Dudo mucho que la mayoría de sesudos críticos y catedráticos musicales especializados que asolan este mundo citen el primer álbum de THE HOUSE OF LOVE como una de las grandes obras maestras de la música popular de los ochenta. A lo sumo algún osado quizás lo mencione como un gran disco o, en todo caso, como el mejor de esta banda inglesa de Islington.
En cambio a mi juicio y gusto es obra capital de la mencionada década. Un trabajo con una carga de sensibilidad desbordante, repleto de matices en todo su contenido. A la portentosa voz de Guy Chadwick, cercana a los registros de Ian McCulloch, se acompañan brillantes guitarras con cambios de ritmo sorprendentes. En cierto modo me recuerda al extraordinario “Heaven up here”, la obra maestra oculta de los Echo & The Bunnymen, al que se le sustituirían las oscuras tendencias por sensaciones frescas y cristalinas.
El aporte del guitarra Terry Bickers fue determinante en la grandeza de este disco antes de su airada ruptura con el susodicho Guy Chadwick, auténtica alma mater de The House Of Love. Las influencias de los Jesus & Mary Chain resultaron evidentes así como también ramalazos velvéticos de esmerada intensidad o del dream pop de gente como Cocteau Twins. Además cuenta la leyenda que en las sesiones de mezcla de la obra que nos ocupa hubo abundante consumo de LSD que provocó desencuentros con el productor y de los que quizás se podría especular que fueron bastante decisivos en el brillante resultado final.
«The House of Love« me sigue pareciendo un trabajo sublime, imprescindible, de los que ganan con los años, pionero del mejor pop neo-psicodélico alternativo, con detalles de trampolín hacia el noise-pop y, sobre todo, de enorme influencia en buena parte de la música independiente que se facturó a lo largo de la década siguiente mucho antes de que el término indie cayera progresivamente en una creciente mediocridad. Aquella promesa a la que los medios británicos encumbraron en un abrir y cerrar de ojos como posible rival de U2 o de grandes grupos más asentados se iría diluyendo de forma gradual pero me atrevo a conjeturar que si aquel primer Lp hubiese sido parido y grabado por alguna de las bandas más exitosas de finales de los ochenta o principios de los noventa estaríamos hablando seguramente de un reconocimiento generalizado. Su segundo álbum de 1990, el de la mariposa, fue más popular como disco de larga duración y, aunque mantenía una línea similar, su producción más colorista le hizo perder la fantástica y original sencillez de este maravilloso primer viaje a la casa del amor.
THE HOUSE OF LOVE – «The House Of Love» (1988) – 9’2/10
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A algunos nos ensechó a usar novillos de diferentes pelajes y a tejer con ellos algo indefinido: El Rock de los 60's/70's, el Punk, el Pop, la Psicodelia. Creo que ellos y The Church le dieron otro punto de vista y sin discos como este, a mucho nos hubiera sido compaginar delicadez y ruido.
Cierto, hermano, una delicia, un incunable. Ya no se hacen discos como el primero de los House of Love o, al menos, yo ya no recibo el impacto súbito de delicias como ese.
Para mi, un disco que tiene lo mejor de los Cure, de los Smiths, de Joy División, e incluso The Chameleons, Jesús and Mary Chain, etc… un compendio de las mejores influencias para un disco redondo de principio a fin.
Brazzos.
Bastante injusto que esta banda no goce de mayor reconocimiento, sí. Solo conozco como procede sus dos más famosos y aclamados discos pero, como ya apunta Savoy, me resultan un compendio muy bien medido de muchas de las mejores bandas surgidas en UK durante los 80 (yo sumaría, amén de Church, que también agradarán, con poco margen de error, a seguidores de Love and Rockets, The Mission o Sisters of Mercy -siendo, para mí, los primeros junto a Chameleons los grandes ninguneados del lote, eso sí-). Abrazo guzzero.
Sí, yo también pienso como vosotros. En cierto modo este disco condensa las mejores virtudes de su década y de las grandes bandas que citáis pero yo continúo viendo como mayor referencia de todas ellas en este caso a los Echo & The Bunnymen. Abrazos, colegas.
En conjunto uno de los grandes discos de finales de los 80's. Estos fenómenos me dejaron grabada para siempre una de las canciones que más me ha marcado de esos años: SHINE ON
Hay mucha gente que necesita ser exiliada. Ayudarles!!!!
Pues…, perdóneme usted pero no es que no tenga muy controlados a estos pájaros, es que no tengo nada de nada de ellos, así que me pondré con los deberes…. Como me gustan que vayan saliendo esos discos ocultos…
– Duque de Pomoline, me congratula mucho sus asiduas visitas a este lugar. "Shine on" también es mi preferida de La Casa del Amor, ya lo sabes, pero como álbum prefiero el primero. Deberías poner en marcha los mecanismos para exiliar a tu familia, empleados y amigos y repartir papeletas anunciando este lugar, jejeje.
– Niko, los dos primeros canela fina a mi gusto. Los discos ocultos deben salir, bien lo sabes, porque el mundo necesita de lugares como el Exile Magazine para reivindicar esas grandezas no reconocidas suficientemente.
Lo tenía en cartera para una entrada en mi blog. Después de ésta lo considero suficientemente reivindicado. Saludos
Pues yo como Niko, ni idea, pero despues de lo leido me pongo a buscarlo pero ya, esto tiene que estar bien vive dios.
Abrazo a toda la concurrencia.
@ Josanpero: para mí es un disco para reivindicar siempre, por los siglos de los siglos. Por cierto, muchas veces tengo problemas para dejar comentarios en tu blog. Saludos.
@ Addison: conociéndote creo que te puede gustar mucho. Para mí es un imprescindible de la vida, con eso te lo digo todo. Abrazos supermyfriend.