Críticas Discos

Cuando la injusticia golpea a tú ventana no la trates con cariño cual paloma, no… Denúnciala por hija de puta !!. Debiera ser llorado en ese funesto ranking no homologado de «músicos desaparecidos prematuramente del último cuarto siglo» al nivel de Elliott, Kurt, Jeff, Amy, Shannon y demás lamentables pérdidas… pero no, no es que no lo conozca ni el tato, pero rara vez encontramos citas o recordatorios para con él… Y que a nadie confunda el tópico (a veces tan cargante) del «artista maldito» que le acompañó ya en vida y acompañará forever, dada su tan desgarrada historia personal… Este hombre era un músico único, tremendo y con una serie de studio albums -de seguidilla además- del caerse de nalgas y lo hubiera sido igualmente aunque hubiera sido un príncipe babilónico de dos metros que meaba chorros de oro y cagaba puras perlas (con perdón por la vulgaridad). Bienvenidos, o no, al mundo de Vic Chesnutt.
Aunque explicado ello cabe admitir antes de avanzar que, -imposible de saltar en este caso tan concreto-, es complicado tratar a Chesnutt sin referirse (ni que sea de pasada) a sus desgracias varias que tanto poso dejan (y nutren) en su discografía y manera de interpretar… Hablamos de alguien que se queda en una silla de ruedas (tras accidente de tráfico a mitades ochenteras) con unos veinte aprox., perdiendo toda movilidad en las piernas y tres dedos de una mano, con una más que recalcitrante bipolaridad creciente y, finalmente,  una horrible colección de intentos suicidas ulteriores que se destilan de ello (fatalmente resueltos el día de Navidad de hará un lustro a finales de este presente 2014)… Vamos que, y como ocurre con el hacedor de «Either/or», conviene cerrar el círculo y poner la pieza que falta al puzzle teniendo ello muy presente pues, of course, es al reparar en todo eso cuando su tono, registro y discurso cobra todo su tan necesario significado. Queda claro, debe hacerlo y en cualquier caso, que el de Athens era mucho más que el amigo de Stipe y la Hersh… Cuando le escucho cantar, con ese timbre tan concreto y ubicable, uno no puede dejar de pensar en parte en un imposible hijo perdido del propio Stipe y del mismísimo Zimmerman (tal cual) pero, sin embargo, a lo que más me recuerda (y muy marcada/paticularmente) es al gran y mejor Cat Stevens de «tillerman» y «teaser»… Dos discos fetiche es poco para mi: esa mezcla de evidente tristeza sin remisión en el tono y pseudochoteo sutilmente sugerido en la ejecución, con doble de contención para mayores inris, me remata sin remisión… No se quiere ejercer de «vende motos» tampoco, al tanto, y Vic no me llega al nivel de un Randy o un Elliott (cada uno en sus historias y maneras)… pero atendiendo que por un lado ese par de dos son «top intocable» para mi y por otro lo que coincido con lo anotado en el breve panegírico personal de Michael Stipe («un grande»), de verdad se lo juro que en esta década de paso que llevamos donde aparecen «neogenios del folk» en tropel (y cadencia semanal), un artista y songwriter tan denotadísimamente superior y acojonante como Chesnutt  no se haya erigido en genio -o poco menos- es algo que se me escapa por mucho… La de dios y más, en verdad. Vic huele y sabe a calma, a día soleado en el campo, a alumbrar recovecos oscuros de ánimos truncados/puteados… En fin, de gustar el par sugeridos, Nick, Bob, Van, el tito Neil más campestre y demás -tan  contados- megacracks, me atrevo a afirmar que la decepción con Vic Chesnutt es muy altamente improbable (del todo según lo entiendo).
El disco de hoy, mi favorito del artista y descubierto por servidor por un muy nocturno programa  radiofónico de los mid-90’s donde participaba el Sr. Julià, me parece (por si todo lo vertido fuera poco) de una belleza tan enorme como indebatible. Y, ojo, que lo más cojonudo es que el tipo se marcó varios de estos… Sea como fuere, este actor cuya presunta felicidad queda en entredicho desde la portada, presenta una regularidad, pureza y cohesión de agarrarse adonde pueda uno/a… Aclarando que aquí referimos la versión «no-extended» original de trece pistas y sin más: (the) «Gravity of the situation«… Que  «llego como un pedazo de nuevo conocimiento»… «Gracioso y humilde», además. Dos adjetivos que le calzan de pleno a Vic o casi, lo segundo está bien pero «sarcástico» (que no irónico)  estaría mejor en lo otro seguramente… Es ello un parecer gratuito by la curra, claro, pero en cualquier caso que buena entrada, muy queda y sin estridencias, para tan hermoso disco. Por otro lado, quizá no este nadie (que no conozca/aprecie ya al artista, se entiende) muy impresionado por el momento… Pasa nada, que recien acabamos de empezar y ese (muy buen) tema no es sino la carta de presentación idónea y muy bien seleccionada para arrancar. Eso sí, ya con la segunda, «Sad Peter Pan«, quien no se «pique» con el asunto debiera un poco revisar sus creencias y tal… Empieza con Yusuf Islam atreviéndose con el «Día Perfecto» del genio de la Big Apple para cambiar, sin previo aviso, al «Everybody hurts» del «Automático para el Personal» de su calvorota colega (quién por cierto -Stipe- anunció un documental sobre Vic hace dos o tres