The Sadies – Northern passages (2017)

…de The Byrds a los Long Ryders pasando por Johnny Cash, The Band, Buffalo Springfield, los Shadows o los Surfaris, todos ellos tienen cabida en esta innovadora propuesta rocanrolera… 

Los canadienses THE SADIES son uno de esos atípicos grupos musicales a los que se llega por un cruce de caminos, por recomendación del psicoterapeuta (como fue en mi caso hace 7 años) o a partir de un día en que, ¡zas!, se alinean las estrellas y se produce el flechazo. Es a partir de ese momento cuando resulta frecuente que aquellos privilegiados que han caído en sus redes incrementen extraordinariamente el aprecio y estima que sienten por el peculiar cóctel de sonidos que los caracteriza y que, al mismo tiempo, los diferencia del resto de bandas que cohabitan en el mundillo pop-rockero internacional. Es habitual también que desde ese día la música de los Sadies no les abandone e incluso les acabe acompañando mucho más que el mejor de los desodorantes.

Con este “Northern passages” que nos ocupa ya van por el décimo álbum, aunque su popularidad como grupo de culto data desde hace más o menos 10 años, concretamente desde la publicación de “New seasons” en el 2007. Después, con dos discazos del copón bendito como “Darker circles” en el 2010 e “Internal sounds” en el 2013 apuntalarían definitivamente su carismático estilo.

Belleza, melancolía, misterio y cierto halo de nebulosidad son algunos rasgos que contiene un disco que sigue la línea de sus dos álbumes precedentes y que, además, sirven para darle mejor significado a una preciosa portada donde adquieren protagonismo las manchas luminosas de una aurora boreal. En cierto modo esas tonalidades producidas por radiaciones solares podrían asociarse al eclecticismo que constituye la identidad de la banda de los hermanos Good y a los que se suman Sean Dean con el contrabajo y Mike Belitsky con la batería.

La conciliación de estilos como el country-rock junto a algo de surf o garage se difumina entre ilusorias representaciones playeras, taberneras o de westerns. De The Byrds a los Long Ryders pasando por Johnny Cash, The Band, Buffalo Springfield, los Shadows o los Surfaris, todos ellos tienen cabida en esta innovadora propuesta rocanrolera.

“Riverview fog” es para mecerse con ella, al igual que una milagrosa “Good years”, de mayores tintes folkies. Entre la colaboración de Kurt Vile y los arreglos “It’s easy (like walking)” acaba siendo adictiva, tanto como “As above, so below”, “Questions i’ve never asked” o “The elements song”, esta última quizás mi favorita del disco.

Por su parte, en “Another season” y “There are no words” elevan considerablemente la potencia. Con “Through strange eyes” exhiben su cara más western y, al mismo tiempo, más enfocada a las raíces americanas. En una cantina del Viejo Oeste podría sonar una maravilla como “God bless the infidels” mientras que como un trago del mejor bourbon es el colofón instrumental “The Noise Museum”.

Tal y como viene siendo costumbre en ellos, este disco lleva implícito un riesgo, y es el de que ninguna de sus canciones será un éxito casi con toda seguridad. Pero apuesto que ese riesgo está asumido y aceptado totalmente por sus componentes. Al fin y al cabo ni falta que les hace la popularidad para continuar provocando admiración entre nuevos y veteranos seguidores que disfrutamos del humilde y original talento que rebosa en The Sadies.

* Texto: Juanjo Mestre. Publicado originalmente en el siguiente enlace del Espacio Woody/Jagger.