Los australianos Civic presentan su segundo disco, un nuevo torbellino punk y rock.
…Soflamas que versan sobre temas de ácida y pesarosa actualidad, si bien la banda ‘no pretende derribar ningún muro ni barrera política‘…
El primer disco de la banda punk australiana Civic, titulado «Future Forecast» (2021) se quedó sin reseña por parte de un servidor y ésto es algo que en más de una ocasión me ha pesado; tal vez un día termine llegando.
En cualquier caso, para que no se repita la historia, no he permitido que ocurra lo mismo con el lanzamiento de «Taken by Force», segundo disco del grupo de Melbourne con el que dan un paso al frente con respecto al ya indómito y musculado precedente, ganando en sutileza y enjundia, sin perder sus fibrosos y aguerridos atributos seminales.
Producción atinada y encendida por parte de Rob Younger, histórico capitán de los fenomenales Radio Birdman, que pone especial énfasis en la fortaleza del sonido pero también en texturas y ambientación, logrando un paisaje sónico que se encuadra de manera perfecta y fluida con el mensaje del grupo en cuanto a textos y sonidos.
La banda no esconde sus preferencias y las expone con libertad y descaro: riffs rutilantes y sucios, punteos histriónicos y plenos de infección, estribillos vocingleros y efectivos y composiciones urgentes y fulminantes que salvo en tres excepciones hacen detonar su explosiva carga en menos de tres minutos.
Soflamas que versan sobre temas de ácida y pesarosa actualidad, si bien la banda ‘no pretende derribar ningún muro ni barrera política‘, según palabras de su compositor y vocalista Jim McCullough. No obstante, la lírica del disco tiene una ineludible pátina postapocalíptica – como bien indica la inquietante sirena que ruge en el primer corte del disco – y deja constancia de asuntos mayores y tan divergentes como la amenaza ecológica y climática o la destrucción que provoca el amor fracasado.
El álbum fue presentado hace varios meses por la incendiaria y vertiginosa «The end of the line» que marca de manera clara la línea que la banda pretende seguir.
Todo el disco es un continuo suma y sigue de flemáticos y espídicos temas de sinergia punk y rock, con un poco ortodoxo pero palpable tono críptico y una urgencia afilada y aguzada que se clava en el oyente como un puñal al rojo vivo en la viscosa superficie de un yogur.
Tomen nota de lo apuntado y no se pierdan feroces diatribas distorsionadas como la nihilista «Taken by Force»; la catártica «Fly song»; la suculenta y orgiástica «Born in the heat» o el último single que presenta el disco «Blood Rushes».
Actitud, juventud, tradición sónica, vanguardia, pegada y conciencia social, toda una forma de entender el rock con el inequívoco sabor de Australia, donde las guitarras braman con libertad y la libertad se adueña de los estribillos. Segundo disco de Civic, un grupo a tener en cuenta que ojalá podamos ver pronto en vivo por estos lares presentando este estupendo y fogoso «Taken by Force» que de momento recomendamos desde el Exile.
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