Crónica de los conciertos de Cat Club y Llorono en la sala 16 Toneladas de València durante la velada del 8 de febrero de 2022.
… un auténtico fiestorro de swing, rockabilly y rock&roll. Ya hay ganas de una próxima reunión.
Era una cita indispensable. A las reuniones de Cat Club siempre hay que asistir porque son de uvas a peras desde que se produjo la despedida en mayo de 2018, porque jamás decepcionan, porque siempre nos divierten y porque los valencianos han sido, al menos para el que suscribe, los mejores representantes del rockabilly cantado en castellano desde hace dos décadas. Y como no podía ser de otro modo, con la fuerza de la costumbre por bandera, en el templo rocanrolero 16 Toneladas que, por poco, no colgó el cartel de sold out.
Para calentar al personal tuvimos como teloneros a Llorono. Ojo con esta joven banda que se autodefine como indie para rockers o rock para indies, porque puede darnos futuras alegrías. Su juventud, su actitud, su tralla con un injerto de rock ‘n’ roll bastante diferente pero que entronca con clásicos felinos, nos sugiere que debemos seguirles la pista.
Como muestras dos piezas muy contagiosas, “Mi Pecera” y “La esfinge” que, si no me equivoco, se estrenaron el pasado verano. A ambas se sumaron “Y tú tan qué”, una curiosa melodía de connotaciones funkys como “Asalto” y dos gloriosas versiones como “Jeannie Jeannie Jeannie” de Eddie Cochran y una sorprendente adaptación de “I’m a Believer”, la composición de Neil Diamond que inicialmente llevaron al éxito internacional los Monkees en los años sesenta.
Y llegó el plato fuerte de la velada, el de una nueva reunión del trío valenciano formado por Miguel Angel Escorcia, Archie Boogie y Lucky Martínez, cuyo principal objetivo era celebrar el 20 aniversario desde que comenzaron como banda, motivo por el que estuvieron presentes piezas más antiguas de las primeras maquetas como “Por ti he sufrido” o “Todo lo que hago es llorar”.
Eso sí, para menear el esqueleto por la privilegiada asistencia no pudo empezar mejor la cosa con el cover del “Your Baby Blue Eyes” de Johnny Burnette o dos temas fundamentales como “Con el debido respeto” o “Historias del lado Este” que dieron títulos a sendos álbumes de 2009 y 2011.
“Si te vas», “Ven mañana” o “Mundo de locos” que dio título al álbum de 2016 se entremezclaron con el guiño, cómo no, a los Stray Cats en “My One Desire” de la fabulosa obra maestra homónima de debut, aproximándose más al trío neoyorkino de Massapequa que a la original de principios de los sesenta por Ricky Nelson, así como marchosos habituales del inolvidable primer álbum “Qué hay de nuevo, viejos”, como “Otra gata querrá rockear” o “Eres Cool”.
También hicieron acto de presencia “Rey por un día”, “Nunca he estado en Graceland”, “Mientras clavas tu puñal” donde brilló más que nunca el vozarrón de Scorcia, “No llores por mi” o la exquisita versión de Roberto Carlos «Amante a la antigua».
La recta final fue de traca con la siempre emotiva «Lady Blue» y dos himnos marca de la casa como “Presumida” y “Rockabillyland” con las que acabó un auténtico fiestorro de swing, rockabilly y rock&roll. Ya hay ganas de una próxima reunión.
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Tal cual… Cat Club no decepcionan nunca y Llorono es una banda a tener en muy en cuenta: con actitud y con aptitud.