Conciertos

Lo del pasado sábado día 7 de diciembre en la sala Wah Wah de Valencia fue una verdadera lección de rock patrio en directo. A la altura de, a mi gusto, pocos nombres actuales de la escena rockera nacional. DOCTOR DIVAGO presentaba su décimo y flamante nuevo disco Imperio y allí hubo clase, casta y personalidad.

Tras los teloneros de Néstor Mir y la Disolución Doméstica llegó el grupo valenciano cabeza de cartel para sentar cátedra con disciplina, ejecutando la mayoría de temas con una vertiginosa velocidad ramoniana, casi sin pausas, acaparando el protagonismo absoluto canción tras canción, ensamblando y haciendo encajar “las hijas del Imperio” junto a una gran extracción de joyas concretas y determinantes dentro de una discografía extensa y selecta, esa de la que no muchos pueden presumir.
Momentos hubieron bastantes en el fragor del intenso setlist. Se me ocurre ese monopolio inicial sobre las miradas del personal asistente en Solo la mitad de la mitad de mí, la “belleza muda” del Silencio a modo ya de clásico, ese trago largo y liberador que siempre resulta No tan bueno, la imperecederamente refrescante y adictiva «Habitación de Charo«, esa ayuda para espantar fantasmas cotidianos que resulta «Jugando a pillar en el limbo«, el brindis colectivo en plan himno de «Los tontos buenos tiempos«, ese placer divino, para eternos adolescentes, que supone escuchar Srta. Alfa, esa sala acompañando casi al unísono la versión del Voy buscando de Nino Bravo,… pero si tuviera que escoger me quedo con tres instantes, con tres singulares porciones de tiempo: la espectacular versión del We gotta get out of this place de Eric Burdon con los Animals (mucho más cercana a la adaptación que hicieron en España los siempre reivindicables Lone Star como “Muy lejos de aquí”), el homenaje al maestro Julio Galcerá allí presente (al que tuve la oportunidad de saludar y recordar con él alguna anécdota del pasado) con Sonaba Julio Galcerá, y el momentazo más «happy» musical a mi gusto, Un minuto antes de la realidad, siempre un placer inmenso escuchar ese temazo que algún día deberá figurar entre lo más trillado y distinguido del cancionero español: “A veces parecemos santos pero no nos van a canonizar,…, pagamos por nuestros insultos, cobramos por fingirnos cuerdos,…Si supieras lo poco que me importa estar fuera de lugar…”

El final fue de traca. Qué digo de traca, de «mascletà» rockera de la buena hasta dejar al personal exhausto y satisfecho. Frunciendo el ceño”, «Evay El vertiginoso atleta moral si no me falla la memoria. Ovación de gala. A algunos, los suficientes, no nos queda más que agradecer tantos discos, tantas canciones y tan buenos directos. La terapia dio sus frutos una vez más. Larga vida al Doctor.

* Este artículo fue publicado originariamente aquí: Espacio Woodyjaggeriano.



2 respuestas

  1. Estaré pendiente de próximas actuacions, Dr.Divago llevan camino de ser unos verdaderos clásicos en la escena valenciana, y un tesoro escondido para el resto. Excelente crónica.
    Saludos

  2. Es la banda más longeva valenciana en activo, Chals, con una trayectoria envidiable. Creo que es en febrero celebran el 25 aniversario desde que empezaron. Te vendrás conmigo a verles en directo. Ya lo hablaremos. Os debo una grabación a tí y a Niko.

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