Diamond Dogs -About the hardest nut to crack

Críticas Discos

Diamond Dogs vuelve con un disco lleno de rock y actitud que no sorprende pero se disfruta.

…no buscan secretos escondidos ni especulan con sonidos en estudios/laboratorios para dar con una fórmula que cambie criterios y cree escuela…

¿No tienen la sensación de que hay grupos que aunque saben que nunca van a sorprenderles, están deseando de que vuelvan con más de lo mismo?. Porque se trata de eso: De repetir los mismos criterios, sonidos y sensaciones disco tras disco, año tras año, concierto tras concierto. ¿Cuál es entonces el secreto para que a pesar de esta redundancia que se viene estirando durante décadas, cada nuevo trabajo de estas bandas sea celebrado como si se tratase de algo especial y renaciente?. Creo que la palabra que buscamos para dar respuesta a la disyuntiva es la de siempre: Rock and Roll.

Los suecos Diamond Dogs es uno de esos grupos. Vuelven cada cierto tiempo y lo hacen con la misma cantinela. No pretenden sorprender ni deslumbrar, no buscan secretos escondidos ni especulan con sonidos en estudios/laboratorios para dar con una fórmula que cambie criterios y cree escuela, no pierden el tiempo reformando lo que ya existe, lo que ya conocen y sobre todo lo que les hace disfrutar y ser quienes quieren ser y de hecho son.

The Diamond Dogs
The Diamond Dogs

Su nueva docena de canciones viene encapsulada en un álbum titulado «About the hardest nut to crack», que llega un año y medio después del estupendo «Slap bang blue rendezvous» del que también hablamos aquí en su día. Y como era de esperar no encierra absolutamente ninguna sorpresa ni añadido a la ecuación que los de ‘Sulo’ Karlsson llevan resolviendo desde hace tres décadas.

Los que no podemos apartar la oreja ante esos insistentes sonidos rockandroleros, volveremos a disfrutar con el rock de guitarras bravuconas, pianos martilleantes, ritmos efervescentes, estribillos de gloria y redención y coros de apoteosis y exaltación que practica la excelente formación nórdica.

Los referentes de siempre vuelven a inyectar su veneno en estas canciones donde el rock  y el boogie se enseñorean tirando de un carro donde también viaja el glam, el blues o el high energy, con la herencia recibida de Los Stones, los Faces u otras bandas de su entorno geográfico como Hellacopters o The Nomads adherida al tejido de su sonido y a la idiosincrasia de sus canciones.

Con estas premisas claras, lo que queda es conectar con esta forma de vivir la música y dejarse llevar por lo de siempre, retratado y entregado en canciones como la clásica y vitamínica «Get a Rock N Roll Record», una auténtica declaración de intenciones; la exquisita y pegadiza «Down on The Debris Field»; un doliente medio tiempo como la estupenda «Only a Whim»; la sureña y canalla «Desiree, Yet Another Lonely Mile»; los aires blues y stonianos de «Heart’s gone wrong» o el folk countrificado de la bonita «Blight The Life».

Si sienten que la piel se excita al contacto sonoro/cutáneo con los pianos Honky-Tonk, con los sonidos rock/tabernarios o con las guitarras rugientes que se estrellan en las curvas de las carreteras, les aseguro que volverán a disfrutar con el nuevo disco de Diamond Dogs, música para rockadictos y canciones que vienen con puerta de entrada para aquellos que gustan de vivir dentro de ellas, aunque en realidad no pretendan sorprender ni alumbrar nada desconocido. Esto solo es rock para los habituales, para la familia.

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