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Noticia sobre Robyn Hitchcock y su álbum de versiones ‘1967: Vacations in the Past’.

Una vez más, y van muchas, no deja de sorprendernos el incombustible Robyn Hitchcock. Si el pasado año publicó su primer álbum instrumental «Life After Infinity» que reseñamos en primicia aquí en el Exile, ahora ha lanzado «1967: Vacations in the Past», una colección de versiones de 1967 a las que se ha sumado una canción original suya, la que da título al álbum y que ha sido grabado para acompañar sus memorias, “1967: How I Got There and Why I Never Left”.

Sobre el mismo, Robyn ha manifestado que «1967 fue su portal entre la infancia y el mundo adulto, donde estas canciones parpadeaban en el aire para saludarme como colibríes. Están llenas de color saturado y melancolía, justo cuando estaba cargado de hormonas y arrepentimiento mientras una parte de mí se despedía de la otra. Tal vez alcancé mi punto máximo entonces, en la supernova de la niñez, el agujero negro del mundo adulto me esperaba con su mentalidad de estrella enana, todo beige, infierno y compromiso. Desde entonces, he vagado por debajo del resplandor del día…»

robyn hitchcock 1967

No acaba ahí su presentación: «Con «Waterloo Sunset» encendí la lámpara de medianoche, añoro ese momento. «A Whiter Shade of Pale» es el fantasma pálido que me persigue en el crepúsculo de verano, hasta el río donde el espectro de «See Emily Play» juega, como Ofelia, con hebras de algas verdes. ¡Mira, están llenas de pececillos muertos! ¡Mira, ahora está colocando tiras húmedas sobre su cabello!»

Y prosigue Robyn: «Por coincidencia, el mundo estaba cambiando tan rápido como yo, y la música encarnaba ese cambio. Al mundo le creció el cabello, se infundió con nuevos deseos y salió de su nido gris para probar su nuevo plumaje multicolor. Todos nos estrellamos eventualmente, pero al menos algunos de nosotros despegamos primero: si solo nos quedan ansias y una sensación de pérdida, bueno, que así sea. 1967 es un corazón fantasma que brilla dentro de mí, iluminándome como una lámpara en un buen día. ¡Hasta luego, mamá! ¡Gracias, papá! ¡Me voy al infinito! Por favor, deja mi cena en el horno. Os quiero.»

Además de las mencionadas de The Kinks, Procol Harum o Pink Floyd, incluye otras preciosas versiones de ese 1967, como por ejemplo de Small Faces, Jimi Hendrix, The Move, Scott McKenzie, Tomorrow, Traffic, The Incredible String Band o The Beatles.


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