Críticas Discos

Fue toda una revelación para mí ver a Scott McCaughey interpretando junto Peter Buck su versión del Get Back In the Line en el documental Do It Again (Geoff Edgers, 2009) en el pase realizado en la III Konvención Kinks de este año, otro de los yanquis que tienen claro que además de Big Star, en esto del rock de melodías y guitarras los Kinks tienen que ser referencia ineludible, y eso es algo que cuanto menos le hace más grande de lo que yo pensaba.
Scott McCaughey es un artista que ha ido dejando un reguero de grandes canciones y colaboraciones de auténtico lujo a lo largo de su carrera, primeramente con The Young Fresh Fellows, arrimado a proyectos de enjundia rockera, The Venus 3 de Robyn Hitchcock y The Baseball Project, también colaborador y guitarra de apoyo de los últimos REM… aunque en el colectivo The Minus 5 es donde mejor ha sabido desarrollar su propia visión del rock, siempre acompañado de su inseparable amigo Peter Buck, quien podría decirse que encontró una válvula de escape por la que zafarse del megaestrellato y volver a disfrutar de las séis cuerdas. Por este colectivo han pasado miembros de los Posies, de los propios REM, con Wilco compartió un disco, y Colin Meloy tuvo una de sus mejores escuelas oigan, y a cada entrega ofrece pildorazos de power-pop, rock y vitaminas a porrillo, tocadas de clasicismo pero con los pies en el suelo, esta vez no iba a ser menos.
Aunque ojo, este Dungeon Golds es la versión reducida de los cinco discos que McCaughey editó en vinilo para el Record Store Day bajo el nombre de Scott the Hoople in the Dungeon of Horror, sus basement tapes particulares, o si preferís una nueva versión del doble blanco, más cercano a los Kinks en su power-pop que a los fab4, y que a estas alturas ya podemos considerar cofre del tesoro inalcanzable y difícil de conseguir (sólo existen 750 copias). Canciones grabadas en años anteriores en el sótano al que llama la Mazmorra. Para la ocasión se trae además de su inseparable Peter Buck, a Jeff Tweedy, con quien ya había colaborado, el desaparecido Ian McLagan en una de sus últimas grandes intervencinoes en el planeta tierra, está Linda Pitmon, la mujer de Steve Wynn, presente en otros proyectos similares (Golden Smog pongamos por caso), y algunos decemberistas que se han apuntado a la fiesta, una especie de combo ultra-generacional que ya de entrada y con esas premisas se advierte más que interesante.

Las influencias y guiños a lo largo del disco son más que evidentes, cosa que no resta nada de encanto a su escucha. El título My generation hace bien el juego transformando de manera jocosa la consigna de los Who en un «por favor quiero vivir más» y un ritmo que en su tratamiento me lleva directamente a las disonancias de Giant Sand con cierto toque experimental via el YHF wilquero, el pop maravilloso playero de los beach boys se persona en It’s Beautiful Here, con In The Ground consigue que al menos durante unos minutos echemos menos en falta aquellas canciones luminosas de Tom Petty queriendo sonar Byrds, Adios Half Soldier tiene la misma facilidad que tenían los fab4 para hacer que los versos y el estribillo sepan a gloria por igual, y del tirón te teletransporta con Zero Clowns hacia el glam con esos coros tan Bowie, otro zic zac de placer con Chinese Saucer Magnolia que recuerda a los folk-rocks del verano del 67, aquí con Peter Buck sacando chispas a sus séis cuerdas, nos ponen las pilas con pildorazos power-poperos del calibre de The History You Hate y How Down The Fort, melodías portentosas y rascares de guitarra por doquier de nuevo acercándose a los clásicas byrdianas, y los jóvenes revivalistas que ya tienen que correr para llegar a gemas de psicodelia rock como It’s Magenta Man!. También fabuloso el acercamiento a sonoridades country rock popero con Sorry Town con un pedal steel de las que hacen escuela. Por favor que preciosidad de canción es Remain In Lifeboat con Ian McLagan haciendo eso que tan bien sabe a las teclas, acompañado del desmelene guitarrero de Peter Buck, momentazo. Cierra el disco The Unforeseen, una delicatessen donde la pedal steel de nuevo nos hace volar.

Considerando que los discos de Scott McCaughey bajo el ala de los Five no han bajado casi nunca de notable, afirmaría después de semanas de escucha que en su conjunto Dungeon Golds es uno de sus mejores discos, iguala como mínimo y fácilmente (el tiempo hará el resto) su anterior Killingsworth, a situar cerca por su esencia sixty al no muy recordado y fantástico Let the War Against Music Begin firmado junto a los Fellows, y por la calidad a Down With Wilco, aquel otro discarral que les puso en el mapa. Un complemento vitamínico perfecto para acompañar a mi querido Another Fine Day de los Golden Smog, el feeling es similar, unos cuantos tipejos disfrutando de la música a su aire, con el don de la melodía, y que más que rememorar los añorados clásicos, nos trasportan a lo largo de la historia del rock pasando por los 60, el verano del amor, los 80 y los 90, a través de pop, folk-rock, psicodelia y power pop con una facilidad pasmosa, todo con el buen hacer que Scott McCaughey siempre ha dado a toda la caterva de proyectos en los que ha metido el pie.

Bendito sótano y lugar de esparcimiento donde los amigos y allegados pueden dar con las melodías de siempre de la mejor manera que pudiera darse en la actualidad, las que nos hacen sonreir y querer que venga la primavera cuanto antes para bajar las ventanas y sacar la cabeza al viento, melodías portentosas y guitarras gloriosas, un disco perfecto contra la alergia al polén y que se sitúa a la cabeza en lo que llevamos de año y en lo que a artistas foráneos se refiere. Nos os perdáis este disco, os alegrará un poco más la existencia.

 The Minus 5 – Dungeon Golds (2015) 8,8/10
 1.- My generation / 2.- It’s beatiful here / 3.- In the ground / 4.- Adios half soldier / 5.- Zero clowns / 6.- Chinese saucer magnolia / 7.- It’s magenta man / 8.- The history you hate / 9.- Sorry Town / 10.- Remain in lifeboat / 11.- Hols down the fort / 12.- The Unforeseen
 


4 comentarios

  1. Ando metido últimamente en demasiados frentes, este disco tal vez sea de los que más me están gustando, hay otros, pero este apunta a discón del 2015, poco a poco, sin prisa pero sin pausa va calando. Gran Post.

  2. Tengo que hacerme con este artefacto ya , porque me encanta la saga y todo lo escrito. Los Kinks siempre son el mejor aliñe y Scott LO SABE. Creo que pocos pueden reseñar tan bien un disco como tú lo has hecho con éste, completísimo.Que venga la primavera Chals, sin polen pero qué venga!

  3. Leñe, por fin lo he podido escuchar, está muy bien, sabía que no decepcionaría. Scott sigue en su línea de soltarnos pelotazos de temas de alto nivel.

    Saludos truferos.

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