sincera que producen esos mundos eléctricos y melódicos que llamamos canciones de rock y que crean nuestros paisajes, con sus propias luces y sombras y en los que te encuentras tan a gustito.
 
Este disco de los Real State , su tercero, salió en los primeros meses del año, lo escuché gracias a la preciosa recomendación del kamarada que conduce la Long Black Limousine (haced en favor de pinchar y leerla porque es digna de poner en la pegatina de la reedición del disco)
Me lo agencié en precioso vinilo -una edición espectacular, bella cover, preciosa textura la de su cartón y gramaje- y he de decir que lo he escuchado bastante,, lo cual tiene mérito, en un año tan cargado de publicaciones. Vamos que me lo sé bien, me conozco todos sus rincones.
Quizás este año, que entraba uno sobrado de energía y nervios inútiles, he encontrado en este artefacto sonoro, mi cobijo frente a la tormenta; si hubiera necesitado pilas hubiera recurrido más a los himnos épicos del de los War On Drugs , que me encanta o a la suave psicodelia un poco aguda de los estupendos Woods pero hay que hacer caso a los médicos y tocaba relajarse en la retaguardia de este sencillo Atlas.
 
A los Real State, vecinos del ahora chic Brooklyn, los consideraran dentro del movimiento indie pero a mi me gusta más decir que hacen  orfebreria pop con guitarras de cristal de esa que produce vaho en las ventanas.
 
Las partes más tranquilas de unos Yo la Tengo, los Teenage Fanclub en opio, un tanto por ciento de la belleza infinita del 16 Lovers Lane de los Go-Betweens o aquellos Stone Roses menos acid y más notoriously  Byrds brothers, unos Lambchop norteños… 


Así es como les definiría ante aquel que lea esto y no tenga ni idea de quienes son. Sin citar otros grupos, les calificaría de preciosos impresionistas y así nos entendemos todos.
 
Mi recurso hacia este Atlas lleno trenzados de arpegios y melodias subliminales nació como sustitutivo de las valerianas o la química para conciliar el sueño. Han sido tantos los días despertado con la marca del auricular Sennheiser en la oreja doblada y con el disco acabado…
Sin embargo, lo que pudiera interpretarse como un claro sintoma de aburrimiento no es otra cosa que un complejo de propiedades curativas, si Atlas me «duerme» es que es de primera categoría. ¿Hay cosa mas bonita que inducirte al sueño?
 
No han descubierto la pólvora vale, eso está claro y se suman al carro de la tradición del dream pop del que abundan sus practicantes, ni siquiera se distinguen demasiado las canciones entre ellas lo que tampoco importa. Con las gotas del chirimiri pasa igual y por eso no dejan de ser bellisimas las cosas tras su filtro de humedad gris.
 
Atlas te empapa, como lluvía suave, te permite despegar por ti mismo, adquirir el mood adecuado para estar fumado sin fumar y para patinar sin patines en la pista de tus propias ideas y falsas recompensas mentales. Deja muchos espacios, no agobía nada.
 
Si bien Hard To Hear es sin duda una de las canciones de 2014, del resto ni puedo ni quiero recordar sus nombres, ni comentarlas (salvo también Crime o Primitive, dos diamantes) porque sólo deseo ponerlo y escucharlo entero, disfrutarlo y flotar en su fina y delgada línea y así me lave y centrifugue todo lo que permanezca sucio de mi día, que me aleje a esa eterna mañana jingle jangle que crearon aquellos pájaros del Señor de la Pandereta y la Rickenbacker de doce cuerdas.

Todo hasta dormirme totalmente, inmerso en una extraña y dulce paz, baba incluida que, en este año, en pocos lugares encontré. 

Real State – Atlas (2014)

7, 8 -10

1.Had to Hear/2.Past Lives/3.Talking Backwards/
4.April’s Song/5.The Bend/6.Crime/7.Primitive
8.How Might I Live/9.Horizon/ 10.Navigator


3 comentarios

  1. No cambiará el curso de la Historia pero si le dejamos entrar se enreda en la historia en minúscula, en la nuestra, "para servir de banda sonora" o "cobijo frente a la tormenta". Y no es poco, eso, no señor.
    Gracias por la mención, maestro. Abrazos.

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