Críticas Discos

¿»Feliz», viniendo del pregonero mayor de pesares, desconfianzas y rencores de la mejor new wave en su más pleno esplendor?. Sospechoso cuanto menos… Y sin embargo algo si ha cambiado en el discurso. Y es que esos » pesares, desconfianzas y rencores» en «Get happy !!» ya se tornan pura bilis, rabia y desaprobación en absoluto disimulada. Póngamos sarcasmo pues a la hora de subrayar el porqué del título, que la ironía se queda corta y con ello, claro, ya empieza a cuadrar un poco el asunto en cuanto a expectativas previas.

Lo cierto es que no tenía muchos motivos de felicidad el Godglasses por aquellos días si hacemos caso a biografías y documentos varios. El recuento de eventos y contrariedades no está nada mal: Steve Nieve abandona en determinado momento el proyecto (siendo sustituido por el guitarra, aunque fuera para los teclados, de los Rumour -los Attractions del no precisamente manco Graham Parker, recordemos si es preciso y para entendernos-); los propios Attractions aparcan eventualmente a su capo y prueban fortuna con su primer disco sin estar bajo el cobijo del ala costellera (que no lo escuché nunca pero las críticas, por lo poco que pude encontrar al respective, se decantan por el degüelle total y sin miramiento alguno); venía también nuestro prota de aquél celebérrimo incidente con la corista de la banda de Stills que tanto trascendió en los medios y que le dejó una sensación -errónea ni qué decir- de que si volvia a ver América iba a ser por la tele; sin olvidar (entre otras) el dolor de cabeza constante por los cambios de discográfica con el cierre de Riviera y la llegada a 2Tone surgida a su vez de las cenizas de Radar… Muchas cosas y muy pocas buenas, en resumen. Y como tuvo que ser aquella gira, la del «Armed forces» me refiero, en sus últimos compases presentando ya parte del temario de esta nueva obra que ya asomaba en ciernes… «Armed funk tour» que lo bautizaron, como se explica en el texto que incorpora la reedición noventera y digital de Demon, y tan anchos se quedaron. Otra de las buenas es cuando Bruce Thomas se cortó en un brazo con una botella antes de un concierto teniendo que ser reemplazado para la ocasión por nada menos que Phil Lynott (el creador de «Trust» compartiendo tablas con el de «Jailbreak»… que nadie intente dar más que no se puede). Dicho concierto, ya puestos, quedó inmortalizado en un pirata de tirada ultralimitada por el que muchos matarían o por el que, por lo menos, podrían desprenderse de varios apéndices y además con la risa… En fin, no lo alargo y aunque esto último son más anécdotas que contratiempos creo que quedó bien clarinete antes que no fue precisamente happy como entró Don MacManus al estudio donde el disco que hoy nos ocupa fue fraguado… Y a todo esto, antes de saltar párrafo y para los/las amantes de la síntesis: ¿qué si el disco es bueno con tanta mandanga previa -y mucha más que me/les ahorré, que no veas que declaraciones/perlas se marcaba el amigo por aquellos días-?. Pues no. Es imprescindible. Punto. Referirse a «Get happy !!» en términos de «bueno» es como afirmar que el Atlántico está «algo mojado»…

