Críticas Discos

Casi a las puertas de los 100 años Pete Seeger decidió dejar esta tierra, esta tierra que era su tierra, para descansar en el Olimpo de las verdaderas leyendas de la música. Cuesta pensar como seremos nosotros a esa edad y lo peor de todo es que creo que será casi imposible llegar a ella, al menos decentemente de salud, tanto física como mental. Seeger era un working class hero. Un luchador, un guerrillero de la guitarra, del banjo, el ukelele, la mandolina… de todo aquello que me gusta, que nos gusta. Es verdad que no tiene un disco definitivo pero en su época (cual es su época, si ha vivido todo el siglo 20 y un poco del 21?), su época de plenitud, no se hacían discos sino canciones, singles. Cuando la cosa se puso potente ya dominaban otros grupos, otras modas, y la música de Seeger, aunque definitiva, siempre quedó para unas minorías. Si me tengo que quedar con alguno de sus discos, me quedaría con el directo del Carnegie Hall de 1963 titulado, como no, We Shall Overcome. Allí le escuchamos en plenitud, con fuerza, con garra y con un buen puñado de sus mejores canciones. Tremendo documento terrícolas!.

 

En 1998 apareció uno de esos artefactos extraños donde infinidad de estrellas del rock y el folk rinden homenaje a la leyenda. «Where Have All the Flowers Gone» juntaba a gente de todo pelaje como Jackson Browne, Bonnie Rait, Richie Havens, Ani DiFranco, Billy Bragg, Peter Paul and Mary, Donovan, Roger McGuinn, el actor Tim Robbins! y como no Bruce Springsteen que entonaba el mítico We Shall Overcome. Fue aquí, sin duda alguna, donde se comenzó a gestar la idea de las Segeer Sessions del Boss, el que sería el primer disco de Bruce Springsteen que no presentaría material propio y que nada más y nada menos que ofrecería versiones de canciones tradicionales propias o no que Pete Seeger popularizó. A sus 55 años y en plena crisis creativa, crisis que aún le dura al jefe por cierto, decide hacer un disco de versiones y para completar la locura decide no contar con la E Street Band. Eso sí, la violinista de su banda de toda la vida, la señoranga Soozie Tyrell, pone en contacto a Springsteen con una nueva banda que acabó llamándose The Sessions Band y que estuvo a su entera disposición día y noche en la granja del Boss para ensayar una y otra vez las canciones del señor Seeger. La banda estaba fromada por Sam Bardfeld y Soozie Tyrell (violín), Art Baron (tuba), Frank Bruno (guitarra), Jeremy Chatzy (bajo), Mark Clifford (banjo), Larry Eagle (batería), Charles Giordano (Hammond, piano, acordeón), Ed Manion (saxo), Mark Pender (trompeta), Richie La Bamba Rosenberg (trombón), y Patti Scialfa y Lisa Lowell (coros). En alguna edición del disco existe la posibilidad de ver algún documento visual que deja entrever la magia que existía en dichas sesiones. De ahí sólo podía salir algo bueno, bueno no, fantástico.


Ahora es cuando me toca reconocer, creo que muchos ya lo sabéis, no ser un fan alocado del Boss. Sé que me repito más que el ajo pero no puedo dejar de decirlo. Desde su debut con «Greetings» hasta, tal vez, «Tunnel of love» su producción es impecable. POM tras POM, pero amigos, después de eso, todo baja de nivel, demasiado. Quién lo quiera ver, bien, quién no, allá él. Podemos defenderle a ultranza por ser quién es, qué coño, se lo ha ganado a pulso pero sólo en contadas ocasiones como con «The Rising» o «Devil and Dust» se acerca un algo a aquello que fue. Lo del disco que hoy nos ocupa es harina de otro costal. Una rareza. Un lujo. Un placer. Un disco con un cancionero robado impecable que adquiere unas cotas de grandeza absolutas al ser reinterpretados, y de qué manera!, por Springsteen y su banda. La madre que lo parió! que a gusto se quedó. «We Shall Overcome» resultó ser un fantástico disco, creo que ese era el camino a seguir y no tifas putrefactas como «Working on a dream» y «Wrecking ball» para nada dignas de su grandeza y nivel que fueron defendidos a golpe de espada por sus cegados fans, los mismos que ahora reparten estopa con «High Hopes» cuando es un disco sin pretensiones, más que la de agradar y compilar cosas de aquí y allá. «We Shall Overcome» era otra cosa, era un ejercicio interesantísimo, era buscar en las raíces y reinterpretarlas para darles sentido en nuestros días.



