Conciertos

Crónica del Barcelona Rock Fest de Santa Coloma de Gramenet con los conciertos de Cavalera, Pantera, Deep Purple, The Baboon Show, The Warning, El Drogas, Motosierras, Wolfmother, Ktulu…

Presumo de tener un gusto muy ecléctico y variado en cuestiones musicales, así que a priori nunca me han llamado los festivales muy centrados en un solo estilo. El Barcelona Rock Fest se celebra en Santa Coloma de Gramenet, donde resido. En él han tocado muchas de mis bandas favoritas a lo largo de los años. Y por unas cosas o por otras sólo había podido asistir un par de veces. En la edición de 2024 decidí que iba a cubrir el festival a fondo, sumergirme profundamente en el mundo del Metal, interaccionar lo más posible con el público, y disfrutar sin prejuicios de todos los estilos del género. En mi pasado adolescente el Heavy Metal tuvo una gran importancia. Aunque al final es posible que me centre más en las bandas más rockeras, o Punk rockeras, porque es del mundo del que vengo.

El Jueves por la noche el recinto de Can Zam abría sus puertas al público para disfrutar de un par de conciertos extras. El Drogas y su banda saltaron al escenario con muchas ganas de ganarse al respetable desde el principio. El repertorio se centró en temas de Barricada que todo el mundo conoce y corea a voz en grito. Y si tienes un repertorio matador y una banda solvente, la victoria está asegurada. Txus Maraví se lució a la guitarra, Eugenio Aristu Flako estuvo al bajo y contaban con un batería nuevo llamado Nahia Ojeta, que cumplió perfectamente. Después del buen concierto de El Drogas cerraron Metallijam, una entusiasta banda homenaje a Metallica.

El viernes arrancamos bien temprano con el concierto de unas leyendas del Punk Rock underground barcelonés. Motosierras jugaban en casa y sólo disponían de media hora de bolo, tiempo más que suficiente para despertar al personal y poner las pilas a la organización del festival. Actitud punk-rocanrolera, tablas, agresividad y un sonido poderoso. Morton escupió sus temas muy bien acompañado por Joni a la batería, Prebe al bajo y Xavi a la guitarra. Sonaron engrasados y dejaron al público con ganas de más. Nene de Barna, Esta noche, la Playa de los surfers muertos, I don’t remember you, No lo hagas más o su abrasiva versión de Santa Coloma I Reich volvieron a demostrar que cuando quieren pueden ser la mejor banda de Punk Rock del extrarradio barcelonés.

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Motosierras. Imagen de Jonatan Jiménez

Los italianos Rhapsody of Fire tuvieron un muy buen sonido, pero no acabaron de engancharme con su Power Metal sinfónico. Kontrust sorprendieron con sus trajes típicos al estilo tirolés y su mezcla de estilos. Una banda abierta a cualquier tipo de influencia. En la carpa Rock Tent tuvieron lugar alguno de los conciertos que más he disfrutado en el festival. My Own Ghost sonaron potentes, con algún toque de sonido industrial y la garganta privilegiada de Julie Rodesch liderando a una banda potente. Massive Wagons pusieron el contrapunto rockero y festivo en un festival dominado por la seriedad de los grupos de Heavy Metal. Barry Mills pareció disfrutar y su actitud contagió a un público curioso y receptivo.

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Massive Wagons. Imagen de Jonatan Jiménez

No pude disfrutar mucho del concierto de los ingleses, ya que tenía muchas ganas de volver a ver a los hermanos Cavalera. Fueron los más grandes durante sus años dorados con Sepultura y no decepcionaron en absoluto en Santa Coloma. La familia está más unida que nunca con la incorporación al bajo del hijo de Max, Igor Amadeus. El repertorio estuvo centrado en los primeros discos de Sepultura y el público disfrutó de la entrega de los brasileños. Bestial devastation, Morbid visions, Refuse Resist, en fin, Trash Metal a toda castaña y satisfacción generalizada. Para muchos el mejor bolo del Viernes.

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Cavalera. Imagen de Jonatan Jiménez

Primal Fear sonaron potentes y no bajaron el pistón en ningún momento, pero no acabaron de engancharme. Todo lo contrario que Crisix, los de Igualada salieron a ganarse hasta al último despistado que pululara por el festival, y vaya si lo consiguieron. Sonaron bien y dieron todo un espectáculo. El momentazo con Javi Carrión tocando la batería en una pequeña plataforma que sostenía el público fue brutal.

