Ravagers - Badlands

Críticas Discos

Ravagers llega desde Baltimore con su poderoso e infeccioso debut en larga duración.

…una decena de infecciosas coplas de fulminantes guitarras distorsionadas, con las púas recorriendo el mástil y prodigando punteos vertiginosos…

Es posible que los biorritmos de este redactor se encuentren en estado de derribo desde hace demasiado tiempo o que los niveles de ilusión rocen mínimos históricos. Además parece que el cansancio empieza a ralentizar los reflejos vitales de un servidor, lo que pone en bandeja el ascenso al poder emocional a la demasiada rutina existencial en que se desarrollan mis días últimamente. Las noticias, bulos y desvaríos que se amontonan en los titulares y tertulias tampoco animan a mantener la lozanía del espíritu.

Menos mal que el que suscribe conoce cura, o por lo menos analgésico, para las crisis del ánimo y los elevados índices de abatimiento. No lo recetan los médicos ni los homeópatas, no hace falta ser vegano y hasta donde se sabe el alcohol no está contraindicado, creo que la mayoría lo conoce, pero por si acaso: Rock and Roll.

La solución sanadora de estados cadenciosos de alegría que hoy traigo al Exile viene en forma de debut, se titula «Badlands» y está certificada por unos tipos de Baltimore que responden como Ravagers.

Ravagers

Aunque la formación lleva desde 2013 en activo y cuenta en su haber con algunos singles y EPs, no ha sido hasta este 2022 que ha sido publicado su primer larga duración, construido durante la pandemia y en el que depositan toda la carga de rock, punk y high energy pop que llevan por bandera.

Con la inflamable producción de Tuk Smith y el liderazgo del frontman y compositor Alexander Vincent Hagen, Ravagers dispara una decena de infecciosas coplas de fulminantes guitarras distorsionadas, con las púas recorriendo el mástil y prodigando punteos vertiginosos, ritmo anfetamínico y melodías contagiosas que culminan en vocingleros estribillos entonados a voz en cuello.

Temas urgentes y directos donde el inconformismo, la decadencia urbana o la premura existencial forman un nihilista leitmotiv. Portadores de un sonido energético que sigue los pasos de bandas como The Hellacopters, New York Dolls, Motorhead, Blue Oyster Cult, Turbonegro o incluso The Stooges; con estos precedentes creo que pueden hacerse una idea de los derroteros rudos y crudos por los que discurre esta fogosa, musculosa y grasienta banda.

Pletóricos y puntiagudos singles como «Down that road», «Nasty night» o «Shake the reaper» prometen dosis de noise energy suficiente como para calmar cualquier tipo de derrame anímico, aunque tal vez esta cadencia de estímulos se vea de repente inflamada por los demoledores riffs y las contagiosas líneas melódicas de Ravagers propiciando un efecto ciertamente impredecible.

Yo me dejo llevar, no está el horno para bollos ni tengo el tarro para sumergirme en frondosas reflexiones filosóficas ni en arengas renacentistas de ritmo lento y acento clerical. Ravagers disparan con cañón a todos los males con su incendiaria acción punk, glam, rock y también pop, hoy por hoy es la prescripción que necesito y no me voy a saltar ni una sola dosis.


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