Discos Críticas

Los discos de Richard Hawley siempre son bienvenidos en mi casa. Soy un incondicional y amo su música. Domina el lenguaje del only the lonely de Roy Orbison y se sabe el abecedario de las progresiones de Buddy Holly, es el crooner por excelencia del s.XXI y la mejor aproximación que tenemos a Lee Hazlewood. Él es la nueva canonización del solitario, la superviviencia del romanticismo del ramo de flores y de ir cogidos de la mano por la calle, el amor eterno hacia los hijos y los amigos, la nostalgia de los lugares que nos vieron crecer y ya no están, la melancolía de los buenos tiempos. Y aunque su territorio es el del mainstream de los 60, easy listening y/o country ligero, con orquestaciones, baladas, historias de amor y desamor siempre con su querida Sheffield como telón de fondo, le acompaña un halo underground desde que resurgiera de las cenizas del brit-pop gracias a la ayuda de su amigo Jarvis Cocker y con la bendición de Scott Walker, un atractivo artístico que continúa manteniendo independientemente de donde le dirija su inspiración.
Todo cambió con las guitarras de psicodelia norteña que nos pillaron a todos por sorpresa y más después de la joya que era Truelove’s Gutter, un disco generalmente denostado y que con el tiempo reconozco que no he escuchado demasiado, también os digo que un día volveré a él pués para escribir estas líneas he rememorado algunas de sus canciones y es indudable la calidad que atesoran tonadas como Time Will Bring You Winter. Para Hawley ha sido un disco muy importante a nivel artístico porque rompió la baraja y se deshizo de un plumazo de cualquier expectativa que pudiera tenerse en adelante, un disco rupturista e inesperado, incluso necesario para no acomodarse en la autocomplacencia. Y bien poco le importó que Sky’s Edge no fuera tan bien acogido o que dejase de estar en los festivales de verano más guays. Lo importante es que abrió valientemente una puerta y nos dijo que de él podía esperarse cualquier cosa, porque además para quien no lo sepa se curtió en el rock’n’roll más salvaje cuando empezó con la música tocando en baretos cutres de Hamburgo como en su día los fab4, vamos, no tienen que explicarle de que va la misa. Y sabe de guitarras, de eso no me cabe ninguna duda.
Con Hollow Meadows se midió mejor sin retroceder ni desentenderse de su anterior faceta, si que recuperó de nuevo la confianza en su lado más reflexivo. Un disco que se recibió con cierta tibieza, quizás dejó de ser ese artista de moda para quienes se quedaron en The Ocean. Sin embargo aún lo escucho de vez en cuando pues tiene muy buenas canciones que fuera de la ‘ansiedad de la novedad’ aprecio mucho, canciones como I Still Want You, Nothing Like A Friend o las maravillosas Tuesday PM y Serenade Of Blue no pueden dejarse en el tintero. Tal y como ya argumenté con Hollow Meadows: por supuesto, Further no es su mejor disco, para llegar a esa conclusión no hace falta ser muy listo. Pero si que es una buena excusa para que no deje de seguirle la pista nunca.
Lo que tiene Further, o mejor dicho, lo que continúa teniendo Further es su mejor arma, su voz, cada vez mejor cuanto más cascada se va tornando. Y otra de las cosas que tiene este nuevo disco que no tienen ninguno de sus dos anteriores es su mejor digestión de guitarras eléctricas y distorsión, aunque recuerda (y de manera muy gustosa) a los mejores Screaming Trees de Mark Lanegan en la inicial Off My Mind, que además sirvió de adelanto y con la que siendo sincero al principio me hizo temer lo peor (me equivoqué), una pieza de guitarras garageras, guitarras llevadas con crudeza, nada nuevo, pero es su voz, igual que con Alone, es nuestro Hawley de siempre dando a las guitarras eléctricas más espacio por territorios cercanos a las nuggets sixties. Un inicio que puede servir de filtro para eliminar a aquel que venga a buscar un disco asequible o otro Coles Corner.
Que nadie se asuste pues también da cabida a sus cadencias más conocidas y esperadas en My Little Treasures, fantástica, con un bonito videoclip dedicado a sus mascotas, algo que en los tiempos que corren me parece una muy buena declaración de intenciones, una tonada llena de amor y mucha humanidad, mira sr.Hawley, si ya era incondicional me postro aún más si puedo anter vos. Nuestro crooner continúa aquí en canciones como Further y Emilina Says, es la parte que se espera de él, me encanta el tono crepuscular de Not Lonely, gran canción sobre la que bascula este tracklist y la que mayormente revalida su título de mejor relevo de Big ‘O’ por entender y explicar como pocos la diferencia entre estar solo y sentirse solo.
En esta ocasión si ha sabido salirse con la suya y reinventarse acercándose al rock con más músculo con absolutas maravillas como Is There A Pill?, guitarras que crugen y un Hawley pletórico, que orquestaciones más bien puestas, es la canción del disco y su epicentro. Parecido puede decirse de Galley Girl, tonada que si firma el de Freehold lo bajan en procesión en barca por el Mississippi. Y si el sr.Hawley se decide a desatar guitarras como éstas lo que le quede de carrera artística, bienvenidas sean pues la clase que destila continúa estando ahí, que si quieres más baladas ya tienes sus pasadas poms. Otra de las canciones que me hará volver al disco una y otra vez es Time Is, americana de alto octanaje guitarrero, irresistible. El disco se despide con dos canciones muy bien construidas de rock ligero que constatan que se puede beber de la escuela del Everybody’s talking sin tener que plagiarlo, para prueba pinchen Midnight Train y/o Doors. Una despedida a la altura. Nada más que argumentar sobre las canciones.
Un disco que junto al de Shea Roberts (ya reseñado aquí), sonará a la hora del vermú de cada domingo con su soft-rock, que los lunes me acompañará y dará energía camino del curro con sus píldoras, que aplacará mis ansiedades entre semana con sus baladas y que seguro aportará buen repertorio favorito a su obra, algo que el tiempo y las escuchas me descubrirán. En definitiva es un disco irregular en cuanto a estilos y tono, evidentemente con menos gancho que obras pretéritas, pero hilvanado con muy buen gusto y mucha coherencia. Sí, tenemos al Hawley baladista, pero curiosamente las canciones que me invitan a la
escucha reiterada y a quitarme el sombrero ante este caballero son
las que se salen de lo esperado, las más guitarreras. Una alegría para quienes amamos la música de Hawley. Un favorito del año en curso.
Richard Hawley – Further (2019)

1. Off My Mind / 2. Alone / 3. My Little Treasures / 4. Further / 5. Emilina Says / 6. Is There A Pill? / 7. Galley Girl / 8. Not Lonely / 9. Time Is / 10. Midnight Train / 11. Doors


4 respuestas

  1. Un discazo acojonante … lo mejor del Hawley de Cole's Corner y la dosis perfecta del de Satnding at the Sky's Edge que resulto un poco fallido. Muy bueno …

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