Discos Críticas

Reseña del álbum ‘Goons west’ de The Popravinas.

…ideal para aquellos que son fans de The Replacements u otras bandas de escaso éxito comercial pero muy reconocidas entre aficionados selectos…

Estamos de suerte. Tras el extenso paréntesis posterior al «Everybody’s fault but ours» (2008), los californianos The Popravinas han pillado la directa y con metódica regularidad han cumplido por tercera vez la costumbre de publicar un álbum cada dos años: «California sonic» (2017), «Willy Nilly» (2019) y ahora ha llegado un muy recomendable «Goons west».

En este cuarto trabajo de los de Santa Mónica acentúan ese powerpop repleto de matices rocanroleros y de country alternativo que les caracteriza, ideal para aquellos que son fans de The Replacements u otras bandas de escaso éxito comercial pero muy reconocidas entre aficionados selectos. 

El single previo que sirvió para anunciarlo contenía esa especie de brújula musical que es «Do the creep», a la que se sumaba la brillante «Is there anybody, anywhere but here?» sobre altibajos existenciales. Con ellas confirmaban un equilibrio melódico muy personal e ingenioso, seguramente producido por la estable solidez de sus miembros a partir de las composiciones de Eddy Sill (bajo y voces) y los arreglos de John Adair (guitarras, voces, mandolina, teclados…), escoltados ambos por Dean Lyons (guitarra rítmica) y David Rogers (batería).

En «Fade out» y, muy especialmente, en «Self made derecho» no hay escapatoria de su adictivo sonido americano que alterna sensaciones rústicas y modernas, del mismo modo que en los matices rollingstonianos de «Feasibility holdout» o de una cantinela tabernera como es «Bunkin’ in Reno» que tanto invita a un billar, a un trago de whisky o a dejarse unas monedas en el casino.

Goons west, álbum de The Popravinas.

En el resto de temas hallaremos ecos de REM, Old 97’s, Wilco, Beach Boys, Soul Asylum… con mención especial para mi favorita «Minor resistance», ideal para asumir que, si nada lo impide, estamos ante una música que injustamente pasará desapercibida, confeccionada con el corazón de unos entrañables forajidos para minorías resistentes que se hallan al margen de la mediocridad comercial que impera en el mundillo musical. Ah, y que no se nos pase por alto ese delicioso colofón acústico que es «Flat side of low».  


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