Desde el Exilio, y antes de tomarnos unas largas y merecidas vacaciones, queremos proponeros 30 discos para escuchar estos días veraniegos, vacacionales para algunos ya sea en la playa, en la piscina o en el monte siempre con el caloret por bandera sin dejar una de nuestras grandes pasiones. La propuesta es sencilla, cinco discos por exiliado, cinco discos que cada uno acostumbra a escuchar en el verano, que no tienen que ser los mejores pero que por una u otra razón acaban sonando siempre en estas fechas. Esperamos que disfrutéis de nuestra selección y os pedimos que participéis dejándonos en los comentarios cuales son vuestro discos veraniegos. Nada más, buenas vacaciones. Disfrutad de la familia y el buen tiempo, y como no, escuchad música! Volvemos en Septiembre. Stay tuned!!!
Puede resultar extraña mi asociación del verano con este disco, pero para mi refleja a la perfección la visión que siempre tuve de la costa turística y de toda la gente que se acercaba en verano, turistas, domingueros, chulos de playa, algún bohemio mochilero y lugareños, una mezcla llena de detalles y situaciones pintorescas. Para mi Cullera es como Asbury Park, capaz de lo mejor y de lo peor, sólo que aquí la escena musical no existió nunca más allá de las discotecas de turno, Bruce se encargó de darle forma en mi cabeza en formato rock con este disco. Adoro The E Street Shuffle, un Astral Weeks playero y canalla. (CHALS ROIG)
A veces nos empeñamos en buscar referentes más allá de los mares, y es curioso, algunos de los lumbrerillas modernetes actuales del estilo que se ha dado por llamar indie-folk, han visto en Brossa d’Ahir un referente. Aquí, ya se sabe, aunque hagas el pino-puente… Este es uno de los discos de mi vida, un disco que además tiene espíritu de libertad vacacional en modo indefinido, fue grabado justo cuando empezaba a respirarse aire nuevo, con la caida de la dictadura solo quedaba alegrarse. En estas canciones hay un fuerte suspiro de alivio, de tranquilidad, y el aroma isleño de Deià. Ayudados por Daevid Allen (Soft Machine) y Pau Riba, Pep Laguarda & Tapineria crearon una de las joyas más grandes del psych-folk de los 70, imprescindible. (CHALS ROIG)
La música de JJ Cale siempre me sonó a vacaciones. Me gusta escucharlo porque tiene esa tranquilidad del aire fresco de la media-tarde de verano, sin agobios. Okie se ayuda de la imaginería hobo años 50 de trenes y carreteras, de ir sin rumbo fijo, algo que a priori no era bueno, pues las gentes de Oklahoma que se desplazaban lo hacían por necesidad, pero Cale lo transforma en actitud frente a la vida en este disco, y me encanta, además en cierta manera mis vacaciones casi siempre han andado por estos derroteros de la improvisación, como Cale, me gusta dejarme llevar por el tren okie. (CHALS ROIG)
Este disco suena a sol y a playa por todos sus poros, y no solo porque su sonido fue grabado en el Puerto de Santa María, además porque este puñado de canciones power-poperas te ponen la sonrisa en la cara quieras o no quieras, como el eterno verano de nuestra niñez que recordamos y perseguimos cada año. Aquí el clan ianqui que se deja querer por el pop británico está que se sale y dejan unas cuantas originales muy buenas, ya os lo conté en el Exile. Uno de los discos soleados de mi vida. (CHALS ROIG)
Vale, ahora se pone gomina y se peina el pelo para atrás. También llevaba barba antes que se convirtiera en símbolo de modernidad. Pero os diré una cosa, hasta Cripple Crow la carrera de Devendra Banhart me parece muy buena. Y aunque este disco va de la mano con el anterior, es mi favorito de Devendra, por las canciones y porque me voló la cabeza el verano que ví su directo junto al grupo de Andy Cabic, entonces estaban en plena forma, y destilaban una actitud hippie, despreocupada y pintoresca que os aseguro que para nada era impostada, lo vivían y lo transmitían, y lo dejaron grabado en este disco, favorito de favoritos en mis escuchas veraniegas, un disco perfecto para echarse a la bartola. (CHALS ROIG)
Este disco del artista británico y sobre todo la canción que da título al disco, aunque pueda parecer muy obvio siempre me recuerda al verano. Esos sonidos de guitarra, la voz de Chris y su atmósfera son ineludiblemente mi soniquete de inicio del verano. Es estar tumbado en la arena de la playa y su melodía me viene a la cabeza, es algo que va unido de manera insondable, además de recuerdos de la juventud en que la ponía a todo trapo. No concibo el verano sin este tema y disco. (SAVOY TRUFFLE)