KK’s Priest ofrece en directo todo lo que promete, repertorio Judas Priest con uno de sus miembros más significativos y una banda solvente con un Tim “Ripper” Owens que está pletórico con su garganta. Mi último concierto del día fue el de W.A.S.P., y fue un poco decepcionante ver a Blackie Lawless sentado en una especie de taburete y con la movilidad reducida a causa de sus problemas de espalda, esperemos que se recupere bien de la cirugía y que ofrezca shows más enérgicos en el futuro.

El Sábado comenzó con los incombustibles Ktulu dándolo todo y demostrando su vigencia como banda de referencia para los grupos más jóvenes que les tienen como influencia. Willy sigue siendo un frontman solvente y mantiene firme el timón de una nave con más de 37 años en activo. Eclipse contentaron a los fans más melódicos del Hard Rock, pero los que consiguieron los primeros momentos de entrega del público fueron la banda del incombustible Ross the Boss, que tirando de clásicos de Manowar , y con un notable trabajo de Marc Lopes a la voz y Dirk Schlächter de Gamma Ray al bajo, calentaron al personal.

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Ktulu. Imagen de Jonatan Jiménez

El Hard Rock setentero de Wolfmother desengrasó los oídos del público heavy, y lo llevó a un mundo básico del Rock en el que los power tríos se bastan y sobran para demostrar que su Rock, con algún pequeño toque progresivo y mucha psicodelia, puede con todo. Andrew Stockdale estuvo espléndido a la guitarra y la voz, y los nuevos miembros de la banda sonaron muy bien. Temazos como Dimension, Victorious, Joker & the thief o sobretodo Woman sonaron a gloria y nos dejaron con ganas de más.

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Wolfmother. Imagen de Jonatan Jiménez

Michael Schenker salió a escena sabedor de que tenía al público entregado de antemano. Basó el setlist en temas de la primera época del Michael Schenker Group. Una decisión un poco sorprendente teniendo en cuenta que el vocalista era Robin McAuley, y no tocaron nada de su época en la banda. Para decepción de muchos tampoco tocaron nada de su etapa en UFO. En fin, para mí, demasiados gorgoritos y demasiada exhibición guitarrística.

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Michael Schenker. Imagen de Jonatan Jiménez

Angelus Apatrida fueron junto a Pantera los grandes tiunfadores del día. Los de Albacete salieron a matar desde el primer momento, y su Trash Metal enganchó a todo el público. Consiguieron las imágenes más impactantes del público con un mosh pit brutal y la gente disfrutando como niños. Se entregaron del todo y acabaron emocionados ante la respuesta del público, sabedores de que habían hecho uno de los conciertos más importantes del festival. Cold, Give ‘em war, Rats o You are next destacaron en un repertorio perfectamente estructurado.

Nunca he sido fan de Europe. Siempre rechacé sus gomosos hits ochenteros, sus pelos crepados y sus teclados. Pero hay que reconocer que en 2024 ahí siguen, fieles a su público, y posiblemente sonando más rockeros que nunca. El público disfrutó y convirtió el concierto en un karaoke masivo que ayudó mucho a la labor de Joey Tempest. Muy profesionales, con muy buen sonido y defendiendo también repertorio más reciente. Me gustó el guiño a Coverdale con Here i go again intercalado en Superstitious.

Tengo sensaciones enfrentadas del concierto que ofrecieron Deep Purple. Por un lado el aura de misticismo que tienen como banda fundamental en la historia del Rock, a veces te distrae de su presente, que es bastante pobre. No tengo nada en contra de que sigan adelante mientras quieran. Se lo han ganado. Pero es doloroso ver como Ian Gillan sufre tanto con su voz para estar a la altura de unos temas míticos. Roger Glover, Ian Paice, Don Airey y el nuevo guitarrista, Simon McBride; estructuran el set list y construyen los temas para que Gillan pueda aguantar el concierto, y puede que verlos a ellos solos en concierto sea una experiencia más placentera. Pero enfrentarlos en un festival a bandas en un gran momento de forma es un contraste un poco doloroso. Abrieron con Highway Star y tocaron clásicos como Lazy, Space Truckin’, Black night y Smoke on the water.

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Deep Purple. Imagen de Jonatan Jiménez

Pantera era el gran reclamo del festival. Muchos años sin tocar en Barcelona, y con la excepción del Resurrection del año pasado, muchos años sin tocar en España y muchas ganas de corear esos temas con los que muchos de los más talluditos hemos crecido. Los problemas internos, los dramas personales y las dolorosas pérdidas están presentes, pero forman parte del pasado. Los sustitutos de Dimebag Darrell y su hermano Vinnie Paul son los mejores posibles. Zakk Wylde es un guitarrista de calidad contrastada, y bajo mi punto de vista el hombre más indicado para tocar la guitarra en Pantera, y Charlie Benante estuvo espectacular a la batería. Rex Brown y Phil Anselmo convierten cada show de Pantera en un homenaje a sus compañeros fallecidos, y desde la intro inicial hasta el final se sucedieron los discursos y los videos de reconocimiento.

