Críticas Discos

Cuando cualquier terrícola piensa en la unión de grandes artistas para formar un nuevo y puntual supergrupo, supongo yo que la primera referencia obvia que a uno le tiene que venir a la cabeza son “The Traveling  Wilburys”, banda compuesta por Bob Dylan, George Harrison, Roy Orbison, Tom Petty y Jeff Lyne como titulares, a los que hay que sumar a invitados de lujo como Jim Keltner. Una banda irrepetible, un lujo, un milagro. De toda la vida la unión de músicos de talento en un único supergrupo siempre ha estado presente y siempre de dicha unión han salido  discos y canciones muy interesantes. En los setenta incluso era algo normal poner en común las canciones de uno para que otro las acabara perfilando y otro las cantara en un acto de total camaradería. Crosby, Stills, Nash y Young son otro de los ejemplos claros de lo que digo, sin duda alguna el mejor supergrupo de la historia que existirá jamás, al menos siempre lo serán para un servidor. En estos últimos tiempos y en diversos estilos han ido apareciendo uniones con mayores pretensiones que el divertimento y la unión esporádica como por ejemplo The Raconteurs formados por Brendan Benson, Patrick Keeler, Jack Lawrence y Jack White; Middle Brother por John McCauley, Matt Vasquez y Taylor Goldsmith; Y  el formado por Josh Homme, John Paul Jones y Dave Grohl llamado Them Crooked Vultures de lo más interesantes y de lo mejor a destacar. Estas aventuras en común suelen tener fecha de caducidad e incluso es muy extraño que se llegue a un segundo disco aunque el primero fuese un éxito rotundo, y es lo que le pasó al supergrupo “Monsters of Folk”, quienes en el año 2009 editaron un primer y único disco homónimo que es un tesoro de belleza incalculable. Los monstruos del folk son Jim James, Conor Oberst, Mike Moggis y M. Ward. Cuatro fantásticos y talentosos músicos capaces de acoplarse musical y vocalmente (no tanto en la composición) los unos con los otros para entregar un disco de esos irrepetibles al que acudir de tanto en cuanto para dejarnos siempre con la boca abierta.

Se nota que los cuatro artistas, los cuatro monstruos, lo pasaron muy bien realizando este disco, trabajando codo a codo e intentando que el resultado tuviese un sonido homogéneo, cosa que ciertamente consiguen a pesar que está claro quién es el padre de cada canción, dando la sensación que las canciones son escritas por uno, que ese uno manda y aunque a nivel vocal todo sea precioso y quede bien empastado no llega ha apreciarse una colaboración real, dicho esto y escuchando el resultado final tampoco es que importe mucho, tal vez en lugar de ser un trabajo sobresaliente podríamos hablar de obra maestra, pero no es el caso por esa falta de cohesión. El disco comienza realmente de forma espectacular y a partir de la mitad o un poquito más del ecuador baja un algo de calidad aunque gana en riesgo y variedad. A pesar de todo nos regalan al menos una decena de canciones francamente espectaculares en las que predomina el sonido americano y los medio tiempos. El disco comienza con una brutal y preciosa “Dear God” que contiene un falsete exquisito, la voz de Jim James se te mete en la cabeza y te enamora al instante. Claramente es una composición de James, es suya y solo suya como por ejemplo “Say Please” lo es de Conor Oberst al cien por cien con su melodía magnífica y estribillo desgarrador. Qué más podemos pedir?? Pues… “Who Lotta Losing” donde M Ward saca su genio y su calidad desbordante a pasear, un tema que es una americanada de esas que me gusta escuchar y disfrutar cuando alguna sustancia poco legal se ha apoderado de mis neuronas, una preciosidad que me recuerda a uno de mis grupos preferidos de la americana de finales de los sesenta principio de los setenta, hablo de The Grateful Dead, y es que esa forma de cabalgar que tiene la guitarra y esas voces…aijjj!! Viva Jerry García!!!!!. El disco está lleno de buenas canciones, casi siempre las mejores están escritas y/o cantadas o por Oberst o por Ward. “Temazcal” o “The Right Place” son claros ejemplos de lo que digo, dos temas increíbles, mis favoritos del disco, y Jim James con su correspondiente pareja en ellas cantando como los ángeles. Durante todo el disco existen intentos de traspasar los muros de la individualidad y regalar verdaderas y mágicas colaboraciones, a veces lo consiguen y otras no, aunque como ya he dicho siempre tengo la sensación de estar escuchando la canción que cada uno llevó bajo el brazo al estudio y los demás adornaron.  Canciones como la rocanrolera “Baby Boomer” o la preciosa y simongarfunkiana balada “Sandman, The Brakeman and Me”, que son sin duda de las grandes canciones del disco. No se quedan atrás con “Goodway” que remita claramente a New Orleans, o con la bellísima “Slow Down Jo” o “Losing Your Head” que tiene un inicio magnífico y un sonido californiano muy interesante. Monsters of Folk no parece que vayan a repetir la experiencia, no parece que vuelvan a unirse, a repetir ese sonido mezcla de CSN con Jayhawks… lo que realmente es una lástima. Cada uno de estos monstruos ha seguido su camino, cada uno lo ha hecho entregando trabajos maravillosos e interesantísimos proyectos como en éste en el que trabajaron juntos, pues sin duda estamos ante un disco descomunalmente bello y tristemente algo olvidado que debe ser recuperado y reivindicado inmediatamente.

Monsters of Folk – “Monsters Of Folk” (2009)

9/10
01.- Dear God (sincerely M.O.F.)/ 02.- Say Please/ 03.- Whole Lotta Losin’/ 04.- Temazcal/ 05.- The Right Place/ 06.- Baby Boomer/ 07.- Man Named Truth/ 08.- Goodway/ 09.- Ahead of the Curve/ 10.- Slow Down Jo/ 11.- Losin Yo Head/ 12.-Magic Marker/ 13.- Map Of The World/ 14.- The Sandman, the Brakeman and Me/ 15.- His Master’s Voice.


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