…¿Quién es capaz hoy en día de lanzar al viento unos papapapa’s y unos shalalala’s como Majoros canta en Ocean Moon?. Con que desparpajo y sencillez lo consigue tejiendo una historia con tintes futuristas y kitsche al estilo de las aventuras de nuestro Major Tom…
No sé vosotros, pero la mayor parte de las veces soy más propenso a dejarme llevar por el pesimismo, a darle rienda suelta con discos que parecen acompañarme en esa tesitura. Lo raro es cuando encontrándome en ese estado de pérdida de esperanza y negatividad, unas melodías tienen la capacidad de sacarme a pasear por la cara más amable y cariñosa de la mañana, como si no exitieran los lunes, como si cada día fuera viernes, como si quitaran hierro a este apocalipsis absurdo que vivimos. Y eso amigos míos lo valoro muchísimo visto los tiempos que corren.
Hay pocos grupos que consigan manejarse por esas latitudes con inusitada excelencia. De los clásicos de toda la vida es más que obvio que a años luz de todos los demás están los Beatles por su capacidad para manejar nuestra psyche hacia el optimismo, y de la actualidad más reciente se me ocurre ahora mismo nombrar a GospelbeacH, pues este disco del canadiense Bill Majoros al frente de The Foreign Films consigue como ellos llevarnos a ese estado tranquilo y positivo, en su caso con un toque más british que californiano.
El artista no es conocido para la gran mayoría por estos lares a pesar de estar consagrado en su Canada natal gracias a su anterior disco triple titulado The Record Collector y del que recupera tres canciones para darles nueva vida en el contexto de este nuevo disco ya con una duración más asequible. Y la verdad es que no se queda atrás en cuanto a calidad se refiere pues Ocean Moon: New Songs and Hidden Gems es una joya, una carta de amor a unos artistas y a una época, los 60 y los 70, donde cada canción es cantada con inusitada luminosidad y donde todas las influencias desde George Harrison a Ray Davies, Bowie, pasando por Big Star. XTC, incluso Teenage Fanclub son destiladas con mimo remitiendo a tiempos pasados si, pero al mismo tiempo sin caer en los cómodos territorios del revival o la repetición descarada. Dicho de otro modo, este disco tiene su carácter y los pies en la actualidad.
La inicial Dream With Me Tonight nos devolverá descarádamente a la estación de Waterloo, soy consciente del homenaje, con cariño eso si, igual que Katie and the Crystal Hearts revela un excelente compositor y un fantástico intérprete capaz de manejar influencias muy manidas sin que nos den ganas de irnos al original y al clásico. ¿Quién es capaz hoy en día de lanzar al viento unos papapapa’s y unos shalalala’s como Majoros canta en Ocean Moon?. Con que desparpajo y sencillez lo consigue tejiendo una historia con tintes futuristas y kitsche al estilo de las aventuras de nuestro Major Tom como desvela más claramente con la maravillosa A Letter to our Future Selves, lo hace sin ningún intención de aleccionar, tampoco lanza ninguna crítica profunda sobre nuestro presente aunque traza paralelismos ingeniosos, y eso ahora mismo lo valoro pues ya nada puede decirse del lamentable estado de las cosas si no es que se pone al servicio de una buena canción. The Foreign Films consigue que pueda quedarme sentado en el borde del portal mientras el muy buen jangle de Birds in a Blue Sky me hace más agradable la espera ante el inminente choque. Y además lo bueno es que Majoros no se adscribe a ninguna corriente concreta en esto del pop y se sabe buen conocedor en todas sus facetas a través de arreglos cuidados al detalle ya sea con maravillosas partes de piano en Down On The Boulevard/Pinball Kid que me remiten a Bowie, como el saxo de Stars in Her Eyes entre Supertramp y los Beatles más épicos, o las armonías vocales que me recuerdan a la ELO en Dream Another Dream. Un disco luminoso, una maravilla.