Y siguiendo con lo que toca, que es el tratar de abarcar el suculento contenido del fantástico elepé de hoy, es al que suscribe a quien le sobrevienen las dudas… ¿Qué es lo correcto, respetar el órden original del vinilo que tengo a un lado o el órden de la antes mentada reedición en cedé que tengo en el otro? … Conviene aclarar que en este segundo caso el disco empieza al principio de la B side original, y no parece quizá el mayor de los problemas del mundo, en efecto, pero no menos cierto resulta que la secuencia de tracks deviene, o suele hacerlo en gran medida, en unas u otras sensaciones finales para el que escucha. Optaré hoy por esa segunda opción igualmente, y con las disculpas procedentes de ser estas necesarias, ya que me compré el compact de Demon (con sus bonus y tal) algo más de un lustro antes que el adorado vinilazo por lo que me acostumbré a escucharlo así, ya de primeras y hace sus buenos añitos, y me cuesta lo indecible revertir hoy así y de repente el asunto. Así, empezaremos el «disco soul de Costello» con los trotones ritmos acelerados de «Love for tender«. Que habita a medio camino de «no action» y el «clubland» en lo audible y toda una declaración de intenciones, independientemente del órden elegido (es un principio de cara, sea la que sea, en definitiva), que da validez a esas declaraciones del maestro en relación a la exagerada (y bendita, por la entidad y personalidad propia que con ello se consigue) celeridad en que fuera parido el disco. «Opportunity» tiene ese marchamo juguetón de órgano que suena, según como, a videogame ochentero de Atari o similar, que ya habíamos oido de forma parecida en aquella «living in paradise» del «Model» aunque sin el glorioso reverso popero de quilates en el estribillo de esta última, me parece de recibo aclarar… Aunque, por contra, su ritmo más redondo -y tan ex profesamente «soulero»- le permite llenar con solvencia el grueso de la canción (cosa que no podría hacer la otra sin el mentado estribillo… si al final todo tiene lo suyo, claro qué sí). Pero ojo, al tanto, que llega una de mis favoritas: «The imposter«. Que si la primera era vivaracha esta alcanza visos casi esquizoides en comparativa… Lo que en «love for tender» era rencor disfrazado de ironía y en la siguiente una demanda/exigencia de honestidad, en «el imposter» es denuncia directa a toda pastilla… Enorme Bruce Thomas a las cuatro cuerdas, por cierto. Siempre he pensado que es en este disco donde más luce el bajista (¿»soul acelerado»?, el sueño de cualquier bajista de la eclosión punk/newaver de los end-70’s que se precie y qué bien que le quedó todo al puñetero -y qué lástima conocer en perspectiva como acabaría la relación entre los dos músicos, claro-). La también muy exigua en duración «Secondary modern» es una canción de tempo claramente lento cuya resultona elegancia pone la alfombra roja para las ocho maravillas que siguen en tropel y que conforman el embutido central, lo realmente gordo (aunque con asteriscos a argüir como veremos/escucharemos al final de todo), de «Get happy !!». Y es que todo eso que sigue, de «king horse» a «black & white world», es una demostración de talento compositivo y variantes de registro interpretativo al alcance solo de los elegidos. De los elegidos de verdad. Y para agilizar lo despejo rápido. Para que perderme en los circunloquios garraferos habituales… Las melodías inapelables de «Men called uncle» (sweet juventú espolvoreada con la agriedad de turno), lo incontestable de «King horse» (todo un single en potencia para las «fuerzas armadas» que, anda mira, aparece por aquí) o la misma «Possession«… Empiezen, empiezen el día entonando a pleno pulmón, y tratando de emular la melodía, lo de «if there’s anything that you want, if there’s anything that you need» y el mundo ya es algo mejor. Y claro que «New Amsterdam» (que hace referencia a NY no a la capital holandesa, ya puestos) con sus aires «folkeros» y producción distinta al margen del resto del disco y sin mediar los Attractions, pues así fue registrada, es de lo más hermoso que nunca haya compuesto nuestro héroe (un saludo de anticipo al futuro «rey yanqui») pero, al tanto, que no la pondría tanto por encima de la también maravillosa perse «Clowntime is over» (tremenda letra de fin de ciclos vitales remachada con una instrumentación que evoca despedidas de verano y diversiones varias). Y sigue el festival con la fanfarria marca de la casa (por entonces al menos y con los matices souleros perseguidos y encontrados para la ocasión) de «High fidelity» y su famoso juego de palabras, y la no menos trotona -e igualmente famosa- versión de Sam & Dave «I can’t stand up for falling down«… que continuamos en siguiente párrafo, por puros y duros temas de «piedad visual» (aunque, ojo, que este texto es original de un espacio temático del músico, y por ello: «compasión 0», si y además con toda la intención).
Y todo un regalazo que nos hizo, qué duda cabe, en los bises del aquel concierto de julio/2013… Esa manera de empezar lentamente, arrastrando, la segunda del par mentadas… La madre que lo parió !. Y ahí queda también «Black & white world«, faltaría… Otra vuelta de tuerca al concepto musical propuesto por «green shirt» del anterior elepé pero superándose en la propuesta melódica, todo ello (todo un que recurrente en este álbum) en menos de dos minutos. Llegados a este punto alguien podría pensar que al haber destacado previamente ese ramillete de canciones lo que queda hasta el final ralla por debajo, se puede entender… Nada más lejos que el planeta de los simios. A partir de ese momento, para las ocho tracks que quedan, el asunto se abre en todas direcciones y es, en verdad, uno de los documentos/argumentos más perennes que se puedan mentar a la hora de recordar porque Costello es a la new wave lo que el otro Elvis al R’n’r, Bowie al glam rock o los Ramones al punk: la fucking/blessed bandera, sin nada a rechistar. Uno puede casi adivinar toques skatalísticos en la inmaculada clase popera de «5ive years inreverse» (que este hombre produzco el «mensaje para Rudy» de los Specials poco antes, conviene recordar y atención al trabajo de Bruce de nuevo, please), el baladón con dejes r&b de «Motel matches» que poco tiene que envidiar a los inolvidables «little triggers» del «model», y en medio queda «B movie» con su poso reggae que parece recoger el aún relativamente cercano testigo de los «detectives vigilados». En «Human touch» , a su vez, ya no queda nada que adivinar, es un ska quema suelas de manual (adecuadamente «popeado» en sus matices, pero ska al fin). La sigue «Beaten to the punch«, el momento «Trust» más marcado de esta referencia (imagínensela de la mano con «fish’n’paper») y que deja entrever por donde irán los tiros en el futuro inmediato del artista/combo. Y si «Temptation» fuese un poco más redonda, y en todos los frentes, no estaríamos en este plano existencial… Es de esas canciones, como mi favorita -«mi canción»- «watch your step» del siguiente álbum, en las que parece que no pase nada, que no haya nada especial a comentar (por su tan engañosa sencillez) y que, por alguna razón extraña e inexplicable, te atrapa en crudo. Momento de nuevo para la fanfarria con la imparable versión de los Merseybeats «I stand acussed«, junto a «the imposter» mi canción «rápida» favorita del disco, con esa armónica al final y el ritmo innegociablemente creciente… Brutal youth la de este hombre, vaya qué sí. Pero, claro, el tipo es tan granuja que todavía tiene tiempo de dejarte k.o., ya del todo y sobre la bocina… «Riot act» es una de las mejores composiciones e interpretaciones del genio (de verdad que se lo prometo) que, en esta ocasión, parece adelantar las formas y maneras del también imprescindible «dormitorio imperial», amén de dar carpetazo a este pedazo de álbum con, de nuevo, un registro no utilizado hasta ese momento en el mismo. En resumen (postrero ya): si tu vida corre peligro por exceder la media docena de «discos costelleros» (que vaya desgracia de proporciones insondables y patafísicas también, claro -por lo menos para un ingente nada desdeñable en el que humilde servidor está inscrito a perpetuidad-) ni se te ocurra dejar de meter en la saca de rescate este tan cojonudo «Get happy !!», o como alcanzar la felicidad (en la medida de lo posible habida cuenta lo cascado anda el mundo) pero viniendo desde «el otro lado» acorde a lo tópico. Irrepetible hace más que corto.

