The Wave Pictures – Bamboo dinner in the rain (2016)

…mantienen en el ADN la inconfundible influencia de Jonathan Richman y esa especie de folk-punk alternativo de los Violent Femmes, pero llama la atención que cada vez se acerquen más al swamp rock de nombres como la Creedence Clearwater Revival…

Lo del trío británico THE WAVE PICTURES lleva camino de ser estudiado por algún psicoterapeuta de reconocido prestigio que haya realizado algún master en intemperancia y desenfreno musical. A la vista está que estos chicos no conocen la fatiga, lo suyo con el pop-rock es puro vicio y, de seguir este ritmo, llevan camino de grabar el doble de discos que Bob Dylan. Los datos son claros y precisos, en poco más de diez años llevan casi la mitad de álbumes que el maestro de Minnesota en 54 años de legado discográfico.

A principios del año en curso publicaban un fallido “A season in hull” (digo fallido no porque fuera mal disco sino porque pasó muy desapercibido, acaso porque era más profundo de lo habitual y no lograba obtener el espíritu de espontaneidad, vitalidad e inmediatez que siempre les ha caracterizado). Y ahora los de Wymesmold van a concluir el 2016 con la reciente edición de otro álbum que lleva por título “Bamboo dinner in ther rain”, donde consiguen elevar el listón aunque probablemente sin llegar a aquel pico de nivel entre el “Beer in the breakers” del 2011 y el “Great big flamingo burning moon” del 2015.

Es precisamente a partir de ese último álbum, donde colaboró Billy Childish en la composición y producción, del que que recoge y siembra los principales matices de la actual evolución de David Tattersall, Franic Rozycki y Jonny Helm.

Por supuesto que mantienen en el ADN la inconfundible influencia de Jonathan Richman y esa especie de folk-punk alternativo de los Violent Femmes, pero llama la atención que cada vez se acerquen más al swamp rock de nombres como la Creedence Clearwater Revival, así como también al blues clásico o a las raíces más propias del folk-rock americano.

El disco comienza con una irresistible cantinela de blues fresco titulada “Panama hat”. Es notable e intensa una balada con órgano acompañante titulada “Hot little hand”. Hay reflejos a lo John Lee Hooker en “H.D.Rider”, así como vibrantes sonidos twang y sensaciones playeras en “Bamboo diner rag” o en el tema que da título a este trabajo.

Las guitarras que más podrían aproximarse a la banda de los Fogerty están en “Now i want to hoover my brain clean” mientras que el blues de “Pool hall” resulta elitista y moderno, crème de la crème, incluso con algún matiz que recuerda a Jack White. Entre mandolina y guitarra acústica es una auténtica delicia el instrumental “Meeting Simon at the airport”. Finalmente cierra el disco la que probablemente sea la mejor cantinela del álbum, un “The running man” donde se retuercen guitarras en plan Crazy Horse para dotar al álbum de consistencia e imaginación.

Ah, si hay alguien que con su tesón y calidad se está ganando el jornal en el mundo de la música de los últimos años esos son The Wave Pictures.