La colección de temas aquí presentes es extraordinaria y la manera de presentarlos no puede ser mejor. Todo suena en su sitio. Todo suena a verdad. Todo tiene alma. Y Bruce está que se sale. Me cuesta mucho muchísimo desgranar canción a canción este grandísimo álbum, es por eso que os dejo con lo que decía de ellas el maestro Exiliado Chals en su otro gran blog «noséviuresenserock«. La traducción a la lengua de Cervantes es cosa mía, vamos pues con ello:

… “Old Dan Tucker” es potente, admito que no la considero una buena opción para enganchar, tosca como el esparto pero dejando claro de que va todo esto, es una e las antiguas, fechada en 1843. Aunque la primera que me llamó la atención realmente fue “Jesse James”, este tipo de canciones son las que nos hacen falta, atribuida a Billy Gashade, y reescrita por Woody Guthrie a partir de un estándard tradicional convirtiéndola en una canción protesta y a Jesse James como al primer antisistema, un bandido que «he stole from the rich and he gave to the poor», éste es el espíritu. “Mrs McGrath” es una canción de 1815 pero que fue uno delos himnos del movimiento de los republicanos irlandeses de 1916, aquí Springsteen ya ha cruzado el Atlántico por primera vez, y lo vuelve a hacer con “Froggie Went a Courtin” canción escocesa de 1549. Llega una de mis preferidas, la que tenéis en el video, “Oh Mary Don’t You Weep”, espiritual negro que fue adoptada por el movimiento por los derechos civiles. Y aquí es cuando os suelto que tal vez el Soul se ahogó cuando el Río se desbordó pero este tipo lo tiene dentro, y esta vez llegó a él por la puerta de atrás, por sus orígenes, por el gospel y los espirituales negros, lo mismo os digo de “Eyes on the Prize”, otra canción que fue adoptada por el movimiento pro-derechos civiles en la voz de Alice Wine, una de las mayores activistas. Y por favor, escuchad “Jacob’s Ladder”, basado en la Bíblia, aunque fuese de la Iglesia tal como la utilizaba Seeger funciona como bálsamo y regenerador, un himno para la resistencia y las fuerzas de flaqueza. “My Oklahoma Home” es preciosa, la versión del Live in Dublin no os la podéis perder, perfecta para este Dust Bowl polvoriento que ciega nuestros ojos. “Pay Me My Money Down” la podrían entonar los que perdieron sus empresas mientras esperaban los pagos de la administración, por los que sufren los recortes en educación y por los que les hayan bajado el sueldo en un acto de represión sin miramiento. “We Shall Overcome”, una de las canciones protesta mas grandes jamás creada, primero tenemos que proyectar, como lo hace esta canción, Venceremos, interiorizar y creérnoslo, si fallamos en lo básico estamos perdidos. Otra de mis preferidas “How Can a Poor Man Stand Such Times and Live”, el título lo dice casi todo, aunque aquí Springsteen hizo lo que ya casi nadie se atreve a hacer, añadió versos para darle sentido de cara a lo sucedido en New Orleans con el huracán Katrina, y sobre como el gobierno dejó morir negligentemente a miles de personas. Tenéis que conseguir si no tenéis la edición ampliada, “Bring ‘Em Home”, una canción antimilitarista que escribió Seeger contra la guerra de Vietnam, con algún verso añadido en la última versión de Jim Musselman en relación a Iraq, Springsteen también añadió alguna línea más, esta canción muestra el sonido hacia donde quería dirigirse, posiblemente la semilla de Wrecking Ball. Y finalmente en directo, “American Land”, inspirada por “He lies in the American land”, un poema de Abdrew Kovaly que fue musicado por Pete Seeger, una canción que habla de la gente que hizo América, de todos los inmigrantes que llegaron desde Europa, gente descontenta que escapaba de una situación precaria. Me gusta el camino que abrió con estas “sessions”, Bruce encontró otro propósito para su música, la arruga de Bruce suena de maravilla por aquí…” (fragmento extraído del blog «noséviuresenserock«, robado amistosamente al maestro Chals)