Elvis Costello & The Attractions – Get Happy !! (1980) : 10/10

01. «Love for tender»/ 02. «Opportunity»/ 03. «The imposter»/ 04. «Secondary modern»/ 05. «King horse»/ 06. «Possession»/ 07. «Men called uncle»/ 08. «Clowntime is over»/ 09. «New Amsterdam»/ 10. «High fidelity»/ 11. «I can’t stand up for falling down»/ 12. «Black and white world»/ 13. «5ive gears in reverse»/ 14. «B movie»/ 15. «Motel matches»/ 16. «Human touch»/ 17. «Beaten to the punch»/ 18. «Temptation»/ 19. «I stand acussed»/ 20. «Riot act».
Este texto -propio- fue rigurosa y flagrantemente sustraido (y sin apenas modificaciones) desde el temático y costellero espacio Imperial Trust.

Por Guzz

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4 comentarios

  1. solo digo que es mi favorito de Costello y el que más escucho junto con el infravalorado Punch the clock . solo oir los directos de ambas giras llenos de soul (TKO HORNS) glorifican a cualquiera

    1. Mi favorito no pero en la pomada del quinteto definitivo estaría casi seguro. Además mejora (casi nada) para mi el arreón popero del más aplaudido (y también básico) "armed" a souledades limpias recuperando, de paso, la energía desbocada de tantos momentos del "model". Eso sí, aunque discutirle el pleno es pasarse la historia de la nuevaola british por el forro -directamente-, me ralla un algo por debajo del que seguirá y suda lo suyo para empatarle al que le sigue después… Abrazo Bernardo y aprovecho para recordar (dato que no sirve para mucho pero valga el vacileo) que nadie tiene más discos firmados en solitario en el libro de los "1002 discos…" que Costello (le empatan Young y Dylan, sí, pero seguro fue por enchufe de la editorial…).

    1. Es que este disco es muy complicado King y su mera existencia ya es prodigio… 20 canciones -sin ser doble, ojo- que juntan urgencia punk, descaro newaver y matices souleros tan ricamente, sin perder de vista los tics de r'n'r scholl que los Edmunds, Lowe y cia rescataron para la causa. Y las melodías, y la voz, que eso ya lo obviamos… No me extraña nada que se mente recurrentemente entre "los elegidos" del Godglasses por parte de sus -siempre exigentes- admiradores, vaya… Y ojo, que se acaba aquí con la excelsa "Riot act" y el tan cojonudo "Clubland" que ya asoma a la vuelta esquinera…

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