Discos Críticas

Reseña y crítica de ‘Edición especial para zurdos’ de Rarito, nuevo trabajo de La Familia Horror.

…gracias a una tralla ramoniana que, con disciplina marcial, ha conseguido gestar un modélico, resistente e impermeable ejemplo de entretenimiento…

Se le llama «rarito» a aquel que es diferente, a aquel que no es corriente, a aquel que no es común, a aquel que desarrolla conductas extrañas… y también a aquel que, de manera muy inusual o poco frecuente, consigue destacar notablemente en una determinada materia.

De las mismísimas entrañas de Generador y Baby Horror ha sido concebido ahora Rarito, un engendro del que todavía no sabemos si se multiplicará su especie, pero sí que podemos confirmar que representa un ejemplar de especímen muy singular, un tipo de desecho para pasar un buen rato de cachondeo que, incluso, puede resultar ideal para elevar su volumen considerablemente y taladrar los pabellones auditivos de ese vecino amargado, desengañado de la vida y resentido con todo aquello que le rodea.

Rarito de la familia horror

La pregunta clave antes de diseccionar su contenido musical era saber cómo se puede englobar toda la esencia del Rarito en diez canciones con una duración total de 15 minutos (sí, sí, tan solo un cuarto de hora, ahondando en el proverbio de «lo bueno si breve, dos veces bueno»). Y lo cierto es que hemos constatado que se ha podido en la limitada «Edición especial para zurdos» de 300 copias que, además del Bandcamp de La Familia Horror, también se distribuye a través de Delia Records o Snap Records, y donde solamente tres piezas superan, levemente, los dos minutos, todo ello gracias a una tralla ramoniana que, con disciplina marcial, ha conseguido gestar un modélico, resistente e impermeable ejemplo de entretenimiento.  

«No toques mis cosas» refleja la tensión de la convivencia y «Manía» la animadversión social que puede derivar en marginación o insuficiente integración. Ya «Los miércoles» se encarga de simbolizar el sacrificio laboral mientras que el «Chaval de 50 años» confirma la llegada del llamado estado de madurez una vez superado el ecuador existencial.

Por supuesto, mención expresa para «El que no esté colocao», espectacular y profundo homenaje al inolvidable profesor Tierno Galván antes de la moralizante «Eres deprimente» o de la trascendental «Soy un fantasma» que, junto a «Qué lío de ritual«, son las únicas donde la voz principal no es de Annie Baby, sino de J. Horror

Finalmente, «Estoy harto» y «Nunca me tomas en serio» representan la indignación cotidiana del día a día, completando un ameno e ingenioso arsenal punk-rockero, ideal en esta era de urgencias, de estrés, de ansiedades, de angustias y de fatigas que estamos viviendo. Y sí, seguramente le cueste dedicarle más tiempo esta reseña al lector que escuchar a Rarito, motivo más que suficiente para prestarle oídos y verificar su rápido efecto piscoterapéutico. 


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