años… debo averiguar si se realizó o en qué quedo esto)… Atención al nivel, sea como fuere(a no ser que se sea amante de opinar sin escuchar las cosas y tal, y se derogue porqué sí -horrible praxis pero de todo hay, claro-), of course. Canción de muy altos vuelos que, sigamos sumando, encuentra relevo en «Strange language«. Seguramente lo más parecido a un «single radiable» del disco, con esas cuatro enigmáticas notas de bajo de inicio (y entre partes) que, ya lo irán descubriendo los incrédulos, de notas concretas atraviesa-almas el tipo este sabía latín y hasta etrusco. Por cierto, que a nadie despiste la presunta alegría al entonar el chorus y demás: «las sombras del pasillo son largas y hay  extrañas deformaciones hablando en una lengua extraña»… cuidadín con las lyrics de este hombre, sí.  Pero cuidado también, que no sea que se nos vanalice el cocido, que esto es un disco abonado al «songwriteritismo galopante» de manual y quieras que no… Así para «bajar» al estado que se pretende (y logra) transmitir, Chesnutt nos endilga medio minuto de muy ténue sonido de tuba/trombón (o lo que cojones sea) a modo intermezzo con un «Untitled» (el primero de los dos aquí ubicables) de rigor. Que (ojo) se comprende ello después, vaya qué sí… Y qué es eso, al fin (o aparentemente),  sino la alfombra de bienvenida a una «Onion soup» que, de no gustar (tíremos de la manta) es como para borrarse de seguidor/amante de la música y de la humanidad (así en general) al unísono… Es mi canción favorita de disco y artista, por supuesto: «Delgado, sin afeitar, misterioso y borracho… Debo decir que el -mi- estilo de vida es curioso…»… Una canción-carta que habla de cartas no enviadas sobre una relación perdida (que no olvidada) en el tiempo… A ver, este tema es (todo él) de museo y punto. Si lo hubieran escrito en los 60’s/70’s sería un oldie básico pero, cachís, lo realizó este «fricaso del quince» en los mid 90’s… Y además se llama «sopa de cebolla», perfecto, a qué más… De seguidilla, por si poco fuera, entra la bonitez total con la harmónica de «Doubting woman» y su mielosa melodía de quilates de complicado calcular… Y ese parar por ahí en medio que se marca !… Pero qué bueno era este tio. La misma senda reposada para «Wrong piano«, lamento sobre elecciones empleadas con un revelador «debo haber tocado el piano equivocado porque ahora me siento nauseabundo» intermedio que deja poco espacio a imaginaciones. Buena track que no debiera ningunearse a la ligera, en verdad, por venir precedida del tremendo par que viene… O de la virguería donde desemboca, claro: «Free of hope«, el momento «neilyoungero» por excelencia del álbum. Reposado inicio tras «cánticos cheyennes», reverberante guitarra mal lechosa en crescendo mode… Y la aguja del «talentómetro» soltando humos, vaya. «Betty lonely«, por su parte, corre el mismo riesgo que «wrong piano»… Bonita canción que, nuevamente, hará esbozar una sonrisa de complicidad a los seguidores «remeros» de mayor abolengo sin falta u excepción posible… Turno ya para la segunda «Untitled» (y más sonidos/segundos de barco zarpando a cámara lenta en b/n) y, así del tirón, también para la traca final en forma de hat-trick panaceico del copón. «…Es un retrato gráfico desde mi juventud . Y duele en mi corazón esta forzada revisión», más alegría de la huerta para esos nuevos/viejos recuerdos que responden por «Thumbtack«, sí. Nueva y bonita reposada melodia atacada, para la ocasión, con rebuznos eléctricos para contextualizar mejor la sensación de abismo emocional (un poco a la manera de Mascis, cuando de esta guisa se pone pero sin solos, que sería la cosa). Y mejor aún, si cabe, se pone el tema con ese nuevo resurgir eléctrico desde el poderoso chorus de «Thailand«… aunque, one more time (cómo no), es la melodía quien acaba reinando en las cuentas finales… y esas cuerdas del final ahí hilvanadas… la madre del tano !.  Posiblemente mi segunda elegida del tan apreciado lote de no ser, obvio, por la ultraburrada del cierre…  «GUILTY BY ASSOCIATION«, así, en mayúscula adrede. El «nightswimming» del álbum (que está el que te dije de acompañamiento vocal quieras que no, para más inris), con esos violines y esa preciosidad manifiesta a todos los niveles que la rajan de arriba a abajo… ¿y esos sonidos de fondo que aparecen y desparecen?… anda, coño, las «untitled» que vuelven para cobrar todo el sentido y, está claro, se remata así (al fin) una masterpiece que, para mi al menos, lo será mientras quede mundo. Y sudando mucho (siempre) de si es mucha o poca su popularidad.
«Un grande» en resumen postrero, sin duda y se reitera a modo cierre (dí que sí, Michael Stipe), que merece ser reconocido como tal… Y de una puta vez, añado. Sumérganse sin miedo ni medida alguna en la obra de este bendito looney, fuente de alegrías y emociones a cascoporro y por doquier. Y fin.
Vic Chesnutt – «Is the actor happy ?» (1995) : 9’4/10
01. «Gravity of the situation»/ 02. «Sad Peter Pan»/ 03. «Strange language»/ 04. «Untitled»/ 05. «Onion soup»/ 06. «Doubting woman»/ 07. «Wrong piano»/ 08. «Free of hope»/ 09. «Betty lonely»/ 10. «Untitled»/ 11. «Thumbtack»/ 12. «Thailand»/ 13. «Guilty by association».
Por Guzz