El verano de 2013 fue muy emocionante y emotivo, pero este disco lo descubrí en 2014 y fue mi banda sonora de ese verano donde tuve muchas cosas que me llamaron la atención y muchas cosas en mi vida que me afectaron para bien o mal. Sin duda este magnífico álbum fue la banda sonora de todo ello, tanto los temas más rápidos y bailables como los temas más lentos y románticos. Una delicia de disco de los que alegran estas fechas de calor agobiante. (SAVOY TRUFFLE)
Un disco que es muy americano por todos sus poros, y que suena a verano típico americano rural, como el que se ve en las películas, pero además es un enorme trabajo donde se dan cabida, a parte del folk-rock campestre a más estilos como el pop, el powerpop, etc., y todos mezclados le hacen un disco imprescindible y que te da muy buen rollo en estas fechas estivales, más hacia el final del verano. (SAVOY TRUFFLE)
El grupo de New Jersey editó en agosto del 2014 su último trabajo hasta la fecha, marcado por la separación matrimonial de su líder Brian Fallon. A mi me llegó mucho el disco en ese momento justo ya que mi situación personal era parecida y me sentí identificado. La fuerza de las canciones me ayudó, estaban sacadas desde el alma y eso se notaba. Además sirvió para mi reflexión durante la parte final del verano, y por ello es muy importante para mi. (SAVOY TRUFFLE)
Uno de mis discos de cabecera de los veranos de la época del instituto. Un compañero me lo ponía en su casa en vinilo y no me podía resistir, una maravilla que incluye temas tan veraniegos como Escuela de Calor, En Portugal, La secta del mar, Oscuro Affaire o la mítica El Nadador. Todos ellos definen una parte del verano, el lado más psicodélico y a la vez el más latino, mucha tela, en uno de los mejores grupos que ha parido este país. (SAVOY TRUFFLE)
Llegan los calores, el sol, la playa y a mi particularmente me entran unas ganas locas de escuchar esta joya bonica del to. Es el disco perfecto para la playa, ya sea de día o de noche, sólo o en compañía. La obra del surfero Jack Johnson es de una belleza exultante, nunca ha conseguido una colección de canciones de tanta calidad y ya desde su bellísima portada nos indica la calidez de su trabajo. Me parece dificilísimo destacar una canción pues el conjunto es espectacular. Temas sencillos, frescos, con encanto. El compañero de viaje perfecto para las vacaciones. (NIKOCHAN)
No podían faltar en mi selección los hermanos Davies. Probablemente este disco sea uno de mis favoritos de The Kinks pero curiosamente pocas veces suena cuando el frío arrecia, más bien suena constantemente durante la época estival. Su sonido british total germen del britpop, su alegría desbordante, su magia, sus letras, sus estribillos…. todo es espectacular en esta obra maestra. Todo va muy acorde con el momento del año, incluso esa «rainy day in June» que es sin duda una de mis favoritas. Estéis o no en un hotel exclusivo ya sea en Waikiki o en otro lugar, este es un disco que tiene que sonar sí o sí durante las vacaciones. Joya absoluta. (NIKOCHAN)
Sin duda Marley es el rey de los calores en el hogar nikochiano. Cualquiera de sus discos, cualquiera de sus compilaciones. El artista global que consiguió que en cualquier lugar del mundo imaginable se puedan escuchar sus canciones. «Exodus» es un referente claro pero yo me quedo con «Catch a Fire» pues le veo más empaque, más personalidad y menos para todos los públicos. En él está muy presente Peter Tosh y eso siempre es un plus, sus temas me encantan. Disco sobresaliente y obligatorio. Nadie como el otro Bob para relajarnos y hacernos desconectar de la rutina y el día a día. Este disco debería escucharse por prescripción médica. (NIKOCHAN)
Suenan los primeros acordes del disco y sé que ha llegado el verano. Tan esenciales con los calores como Marley. Suena «A message to you Rudy» y sabes que eres libre, que eres feliz, que las cadenas se han roto. Luego lo que viene es una fiesta non-stop, un deleite, el acabose definitivo. El Reggae jamaicano, el toque de Costello, la esencia guerrillera de los Clash del asfalto londinense, los trajes de etiqueta y los vientos de la Stax. Todo está ahí, todo está en este esencial debut, todo todito todo. Aye aye aye, aye aye aye. Tell you baby, you huggin up the big monkey man.. (NIKOCHAN)
Cuando llega el verano confieso que se apodera de mi la bossanova y los ritmos brasileiros. Tiro como imagináis de Vinicius/Jobim, de Joao Gilberto, de Toquinho, Chico Buarque, Gal Costa, Caetano…etc, etc… Palabras mayores… Mi debilidad es Marisa Monte, me parece una artista descomunal y su asociación en 2002 con Arnaldo Antunes y Carlinhos Brown (quién se volvió muy cansino después de esto) es sensacional, y recurro a ellos cada verano. Un único disco, una maravilla, un clásico oculto, una auténtica joya que siempre me gusta rescatar en estas fechas. (NIKOCHAN)
