James Yorkston – The Route to the Harmonium (2019)

Ya no se hacen discos así. Ya no se hacen delicadas colecciones de canciones folk con sentido y sensibilidad o tal vez sí. Puede que queden algunos artistas capaces de hacernos erizar el bello y de darle un buen revolcón a nuestros maltrechos corazones. Uno de ellos es sin duda el británico James Yorkston quién ya nos ha deslumbrado en más de una ocasión con artefactos de la talla de «Just Beyond the River» y «The Year of the Leopard». Confieso haberle perdido un algo la pista, haber olvidado su buen hacer. Supongo que es imposible estar a todas y simplemente uno tiende a acercarse a los discos por su estado de ánimo. El mío últimamente anda bajo mínimos y puede que por eso haya conectado tanto con lo que propone Yorkston en su «The Route to the Harmonium». Le acompañan en esta nueva aventura dos conocidos y buenos amigos suyos: Suhail Yusuf Khan, Jon Thorne y el productor David Wrench quienes dotan al disco de una sensibilidad y unos sonidos exquisitos. La enigmática y mágica voz de Yorkston se entremezcla a la perfección con harpas, mandolinas y guitarras con acordes de seda para darnos canciones de una gran belleza.

La inicial «Your beauty could not save you» convence de primeras y nos engatusa con facilidad en ese delicado estado ensoñador para rematarnos con ese fantástico tema medio recitado que es «The Irish wars of independence», fórmula que repetirá más tarde con otras dos canciones estupendas y eso que particularmente no suelen gustarme demasiado esos temas recitados como son «My mouth ain’t no bible» y «Yorkston Athletic» aunque sean algo más energéticas. Prefiero los temas más folkis, más clásicos, más delicados como por ejemplo «Like bees to foxglove» que es de mis favoritas, «Shallow», «The blue of the thistle» y «The villages I have known my entire life». A destacar las canciones de amor y desamor como «Brittle» y «Solitary islands all», ambas piezas exquisitas. El disco de James Yorkston con total seguridad no estará en las listas más influyentes y modernas de lo mejor del año. Dudo que alguien se acuerde de este disco allá por diciembre pero será un error irreparable puesto que a nada que uno le dedique unas escuchas percibirá la magia y belleza de una colección de canciones que vuelven a brillar como antes en el cancionero de Yorkston. No es lo mejor que ha hecho pero sin duda anda cerca. No lo duden, relájense y pulsen el play.