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Especial dedicado al ‘Raw Power’, tercer álbum de Iggy Pop & The Stooges, publicado el 7 de febrero de 1973.

… frente al buen rollo hippie, el «corazón lleno de napalm» de los Stooges atacaba al oyente negando cualquier utopía, sustituyendo las pancartas de protesta por la descripción inmisericorde de una realidad lacerante, cruda como el poder del título…

En febrero de 1973, días después de la firma de los Acuerdos de Paz de París, por los cuales Estados Unidos se comprometía a abandonar Vietnam —un fracaso monumental para la maquinaria bélica norteamericana que no pudo con un pueblo heroico y sacrificado hasta el paroxismo—, se publicaba Raw Power.

Si hasta ese momento se habían conocido decenas de canciones de los artistas más relevantes en las que se criticaba la invasión del país asiático, el encarnizamiento con que actuaba el ejército yanqui y otra serie de hechos (laterales o colaterales) relacionados con la guerra, el tercer disco de los Stooges era la Guerra del Vietnam llevada al rock and roll. No había juicios sobre el bien o el mal, sino el vitando latir que aquella confrontación armada había dejado en la sociedad americana, sí, pero, sobre todo, en los soldados que habían sido enviados al pandemónium en nombre de los intereses económicos camuflados de grandes ideales. Les suena, ¿no?

iggy pop raw power

Obviamente, otras lecturas pueden ser tan o más acertadas, pero lo que es incontestable es la música que contiene Raw Power, una de las obras maestras más absolutas que ha conocido el rock. Milagrosamente, mantenía el estratosférico nivel de Fun House, el anterior álbum de los Stooges, aunque Ron Asheton quedase relegado a las cuatro cuerdas al ser sustituido por el también excelente, pero diferente, guitarrista James Williamson.

La mítica imagen de Iggy Pop en la portada —animal distante, morboso y peligroso— presenta el sangrante y deletéreo ataque que inicia Search And Destroy —tema basado directamente en un artículo sobre la Guerra del Vietnam—, cuyo fuego destruye pero acendra al mismo tiempo. Gimme Danger es lo más cerca que jamás estuvieron los Stooges de una balada, aunque el resultado sea igual de amenazador y cortante, si no más, que Your Pretty Face Is Going To Hell, el salvaje y veloz tercer tema de la primera cara. Penetration, el último, nos invita a navegar por mundos alucinatorios y explícitamente sexuales, la hermosa pesadilla de un marine muerto de miedo en la selva, siguiendo con nuestra metáfora.

La segunda mitad nos ofrece el «auténtico rock básico» del que habla Iggy Pop y pone título al elepé, Raw Power; una nueva deconstrucción del blues, I Need Somebody, operación que ya había dado una pieza maestra como Dirt en Fun House; el mejor riff salido de la punzante guitarra de Williamson, Shake Appeal; y el viaje final a la perdición y el escombro, Death Trip, la vuelta al hogar vencido y humillado, aunque la victoria habría significado la misma miseria, la misma repelencia.

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Cierto es que, como afirma Jaime Gonzalo, Iggy Pop cantaba «al sadomaso y el sexo torturado, a la dominación y la sumisión, a la heroína, a la paranoia», pero el trauma y el horror bélicos se pueden medir según parámetros similares. Frente al buen rollo hippie, el «corazón lleno de napalm» de los Stooges atacaba al oyente negando cualquier utopía, sustituyendo las pancartas de protesta por la descripción inmisericorde de una realidad lacerante, cruda como el poder del título.

La miasma que desprenden la producción de Pop y la polémica mezcla final de David Bowie —en la que la base rítmica de los hermanos Asheton parece una fantasmagoría bajo los feroces punteos de Williamson y los alaridos de Pop— termina por completar un cuadro bellísmo hecho a base de elementos deprimentes y agresivos.

La remezcla de Iggy Pop dada a conocer en 1997 —a pesar de haber sido duramente criticado por Williamson y Ron Asheton— mejora el sonido original, pero pierde parte de su cualidad arcana sin dejar de ser —tampoco perdamos el norte— el de un álbum esencial. Sea de esto lo que fuere, con Raw Power en las tiendas, el punk, claro, estaba servido, aunque ninguno de los mejores discos que surgirá del movimiento —entre otras cosas porque el grupo de Detroit jamás hubiera formado parte de movimiento alguno que no fuera uno bautizado con su nombre— resultará tan inquietante y original como el trabajo de unos Stooges que, para aquel entonces, ya habían dado la partida por finalizada.

* Este artículo fue publicado por su autor en Ragged glory , y recuperado ahora por su 50 aniversario y por su plena vigencia.


2 comentarios

  1. The Stooges si hubieran tocado en Woodstock hubieran sido aun mejor difundidos de lo que fueron.
    Y eso que aun tienen su publico en todo el mundo ya que son las bases de cualquier sonido conocido despues.
    Los Stooges si eran hippies y su sonido lo demuestra constantemente pero es mucho mas agresivo arrollador tomando raices del garage rock pero rozando el punk.
    Yo siempre dije que los Stooges son rock psicodelico, blues psicodelico punk y rock & roll.
    Fun house demuestra todos esos sonidos, influencias e identidades.
    Son unicos y adictivos.
    A mi me preguntas, que grupo de rock o rock & roll te gusta o cual es tu favorito.
    Mi respuesta es clara. The Stooges.

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