Conciertos

…tanto el álbum como la gira o este concierto en particular deberían pasar a los anales de lo mejor de la música española. Y si cabe todavía más ese final con las escalofriantes ‘Sarajevo’, ‘Intrusos’ y ‘Somalia’, de una intensidad bárbara. Para colmo ‘Exilio» como definitivo recuerdo a Jesús Arias fue galáctica, sublime en el bis…

Leía en la página de Lagartija Nick durante la víspera de la actuación que, tal y como venía siendo habitual en los conciertos de presentación de «Los cielos cabizbajos«, sería Ángel Arias quien se encargaría de abrir la velada con una pieza titulada «Pikadon (flash-boom)«. Ahí descubrí —nunca deberíamos acostarnos sin haber aprendido algo realmente interesante— que Pikadon es un vocablo oficializado en el diccionario japonés a partir de la detonación de las bombas atómicas en la Segunda Guerra Mundial, que Pika significa «fogonazo, flash, resplandor«, y que Don significa «explosión, ruido ensordecedor».
Fueron entre veinte y treinta reflexivos minutos de Pikadon, de fogonazos sonoros, de gritos, de efectos especiales… en La Mutant, la sala que había colgado el cártel de «entradas agotadas», unos minutos que sirvieron meticulosamente para acomodarnos y prepararnos de forma concienzuda para lo que tenía que llegar: el desarrollo de un poema sinfónico basado en indignos hechos históricos por el decadente comportamiento humano, sucesos viles marcados a fuego lento que incluso han provocado el abatimiento y la consternación de la madre naturaleza y de la bóveda celeste.

Con lógica metódica prosiguió el arranque del directo de la última obra discográfica de los granadinos, el homenaje póstumo a una parte del material que dejó Jesús Arias. Con la presencia invitada y el protagonismo de ocho miembros del Coro Santa Cecilia del Grao más un cuarteto de cuerda y un trío de viento de la Orquesta de Alboraia comenzó «Nagasaki«, la última partitura que dejó escrita Jesús la misma noche de su muerte, preludio de unas «Buenas noches Hiroshima» repletas de cielo y fuego, de exterminio, de muchos muertos y de un triste amanecer.

Un paréntesis para ajustar sonidos sirvió para que Antonio Arias y Juan Codorniu se marcaran en pleno 28 de febrero su homenaje al día de Andalucía con la extraordinaria adaptación de las jornaleras y proletarias sevillanas, esa que nos habla de que sigue sangrando la herida que la historia no cerró, reivindicando que «Soy de otra Andalucía«, uno de los megatemazos pertenecientes al fabuloso «Crimen, sabotaje y creación» del 2017.

Después, ya sin pausas, comenzaría episodio tras episodio, el mapamundi del horror. Silencio, oscuridad, infierno, sangre… «Acción y reacción«, la parte mística y cosmológica de «Europa IO« y uno de los momentos culminantes y más emocionantes de la velada: enorme y apoteósica «Guernika 2019«, auténtica comunión de rock y orquesta antes de esa llamada a la resistencia que es «Este es el plan«.
De los diarios de ultratumba de Jesús surgió «Dresden«, sorpresa inspirada en versos de Nietzsche, una pieza inédita con el coro envolviendo todo el recinto. La crítica al sistema en «Nueva York«, el oasis para la reflexión con la voz invitada del Che Guevara en «Ola equivocada« no faltaron a la cita.

Tanto el álbum como la gira o este concierto deberían pasar a los anales de lo mejor de la música española. Y si cabe todavía más ese final con las escalofriantes «Sarajevo«, «Intrusos« y «Somalia«, de una intensidad bárbara. Para colmo «Exilio« como definitivo recuerdo a Jesús Arias fue galáctica, sublime en el bis. Ese «aunque te esconda en mis pupilas hasta el día del juicio final», ese «llora la madrugada», ese «gime la noche», ese «no poderte alcanzar en tu nuevo destino»… se convirtió en un extraordinario y entrañable final. Sinceramente creo que un servidor vivió un hecho único e histórico, la grandeza de «Los cielos cabizbajos« y la confirmación una vez más de que Lagartija Nick son palabras mayores.

* Todas las imágenes y vídeo del archivo personal del redactor Juanjo Mestre.



Un comentario

  1. Muchas ganas de asistir a este poema sinfónico. Me imagino que pasarán por aquí, pero sino habrá que buscar fecha y lugar y hacer viaje.
    Perfectamente contado en tu crónica, gracias.
    Abrazos.

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