Robert Jon & The Wreck

Conciertos

Robert Jon & The Wreck arrancan su gira española con un incendiario show en Bilbao.

Robert Jon y sus secuaces suben al escenario de la sala superior del Kafe Antxokia, la Kutxa Beltxa, saludan en castellano, «hola» y con cara de satisfacción anuncian que tras varios años vuelven a España en una gira que empezaba en Bilbao en ese preciso momento, todo el mundo estaba preparado para el show.

Los cuatro músicos que dan cobertura a la guitarra rítmica y voz del titular empiezan a manipular sus instrumentos para en pocos segundos iniciar la conquista a un público ansioso de recoger sonidos sureños, californianos y country-rockeros, que es lo que esta banda sabe producir en cantidad y – sobre todo – calidad.

Ignoro los meses que arrastra Robert Jon & The Wreck de carretera, con este repertorio en las maletas. Pero la sensación de cohesión y poderío que derrocha la banda indica que el grupo está perfectamente engrasado y que las canciones salen de forma orgánica y natural, con fuerza y virtuosismo, un coctel que conquista al público más exigente.

Robert Jon y Henry James
Robert Jon y Henry James

Cabría esperar un repertorio en el que el último disco de la formación «Shine a light on me brother» (pinchar) tuviese un papel protagónico en la velada, pero lo cierto es que la banda ofrece un mosaico de temas extraídos de su discografía sin un leitmotiv basado en ningún álbum en particular.

Pronto empiezan a tomar la plaza, atacada con suculentos sonidos de guitarras, impactante base rítmica y elegantes líneas de teclados, con una clara y sincera esencia sureña y enraizada por bandera, alguna incursión funky, temperatura costa oeste y algunos ecos campestres.

Desarrollan temas como «Do you remember», «Hey Hey Mama», «High time», «Oh Miss Carolina», «Everyday», «Waiting for your man», «Old friend», «Shine a light on me brother», «Cold night»… Las canciones se alargan, que no se eternizan, se estira el frenesí sin caer en el bucle redundante en el que caen otras agrupaciones y el guitarrista Henry James se postula como un auténtico Guitar Hero que enciende al público con flamígeras partes guitarreras.

La sucesión de temas eleva la temperatura y la intensidad va subiendo conforme transcurre la velada, alcanzando un trepidante final que a todos nos pareció que llegaba demasiado pronto, tras algo más de hora y cuarto de concierto, único pero de la noche.

Como ya hemos apuntado, el acento del sur, el cálido aliento de California y el rock and roll de raíz americana se unen en la propuesta de Robert Jon & The Wreck, sugerencia que en vivo gana muchos enteros y que desde aquí aprovecho para recomendar sin ningún tipo de reserva, pues estos tipos prometen memorables noches de rock and roll esta primavera a lo largo y ancho del estado español.

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