De rondón entre su masterpiece clásica «Being there» y la orfebrería de arreglos mil con «Yankee hotel foxtrot» que se me cuela este «Cielo azul-cielo» para cerrar el podio de tan necesaria formación. Sin entrar en concreciones,- genial desperezarse con las caricias de «Either way» o el perderse en las infinitas guitarras de la excelsa «Impossible Germany»-, este trabajo atesora un entidad propia más allá del «arrejuntar canciones» o ese caracter lennonista que nunca falta quien señale (como si fuera algo malo !)… Su elepé más amable y, por qué no, bonito desde «Summerteeth» en adelante que dejan aquí Tweedy y cia para los restos hasta que lo contrario se demueste. Y menos rollo, vaya. (DON GUZZ)
Solo el ponerse a pasar lista con los invitados a la verbena le hace pasar el hipo hasta al demonio. Para más inri, los únicos temas no cantados por Jake (John Belushi) solo o en comándita con su «brother» de lo que és el disco en si, corren por cuenta de musiquillos que un poco el pego si que dan: Aretha, James y/o ese impagable momento de gloria para el gran Calloway… Ok, «banda karaoke» de covers que nace de una excentrecidad televisiva de un (gran) cómico cuyo imprevisto éxito dio para tres discos (este es el segundo y soundtrack directamente desde la peli), amén del conocido y desmadrado film de Landis, que puede -quizá- a algunos no le pase de lo anecdótico… Ahora bien, y perdón por la obviedad, si de verdad gustan de cosas como rocanrol, blues, soul, R&B y demás en sus formas clásicas… Lo de pescar atunes en un barril, sin más. Gozo asegurado. (DON GUZZ)
Y en 2015 «el elepé del verano goes to…»… El estreno de los putos Clash !. Y es que al pensar, intentarlo al menos, en un disco que apetezca escuchar a toda tralla camino a la playa/piscina/rio/lago/palangana (etc) es la primera opción que me viene a la almendra. Tal cual. Jugar con ventaja sin duda esta elección al tratarse de algo tan totémico pero, más allá de folklores varios, su intocable cualidad de ofertar inmediatez e himnos a mansalva hasta el fin de los tiempos (y a este nivel !) lo hace inmejorable para esos calurosos contextos apuntados. El más directo y sin cuartel de los discos de la que para muchos fue la mejor banda del orbe en el segundo lustro setentero (con el único permiso, eso sí, de ciertos aussies de adopción que jugaban con electricidades) se la sigue poniendo bien tiesa al saco huesos más muerto del cementerio. Esto és y será así. (DON GUZZ)
Más noches de nicotina, whiskyses y perdiciones muchas para el segundo del malogrado Sandman y cia. Morphine es como la versión combativa del Waits más beodo y en este disco me brillan más y mejor que nunca desde una discografía que, básicamente, resulta intachable. Su discurso bajo-saxo-batería a degüello regado con obvios elementos jazzísticos y rocanrol old-scholl, en justa proporción, encuentra en «Cure for pain» el equilibrio que les facilitará un nutritivo contrato con Dreamworks y, cómo no, el salto al -relativo- mayor reconocimiento masivo (gracias al single «Buena» en ídem medida) pero, básicamente, lo mejor y más nutritivo sigue y seguirá siendo la certeza de estar ante algo tan único y putámico que no hay puros ni putos cuartos para pagarlo. Solo Morphine suena a Morphine y (de comulgar) aquí directamente te matan. (DON GUZZ)
El disco perfecto para matar el día entre atardeceres mirando al horizonte mientras se lian las cosas y tal (y por sino apetece acercarse al pandemonio morfínico que precede, claro)… El único trabajo que puede batirse en duelo con su masterpiece obligatoria del siguiente año y que puede presumir, al tanto, de incluir una de las canciones más bonitas ever («First Girl I Loved») es el festival definitivo del buscador de setas acústico. Los primeros discos de Williamson y Heron son algo realmente especial (de verdad qué sí) y, aunque -se admite- quizá no sean para todo el mundo, más concretamente lo de la hija del ahorcado y estos leguleyos de la cebolla resultan su auge más intocable e indebatible… En Rivendel no se escucha otra cosa que te escupen, está claro. (DON GUZZ)
El verano para mi siempre tiene como B.S.O. los sonidos del genio de Tulsa. Desde que compré este disco en el año que salió, 1979, estudiando el BUP, soy fiel soldado de JJ Cale. Me atrapó su portada porque entonces todavía uno coleccionaba sellos pero discos como éste fueron responsable de que poco después, vendiera toda mi colección de estampitas para el franqueo para comprar más discos.
