Desvestido, desnudo, en cueros, en pelota picada. Sí, así hay que ponerse para asistir a la fiesta del sexteto de Carolina del Norte The Nude Party. Lo suyo es el despiporre total, el despelote mejor dicho. Lo suyo es acercarse al garage rock de los sesenta. Sí, utilizan esa vieja fórmula ganadora, esa misma táctica que hicieron otros tantos no hace mucho, llámense Blur, The Strokes, The White Stripes o los primerizos Monos Árticos. Se coge un sonido de esos de rompe y rasga, se pasa por el túrmix de los clásicos. Se interioriza y se le da un barniz de modernidad, vamos, que se tunea al gusto pero no mucho para que todos los musiqueros nos hagamos los listos diciendo que esto suena a esto o aquello, aunque básicamente el secreto está, al fin y al cabo, en que las canciones te cojan de los huevos y te dejen con el culo al aire. Y la colección de canciones que han parido la troupe formada por Patton Magee (Guitarra, Voz), Shaun Couture (Guitarra, Voz) , Alec Castillo (Bajo, Voz), Don Merrill (Organ, Piano, Voz), Austin Brose (Percusion, Voz) y Connor Mikita (Batería, Cencerros y Campanas) con la ayuda de John “Catfish” DeLorme (Pedal-Steel) y Andy Animal (palmaditas), y Oakley Munson en la producción, es una puta maravilla. Una colección de canciones que a todos los que hemos sobrepasado los cuarenta nos devolverá a los años de pubertad y descontrol hormonal. Un disco debut que vale su peso en oro, una banda que ya forma parte de mis bandas nuevas favoritas y que sin duda tienen el honor de ser el mejor antidrepresivo posible y porqué no decirlo el mejor vigorizante, ríanse ustedes del sildenafilo, ni pastillita azul ni pollas en vinagre, las once canciones del disco homónimo de The Nude Party se la ponen dura a cualquiera. Prueben, prueben…, y comprobarán ustedes mismos. Hay sonoridades claramente vampíricas con el garage rock primigenio de los sesenta, hay dejes a Jagger, a los Animals, a los Doors, a la Velvet Underground, a la British Invasion!!! guiños a Tom Verlaine, hay «la-la-las» que firmarían The Kinks!!!! Joder, no creo que esas botas en la portada sean causalidad …. Oh! he tenido una erección! perdónenme ustedes. Qué disco! qué maravilla! qué despelote! qué fiesta!
La inicial «Water on Mars» es definitoria. Resume y sintetiza lo que es esta banda para bien o para mal, en mi caso para bien, claro está. Del setenta canalla, pasando por los noventa molones a nuestros días. Un despiporre. El órgano del tema es de los de toma drogas y déjate llevar, esa voz, esa voz tan escandalosamente cojonudérrima, tan trippada, tan alucinógena, tan SanFrancisquera…. «Feel Alright» tiene ese riff de guitarra tan canalla e hijoputesco, tan velvetiano… que si Lou levantará la cabeza les besaría sin dudar un segundo. Un homenaje velado a la Velvet, una maravilla, esos coros, ese Nueva York en vena…. «Chevrolet Van» es rollingstoniana, hay mucho Jagger en ella, es una canción descomunal con unos teclados de lujo, un recitado de aúpa, un temazo al que solo bandas como Diamond Rugs se han podido acercar. Canallismo al cuadrado. «Paper Trail (money)» es un joya garagera que bebe de los Animals, incluso Them para acabar conectando con los Mods, con esos Kinks primigénios y gigantescos… esos coros, ese pa-pa pa-pa-pa… Me tiene loco, y qué final, qué tremendidad!!! Luego llega la brutal «War is coming» con ecos a los Doors. Temazo, favoritísimo. «Records» es otra cosa. Es una delicatessen bonica del to con toques más poperos, que me hace recordar a una banda que prometía mucho y quedó en el olvido, hablo de Razorlight, de su disco homónimo y lógicamente de su líder Johnny Borrell (ande estás alma cándida?) y que he recuperado con tino estos días. «Live like me» es más garage, más mover el esqueleto, más fiesta en pelotas. Y llega «Gringo Che» y nos trasladamos a los tiempos de Them y de Gloria: Viva!!! . Tarantinismo para «Wild Coyote», no duden que como caiga en las manos de Quentin la hará suya para alguna masacre…. aunque detrás de esas guitarras a lo Apache de los Shadows hay mucho de Artic Monkeys, pero mucho mucho…. «Astral man» es como: mira que podemos hacer… nos ponemos lisérgicos y ni Donovan ni Syd Barrett nos hacen sombra… como molan estos putos niñatos, son muy grandes!. La instrumental «Charlie’s sheep» cierra un disco sorprendente, un debut glorioso que puede quedarse en anécdota, en flor de un día pero que a pesar de eso no debemos perdernos y no tenemos que dejar de disfrutar. Un discazo señores terrícolas.
The Nude Party – The Nude Party (2018)
01.- Water On Mars/ 02.- Feels Alright/ 03.- Chevrolet Van/ 04.- Paper Trail (Money)/ 05.- War Is Coming/ 06.- Records/ 07.- Live Like Me/ 08.- Gringo Che/ 09.- Wild Coyote/ 10.- Astral Man/ 11.- Charlie’s Sheep.