Doug Paisley – Strong Feelings (2014)

*Disco mimosin: aquel que contiene una colección de canciones arrumaco, abrazo, con muy poco azúcar, justo con el punto dulce que tiene la trasmisión de sentimientos nobles. Colección de canciones que no sólo sirve para estar a gustito en tu casa bajo la manta con un café y pastas sino también para aplicarlas a las emociones que te pasan por la epidermis desde tus sentidos provocadas por conductas o detalles de aquellos a los que quieres o por tus propias historias y comeduras de coco que al final son sólo tuyas y de ahí no salen pero las canciones te las sacan a flote. Discos generadores de amor. 
Por lo general, están llenos de medios tiempos y por lo menos tienen tres baladas y suena el piano por alguna parte. Maestros del género Arthur Alexander, The Jayhawks y Danny & The Champions of The World, etc.

Vamos con el primero que ha salido en este año 2014 que recomiendo su compra en vinilo porque tiene esa portada de cartón robusto que se abre y aunque la foto tiene poco de mimosina, el sonido que desprende el vinilo gordote recuerda el por qué es ese el sagrado material radiante de todo el calor de una grabación.

Doug Paisley es un songwriter canadiense de vena clásica que transmite una paz especial, muy ala Harvest, la joya color mantequilla de nuestro adorado Neil Young. De hecho intervino de manera estelar en el homenaje al disco clásico de Shakey que le dedicó el Mojo (él lo empezaba con Out On The Weekend)

Ya nos dejó completamente enamorados con su segundo trabajo Constant Companion que es una auténtica maravilla ( algo mejor incluso que el que hoy comentamos)

Acaba de sacar el pasado enero este disco titulado Strong Feelings, avalado por un vídeo previo cortito escalofriante que nos dejó en ascuas porque por ahí y por todo el disco anda el bueno de Garth Hudson a las teclas, el mítico organista de The Band, su arquitecto de estructura, su salsa especial, su músico de conservatorio, el que ponía el pentágrama en orden.

Eso ya es meritorio de por si. y dice mucho de la calidad del bueno de Doug.
Traer a la realeza de la bella arruga a tu grabación le da a todo un sentimiento y un sentido muy especial.

El año pasado me pasó lo mismo en invierno con el adelanto del disco de Ron Sexsmith, su gema Nowhere To Go, no me la podía quitar de la cabeza y en este año 2014 me está pasando con Doug.

El toque de piano que introduce y acaba el primer tema , esos segundos de Garth ya son para enmarcar para luego comenzar ese perfecto medio tiempo que es Radio Girl que bien podría estar en el Warner Bros. Album de Arthur Alexander, un meloso risoto de country-soul sublime, silbidos incluidos. Un ejercicio de estilo de country con soul como en los setenta hicieron Kris Kristofferson o Gordon Lightfoot.

Song My Love Can Sing sigue con la tónica tranquila y el colchón creado por el órgano de Garth y todos los instrumentos recuerdan a ese perfecto Wildflowers de nuestro rubio de Florida o a la misma Lucinda Williams del Essence, country-rock de toda la vida, de ketama, doble cero.

La acústica It´s Not Too Late To Say Goodbye, en una onda muy Israel Nash es lo que te puedes esperar de una sucesión relajada, sin contratiempos y muy bien arreglada,  como si fueran temas del Rainy Day Music de los benditos Jayhawks.

Más baladita en Our Love y ya uno presume que este verano le va a dar mucha cancha a este disco en el coche ya que suena tanto a ventanillas bajadas como ahora a lluvia fría de fondo con manta entre las piernas.

La menina es What´s Up it´s Down (la del vídeo) o Todo lo que sube baja, qué brillante perogrullada pero a veces estás solo y triste y no lo puedes evitar. La gran Mary Margaret O´Hara hace un dueto mortal de bueno como cuando Emmylou se junta con los grandes, qué mujer más soulful…como cuando dice On and on and On ( en el anterior estaba Feist, el pelirrojo gusta a las mejores chicas)
El momento saxofón es de levitar, magnífico.

Old Times es una delicatessen más. Muy sentida, super bien cantada, melódica, subyugante y confesional y vuelvo a recordar a Arthur Alexander y su disco básico de marras de 1971 y al Neil Young del Silver & Gold, material de primera.

Growing Souls sigue acariciando la espalda como un tema del final de los The Band, de los crepusculares y con aromas de San Townes Van Zandt pero con una especie de melotrón curioso y beatleliano.Podría ser del Music From The Big Pink.Preciosérrima.

To And Fro con guitarras eléctricas más afiladas y ritmo más marcial, es la clásica storytelling song como el Rosemary & The Jack Of Hearts dylaniano que bien pudiera ser de las Fisherman´s Blues Sessions o de un disco de nuestros queridos Fakeband.

Where the Light takes You puede pecar de deja-vú dentro del mismo disco pero es la más himno y entra como la seda como lo que hace nuestro Neal Casal o ese enfant terrible de Ryan Adams cuando está en vena,  incluso Quique Gonzalez , que seguro estará flipando con éste artefacto.

Pero a pesar de su dulzura , la temática es dura e incluye la muerte y la ruptura tras el transcurso del tiempo porque el country, es hijo del blues y es fado y aquí se disfruta muriendo y se muere disfrutando.
Como dice una de las canciones, podemos hablar en futuro porque esta gema de disco ha venido para quedarse y para siempre, a que te sople en la nuca a que te de un sentido beso.

La balada tremenda y breve Because I Love You junto a Margaret, de nuevo, chapa una colección PRECIOSA, no hay otro adjetivo. Regálala, sílbala, cántala con quien quieres y riéte del mundo, las prisas y de toda la mierda cincundante. Que te llueve y no tienes paraguas, que te ha chillado el jefe, que el que tienes al lado en el curro o en una ventanilla oficial es un imbécil, que el viento no amaina…piensa…recapacita…en casa me esperan los que importan y el Stronger Feelings y con eso y un bizcocho…