Este disco lo estrené en una bici BH blanca tambaleándose en su baca justo el día que hice 14 años.
Lo recuerdo bien, andaba uno enganchado a la boxset de Jobim cuando mi amigo Jorge me dijo en Power Records: ¿Sabes cual es el mejor disco e música brasileña de todos los tiempos? Y me recomendó esta perfecta ducha de agua y sol que es Paradiso.
Esta claro que están los intocables como el Exile on Main Street, el Blood On the Tracks, el What´s Going On o el Astral Weeks por poner cuatro ejemplos de milagros hechos álbum pero si he de ser sincero y me tengo que ir por patas de un incendio en mi casa -y que Sam Cooke no lo quiera- me llevaría esta joya que indentifica el estilo de música que más me gusta el country-soul-rock ( si ese que hacen ahora nuestros Danny & The Champs)
Si alguna vez un grupo ha llegado a reproducir ese sentimiento de días de vino y playas que produce el Notorious Byrd Brothers, esos son y con éste este disco, los Beachwood Sparks. Su último trabajo hasta la fecha.
En verano lo más sensato es el buen rock ‘n’ roll. El primer disco de larga duración de la mítica banda de culto de San Francisco es mucho más saludable y buenrollista que todas las mandangas que nos venden los garitos y chiringuitos modernillos. A contracorriente, en este disco de dibujos animados, había más fiftie rockabilly y más rhythm&beat sixtie que en muchos clásicos intocables. No nos engañemos, otro año más es el verano de los Flamin’ Groovies. (JOHNNY JJ)
Tras un fenomenal debut la mítica banda de Athens volvía a demostrar la peculiaridad, poderío y originalidad que poseían. Del amarillo al rojo, fue el color designado para teñir el planeta salvaje. Ejemplo de modernidad, de pocos prejuicios, de imaginación y de calidad. Se puede intentar pero no se puede llevar más marcha molante que ellos. Ponte a bailar este disco en verano. Deberías desinhibirte, tienes una buena oportunidad de disfrutar, te lo mereces. (JOHNNY JJ)
Tremendo y modélico en verano (aunque también en invierno, en primavera y en otoño). Punk, surf, sorprendentes cambios de ritmo, melodías adictivas y un tormentoso vendaval de guitarras son algunas de las claves de un auténtico manual parapsicológico y surrealista digno de explicación científica por eruditos en la materia, por alienígenas, por el inolvidable Jiménez del Oso o más actualmente por Iker Jiménez en El Cuarto Milenio. (JOHNNY JJ)
Sí, lo reconozco, fui pecador, me autofustigué y recé durante mucho tiempo cientos de padresnuestros y de avemarías como penitencia por comparar y menospreciar este disco con el resto de artefactos musicales anteriores de los Jayhawks. Una tormenta de verano puede refrescar pero con el “Rainy day music” acabará la lluvia y se dibujará un inmenso arco-iris en el cielo. Eso pasa generalmente aunque siempre hay alguna excepción. Glorioso, de flipar.(JOHNNY JJ)
Casi lo pondría a la altura de la fantástica “Revuelta elemental” del 2006. Sus grandiosas melodías entre escondrijos, abismos y secretos del mar me hicieron comprender definitivamente que estos valencianos estaban en otro nivel Un auténtico tesoro en las profundidades del más allá. Ideal para un buen baño y para ahondar con los calores del verano. (JOHNNY JJ)
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Uff se me había pasado por alto esta impresionante lista. Ves, yo sería incapaz de escoger un menú tan variado como ondulante para picar este verano. Me hace especial ilusión ver el Wild Planet y el Catch the fire por que son dos de los primeros vinilos que compré de mozo. Pero además hay algunos que deberían ser de escucha obligada y que yo mismo tengo abandonados.
Bueno lo ponéis dificil, me quedo con uno de cada, Okie de JJ Cale, La ley de Radio Futura, The Specials de The Specials, The Blues Brothers, The Warner Bros album de Arthur Alexander y Supersnazz de los Groovies.
Mi lista sería algo asi como:
– Forever Changes – Love
– The Doors – The Doors
– The Fantastic expedition of Dillard and Clark – Dillard and Clark
– Rocket to Rusia – Ramones
– Palabras mas, palabras menos – Los Rodriguez
Pasad buen verano exiliados.
Abrazos a todos.
Lo que mas me apetece de todo es el sol, es el mar, es la cervecita, el no pensar en nada y el relajarme ….. me quedo con B52!. Buenas vacaciones a todo el team.