Los Despiadados - En el fondo de mi ataúd (2023): ¿qué son 33 años?

19 de octubre de 2023
Autor: Vince Martinez.

Nada. 33 años no son nada… y aquí están Los Despiadados para demostrarlo con ‘En el fondo de mi ataúd’, disco compacto que ha visto la luz recientemente en el sello BC Records.

Hablar de Los Despiadados es hacerlo de una banda fundamental en la historia del psychobilly y del neorockabilly español, lo cual tiene su punto curioso pues esa importancia la consiguieron con un único álbum en su historial, el indiscutiblemente imprescindible ‘Do The Despiadado: a Rockabilly Compilation vol. 13’ (no les faltaba guasa a los chavales) publicado en 1990 por La Rosa Records, con reedición en 1997 a cargo de Dial Discos; más alguna aparición en recopilatorios, como en el muy reivindicable ‘Spanish Cats’ de 1996 de la disquera Burning Crew…

Tras aquel primer LP, simplificando bastante la historia, llegó la mutación a 56 Hamburguesas, donde pasaron varios miembros de Los Despiadados, dejando de lado el psychobilly con tintes neorockabilly para pasar a practicar un neorockabilly más estricto, divertido y bailón, muy propio de la época… Pero esa es otra historia y hoy no toca.

Ahora, 33 años más tarde, cuando Los Despiadados era una banda que parecía enterrada dentro de su ataúd, aunque bien recordada por quienes habían disfrutado en su momento de este trío madrileño y por aquellos que han podido ver en directo o disfrutar del par de compactos publicados de Los D-56, banda liderada por Juanma Despiadado, quien fuese voz y guitarra de Los Despiadados, llega ‘En el fondo de mi ataúd (regreso a El Valle de Los Despiadados)’, que ese es el título completo del disco compacto que nos ocupa.

A ver, para dejarlo ya claro desde este mismo momento, no es que Los Despiadados hayan decidido reunirse y volver al estudio de grabación y a los escenarios. Lo que han hecho es un acto de justicia desenterrando grabaciones de estudio de los años 1988, 1989 y 1992 que permanecían inéditas, durmiendo el sueño de los justos, y entregárselas a Lauren Jordán para que este se encargase de resucitarlas y masterizarlas… ¡Y a fe que lo ha conseguido!

Los Despiadados, junto con Lauren Jordán

Así pues, lo que tenemos en el brillante artefacto son 13 cortes que ven la luz del día por primera vez de manera oficial más ‘Callejón del amor’, que ya iba en su primer álbum, como bonus track y que podríamos separar en tres grupos atendiendo a su año de grabación.

De 1988 datan los 4 primeros cortes del disco, grabados en los Estudios Audífono: ‘Lejos de mi’, ‘No soy como tu’, ‘Surf a media noche’ y ‘Risas en el cementerio’.

Del año siguiente, 1989, son los temas que ocupan las posiciones 5 a 8, más 13 y 14 del tracklist, que se grabaron en directo en los Estudios Talback: ‘Miradas extrañas’, ‘Canción de cuna (para un cadaver)’, ‘Dinosaurio surf’, ‘Ninguna luna más’, ‘Do The Despiadado’ (que es un instrumental) y ‘Callejón del amor’.

Finalmente, los cortes restantes, es decir los que van del 9 al 12, son de 1992, de nuevo grabados en los Estudios Talback, también en directo: ‘Ecos de tu voz’, ‘No puedes ser mi nueva Peggy Sue’, ‘Más y más’ y ‘Estoy seguro’.

Es importante señalar que el resultado es plenamente homogéneo y no encontramos cortes que desentonen en el global del disco pese a la diferencia de 4 años entre los más «viejos» y los más «jóvenes». Sin duda, gran parte de esa homogeneidad reside en que los integrantes del trío fueron siempre los mismos, con JuanMa Despiadado a la voz y guitarra, Edu ’56 al bajo y coros, más Carlos JB encargándose de la batería.

Sí, se aprecian diferentes influencias, pero los temas son siempre fácilmente identificables como «denominación de origen Despiadados» sin importar, insisto, el año de grabación. ¿Y cómo podríamos definir esa «denominación de origen» para quien nunca haya escuchado a este trío madrileño? Pues como una mezcla de neorockabilly con clara querencia psychobilly y, a la vez, con ciertas reminiscencias a ese rockabilly con tintes pop que hacían por ejemplo Aristogatos (o los Duncan Dhu de su primer LP, que casi viene a ser lo mismo).

O sea, metes en una coctelera toda la fuerza y rabia de bandas como The Cramps y The Meteors, añades una buena dosis del aire fresco que supuso en su tiempo el neorockabilly de los Stray Cats o The Polecats, más unas gotas de ese rockabilly cercano al pop de Duncan Dhu y esa alegría en el ritmo sl estilo de Dinamita Pa’ Los Pollos para rebajar el cóctel explosivo a límites tolerables por el ser humano, agitas la mezcla al ritmo de lo que se dio en llamar «Spanish rockabilly» en los 1980’s y 1990’s… y lo tienes listo para servir.

Vaya, por poner unos cuantos ejemplos concretos para quien realmente no haya escuchado nunca a Los Despiadados: ‘Surf a medianoche’, ‘Risas en el cementerio’, ‘Canción de cuna’ o ‘Dinosaurio surf’ son pelotazos del mejor psychobilly del momento; ‘Miradas extrañas’ podrían haberla grabado los Duncan Dhu de cuando «Por tierras escocesas»; mientras que ‘Ninguna luna más’ trae recuerdos a los primerizos Dinamita Pa’ Los Pollos… Y el nexo de unión de todo ello es el ritmo neorockabilly tan propio de los años en que se grabaron estas canciones.

Pero, oye, lo mejor de todo es que suenan a Los Despiadados. Es decir, que de todas sus influencias crearon un sonido propio muy reconocible.

Me gustaría destacar en la parte técnica el gran acierto que desde mi punto de vista es el haber dejado el bajo tan presente, tan audible, lo que le da una potencia y una personalidad muy marcada a las canciones. Igualmente creo que merece ser señalado que no se aprecian variaciones en la calidad ni en la potencia del audio entre los temas grabados en diferentes años y estudios. Al excelente trabajo en lo sonoro hay que añadir una edición física de calidad, con libreto incluyendo letras de canciones y una buena colección de fotografías.

Creedme, este ‘En el fondo de mi ataúd (Regreso a El Valle de Los Despiadados)’ es un discazo tremendo, con un sonido realmente bueno y sin ningún tema que flojee ni lo más mínimo. Altamente recomendable este segundo álbum en la carrera de Los Despiadados. Queda escrito.