

…un concierto potente, en ocasiones cercano al noise, otras tan lisérgica
como velvetiana, la sección rítmica y unas guitarras intensas dieron
una pátina rockera a su particular manera de entender la musica y sin
difuminar las particularidades que definen a Lanuca (cello, sintes e
interpretación)…

Con Pacífico, una de las primeras canciones contenidas en su debut, Lanuca empezó a desgranar un setlist seleccionado con cuidado y mimo, saltó a continuación hacia Rémora con la canción Piel con Piel, una de sus grandes bazas y Ángela soltando sus arpegios con la guitarra celeste que ya no soltaría hasta pasado el ecuador del concierto. Continuó Gran Mandíbula en los mismos términos dream-pop, para ir tensando las guitarras con ganchos como Hasta Orión y que culminó con la intensa El Monte Venus que me provocó el mismo tipo de chiporrotazos que solían inducirme Sonic Youth, un zénit guitarrero que pasó el testigo a una segunda parte donde Ángela soltó la guitarra y tomó los mandos electrónicos a partir de Polvo Raso, una canción con una gran pegada, adictiva, una de las razones por las que me parece que aunque se hable de Lanuca en términos de exclusividad, incluso «de culto» casi desde sus inicios, tiene auténticos hits que de haberse dado en la actualidad otra coyuntura musical triunfarían, no me cabe la menor duda.

No podía faltar la evocadora Durazno, una de las mejores canciones de Rémora, fantástica la revisión de la canción ligera a través de Imán, la versión de Los Machucambos incluído en su último EP de versiones, y en la misma línea su Sacramento. Una recta final que tuvo en 150km/h la pegada que esperaba, con un loop de graves que me recordó a la electrónica ambiental de Massive Attack. Lanuca se despidió llevándose a su terreno Corazón contento en solitario a la guitarra, una fantástica guinda a un concierto como pocos pueden verse hoy en día, apostillo consciente de lo pretencioso de tal afirmación.
Por Chals Roig
(*Fotografías de Juanjo Mestre)
Por Chals Roig
Etiquetas: Crónicas conciertos Lanuca
Concierto que me hubiera encantado ver. Me gusta mucho Lanuca y verla en vivo por estos lares se me antoja imposible. Ese noise y rock del que hablas me atrae mucho. Igual un día.
Abrazos.
Excelente crónica. Enhorabuena. Estuve allí, el tema El Monte de Venus me transportó a espacios no existentes… y con un cambio de tonalidad genial y sorprendente(al estilo del de El Bolero de Ravel). Gran concierto.