6 comentarios

  1. Un artista de esos a descubrir, eso sí, en una época donde uno no quiera atarse un yunque al cuello y tirarse en medio del mar. Este es un gran disco de Chesnutt y un buen punto de partida. Lucinda, Kurt Wagner, Don Guzz, un servidor y muchos más le echamos de menos….

    1. Ojo que aunque a Vic se le eche especialmente en falta por sus temas más sentíos (que ahí está la crema como resalta el Archienemy) suele meter canción "pop-rock tipo" en los discos, variando la profusión a tenor del álbum que toque, según le rota (y sin hacerle ascos a la eléctrica, además)… Aunque al final da igual porque es tremendo de todas formas, si les gusta más la portada prueben con cualquiera de los tres que le preceden… y sigan desde ahí sin miedo !

  2. Le aplaudo con las orejas porque tengo a Chesnutt en un altar (aunque hace tiempo que le tengo olvidado) y nunca he sabido explicar su grandeza sin caer en los tópicos más tópicos. Le conocí ya tarde con Silver Lake, ahí tengo el borrador muerto de risa, la canción Stay Inside siempre me pareció una POM, gospel campestre del bueno. Y ojo al último. Este disco que te traes merece la nota que le has puesto y si quieres unas décimas más. Gran post para enmarcar, a ver si cojo mis neuronas y las centro en ese disco. Saludos

    1. Chesnutt es un ejemplo intachable de regularidad y calidad muy contundente (dos décadas sin dar puntada al vacio). Y aunque los más escuchados son los cuatro primeros lo cierto es que todavía le tengo que encontrar algo que me baje de mínimo el notable (y pasa de la docena de discos !), para el caso "Silver Lake" que es tremendo (y hasta tuvo su muy pequeño momento de gloria mediático pues tan evidente es su grandeza, sí). Pasa nada Chals, cuando hagan el biopic se remasterice toda su obra y sea la octava maravilla nosotros ya tendremos mucho camino recorrido (todo es complicado por lo explicado de la cantidad de material). Saludos guzzeros.

  3. Gran disco no siempre tan languido como pueda parecer. Recomiendo el Nine High a Pallet de Brute. Otra pequeña maravilla que paso un poco desapercibida en su momento. Salud

    1. Desconocía esa aventura paralela. Me la apunto y mucho (que seguimos sin salir de Athens, por lo visto). Y sí, coincido, Chesnutt tiene arreones/subidones a traición -por lo inesperado- a veces que te rompe y te lo hace, si cabe, aún más personal y (justo por ello) necesario de comulgar con él (y no me refiero a las canciones abiertamente más, póngamos, "ruidosas" si no a esas que empiezan más arrastradas y se "transforman" a medio camino -que no tiene pocas de estas-). Saludos guzzeros Mr. Aybar.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Artículos que te pueden interesar