Bruce Springsteen abrió el tarro de las esencias con este The Seeger Sessions. Nos dejó boquiabiertos con la reinterpretación de los clásicos americanos. Nos dejó sin aliento y con el culo prieto sobretodo a aquellos afortunados que pudimos asistir a aquella magnífica gira. En directo el jefe sigue siendo el jefe supremo. Sí, este era el camino a seguir, porqué no lo siguió nadie lo sabe, tal vez perdió la brújula, el norte. Sus trabajos posteriores no han tenido el nivel suficiente para engatusarme, para declararle mi amor incondicional, prefiero a otros, esa es la verdad. Ya es hora pues de desempolvar esa colección de canciones country que presume tener en el cajón de casa. Queremos una The Cash Session! mientras tanto, y visto lo visto, seguiremos disfrutando de este discazo tremebundo que se marcó el Jefe.

Bruce Springsteen – «We Shall Over Come: The Seeger Session» (2006)
8,7/10
01.- Old Dan Tucker/ 02.- Jesse James/ 03.- Mrs. McGrath/ 04.- O Mary Don’t You Weep/ 05.- John Henry/ 06.- Erie Canal/ 07.- Jacob’s Ladder/ 08.- My Oklahoma Home/ 09.- Eyes on the Prize/ 10.- Shenandoah/ 11.- Pay Me My Money Down/ 12.- We Shall Overcome/ 13.- Froggie Went a Courtin/ *14.- Buffalo Gals/ *15.- How Can I Keep from Singing/ *16.- How Can a Poor Man Stand Such Times and Live?/ *17.- Bring ‘Em Home/ *18.- American Land


5 comentarios

  1. Muy de acuerdo con la puntuación, cosa que siendo todo versiones es como dar un 10, a mi entender. Para mi es el mejor disco de Springsteen en 25 años, aunque a sus más acérrimos fans, por el tema de no estar la E Street Band y ser versiones, no lo tuvieron demasiado en cuenta, pero de anecdótico no titne nada, es un discarro como la copa de un pino. Gracias por enlazar al blog estellesiano. Saludos

  2. Es cierto. Su mejor disco de los últimos años. Un disco vivo y con ganas de transmitir fuerza y verdad. Las canciones son fantásticas pero Springsteen las hace suyas. Un maestro, como usted.

  3. Recuerdo tanto ese conciertico de presentación del disco en Santander, ico por que era un sitio cuco , pequeño , donde se podía comprobar la estatura de Bruce en todos los aspectos. Azo porque esa vuelta al sonido orgánico del hammond y las guitarras de palo hizo del el un conciertazo.A mi este disco me encanta y con The Rising, lo único que salvo del Boss que no sabe arrugarse de manera bella y se deja maquillar como una drag por los productores y los efectos especiales de mal gusto. Esto si querido Niko, esto es auténtico, de ketama. Un abrazo y usted lo ha dicho: tiene alma, el texto y el Seeger Sessions. Las cosas hechas con soul…no engañan.

  4. Buen disco, poco valorado al ser de versiones, pero realmente es una vuelta a las raíces y todo lo que mamó el Boss al principio.

    Abrazos truferos.

  5. No había podido comentar antes porque quería leerlo detenidamente, my King, como a mí me gusta hacerlo. Recuerdo que una de las veces que lo he visto en directo fue en la gira de este disco y fue la vez que más me agradó, creo por tratarse del material que ocupa este artículo. Por cierto, me interesa este artefacto pro-Seeger, please, nunca lo escuché con detenimiento. Tu texto muy interesante. Si dices que no eres un fan alocado del Boss te diré que estoy casi seguro que yo todavía menos, nunca he compartido tanta pasión hacia este artista ni considero que su discografía esté tan repleta en su primera época de POMS. Eso sí, comparto que el bajón a partir de "Tunnel of love" clama al cielo. Abrazo.

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