El concierto empezó con un pequeño retraso que nos puso un poco nerviosos debido a problemas con las luces del escenario. Pero desde el comienzo vimos que estaban en plena forma y con ganas de hacernos disfrutar. A New Level, Mouth of war, Strength Beyond strength, Becoming, una furiosa I’m Broken, 5 minutes Alone, This Love, una estupenda Floods, Walk con miembros de Dark Funeral a los coros, Cowboys from Hell y Fucking Hostile. Faltó algún clásico pero estuvieron muy bien.

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El Domingo el cansancio era evidente. Hubo algo menos de público y gente más joven, puede que la inclusión de bandas como Parkway Drive o The Warning contribuyeran a ello.

Sufrí por los componentes de Abbath, tocaron a pleno sol con las corazas, el cuero y el maquillaje. Pensé que se iban a derretir. Vi un rato a los brasileños Ratos de Porao en la carpa, siguen siendo unos bestias y contentaron a su numeroso grupo de fans.

Tenía muchas ganas de ver a The Warning en directo. Las hermanas Villarreal se han convertido en todo un fenómeno, cada vez tienen más público y más reconocimiento. Comenzaron un poco titubeantes, pero ayudadas por un sonido que fue mejorando y subiendo en potencia, acabaron por contentar al público. Estuvieron muy comunicativas, especialmente Paulina, la batería. Daniela nos mostró un buen arsenal de guitarras, y quizás la más discreta fue Alejandra con el bajo. Tocaron algún tema de su nuevo disco y algunos de los mejores temas de su corta trayectoria. Choke, Qué más quieres, Queen of the murder scene, Automatic Sun o Evolve. Estuvieron bien, pero estoy seguro de que deben de ganar mucho en una sala.

The Warning. Imagen de Jonatan Jiménez

Hatebreed estuvieron matadores. Sonaron brutales y se ganaron al público desde el principio. Los norteamericanos tocaron temas como Last Breath, I will be Heard o Everyone bleeds now, y se permitieron el lujo de hacer una versión de Ghosts of war de Slayer. Jamey Jasta salió del escenario visiblemente satisfecho, sabedor de que su banda sería recordada como una de las mejores del festival.

Hatebreed. Imagen de Jonatan Jiménez

La verdad es que no pude ver mucho de los conciertos de Gamma Ray y Blind Guardian, pero a los que no quería perderme era a The Baboon Show. Las otras veces que les he visto siempre han dado un gran espectáculo. Tienen en Cecilia Boström a una de las mejores frontwomans de la escena musical. La banda suena pletórica y tienen un repertorio plagado de canciones perfectas para corearlas puño en alto. Empezaron con The Shame, y ya todo fue una fiesta con God bless you all, Oddball, Me, Myself and I, Queen of the Dagger, Gold, It’s a sin, Hurray, la fantástica Same old story, You got a problem without knowing it, No Afterglow, Rolling, Playing with fire y un gran final con su himno Radio Rebelde. Cecilia surfeó por encima del público, cantó con las primeras filas y se vació como siempre en el escenario. Bolazo.

Sólo pude ver el final del concierto de Soziedad Alkoholika, y le dieron a la gente lo que quería, canciones antiguas, protesta social y diversión. Tienen más fans que nunca y parecen incombustibles. El cansancio me impidió disfrutar del concierto del grupo de Metalcore australiano, Parkway Drive. El concierto fue espectacular, sobre todo en lo que tuvo que ver con el sonido y los efectos especiales que utilizaron, como el fuego y las explosiones. Su vocalista, Winston McCall interactuó mucho con el público y mostró muchas tablas y carisma. Fue un concierto espectacular para cerrar las actuaciones en los escenarios grandes.

Motörhits cerraron el festival desde la carpa y pusieron el cierre a una edición del Rock Fest que ha supuesto una vuelta a la primera división de los festivales metálicos del país. Esperemos que sigan por el camino del éxito.


2 respuestas

  1. Bueno eso de que Pantera llevaban 24 años sin tocar en España…. El concierto del Resu el año pasado no cuenta?????? Ya se ha independizado el Vivero? Y eso que llaman a los catalanes indepes…

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