Críticas Discos

Para quien no los conozca un algo, o los tenga apenas ubicados, que conviene decir de entrada que la propuesta musical de estos «hechos a cachos»  es como bastante puñetera a la hora de ser descrita… Hay una cierta tendencia en meterlos en el saco de la «neo-psychodelia noventera» que tuvo su muy breve momento de gloria (en cuanto a reconocimiento masivo)  de la mano del «Soft bulletin» de los Flaming Lips y las «Deserter’s song» de Mercury Rev. Dos muy buenas (que no imprescindibles a mi humilde entender) bandas de las de ir recuperando cada tanto y que, eso sí y en base a gustos propios, tienen sus mejores referencias algunos años antes. Pero, y a vueltas con los BtS de hoy, debo decir que nunca ví del todo satisfactorio ese encasillamiento/etiquetación… apenas nada, en realidad. Como tampoco veo claro del todo, que ya un poco más si -ok-, el meterlos a granel en la saca de aquel lo-fi de postín -y también 90’s- (lo de esos, ya mucho más queridos y reconocidos para quien suscribe, Sebadoh, Pavement, Guided by Voices, breve etc), más allá de su disco de estreno (el notable «Ultimate alternative wavers» del 93). Finalmente, queda la lectura que más me convence: esa por la que Built to Spill como ocurre con las bandas sugeridas en el penúltimo paréntesis, u otras tan igualmente variopintas y distintas entre si como los Superchunk o Afghan Whigs, recogen de alguna manera (siempre agradecidamente particular) el legado de lo más grande que generó aquel añejo (y mejor) rock independiente ochentero yanqui… Sí, y aún sin llegar a según que nivelazos, obviously. De hecho, puestos a reforzar esa idea, se suele comparar al barbudo Martsch con el melenudo Mascis por su devoción compartida por los largos pasajes guitarriles…  (que ni de coña, claro, Dino Jr mete mucha más bronca -es más high energy y menos pop-, pero sirva para hacerse una idea del nivelazo de Doug para quien lo quiera aprovechar).
En cualquier caso los veinte años más la propina de singladura de BtS se resumen en siete discos: cuatro de ellos muy de mi agrado (los cuatro primeros, los noventeros) y tres como muy poco interesantes (y con muy grandes momentos puntuales… enormes a decir verdad). Nos quedamos hoy, por supuesto, con este «Keep it like a secret» que conforma junto a «There’s nothing wrong with love» (94) y «Perfect from now on» (97) la que considero su tripleta tremebundo-definitiva. Y la elección es debida (de ahí lo de «por supuesto») a que estamos sin duda ante la tarjeta de presentación más obvia del combo. Su disco más «amable y directo» (o más fácilmente digerible de primeras si se prefiere).
Empieza este «Keep it like a secret» con la emblemática, a su manera, «The plan» que a pesar de que a mi siempre me dé por pensar en los Yo La Tengo, mayormente, agradará tanto a los seguidores de Pavement por su particular estructura como a los de Superchunk por su menor elemento voltaico, pero igualmente, innegable entusiasmo. Sigue «Center of the universe» que es algo así como el single en potencia más claro del álbum (que lo fue de hecho):  baquetas que se caen, riff de funambulismo circense, melodía a lo happy birthday, aceleramos para el chorus y, hale, ya tiene Martsch su highlight de narices… que deberia haber sido pero no fue, estaríamos buenos (asco de world). Más melancólica, pero también sugerente, resulta «Carry the zero«, el otro sencillo del disco, ni que sea por la instrumental y saltarina despedida. Aunque, al tanto, mejor incluso que me resulta a mi esa más vivaracha «Sidewalk» que la sigue, con su alegría a cuestas y nueva melodia engañosamente (por aquello de lo jodido que es siempre hacer fácil lo que no lo és) sencilla. «Bad light» es otra magnífica muestra del buen hacer de esta gente (o de Doug, si se prefiere) a la hora de estructurar una canción… La cosa parece divagar con lo del «never forever», con su monótono bajo en primer término y sus ténues líneas guitarriles matizando apenas (como sin querer) hasta que, claro, el asunto se va rearmando muy sútilmente para acabar con una nueva parte final donde se acelera, repitiendo el título, y acabando posteriormente como se empezó… Todo un arte lo de este grupo/hombre esta manera de proceder (se le da de narices y lo exprimirá, con razón, durante toda su carrera). Y ahora ya, en pie,  llegamos al momento total del disco con esa intro (aunque la «outro» tampoco tiene desperdicio alguno) de quilates de «Time trap» y la «bonitez» sin mácula de «Else«. Dos de mis canciones favoritas de Built to Spill, que las pongo así juntas en parte porque me da la mismísima y en parte porque me parece el ejemplo definitivo de lo que este grupo puede lograr cuando pisa el acelerador en lo que a talento pertoca. Toda una demostración de dar un uso tan sabio como sugerente y variado al intrumento más famoso del R’n’r en el primer caso, -y sin estridencias a encaber-, y por lo que toca al segundo (esa reposada preciosidad sideral llamada «else») ya que baje quien toque y lo explique. Para salir del ensimismamiento de ese par de dos (y es que son la leche ambas), y ya encarando el final, nos llega «You were right» con su nuevo estribillo coreable y su nueva falsa sensación de reposo -tan agradecida- de subidas y bajadas sin previo aviso (que sus meritorios momentos guitarriles encontramos, one more time, por ahí en medio).  Algo menos directa de inicio pero algo superior incluso que resulta «Temporarily blind«, donde se da mayor importancia a la parte instrumental y nos encotramos, de hecho, con mi tercera en discordia de las pistas favoritas del trabajo, aunque con dudas… Pues se remata la faena con guiño al disco anterior, el más que cojonudísimo -si se le da el tiempo que sin dudas merece- «Perfect from now on» (que es justo lo contrario a este en cuanto a «accesibilidades rápidas»), y los más de ocho minutos de esta excelente «Broken chairs» en la que de todo cabe. Tremenda y harto recomendable pieza, ni qué decir. Lo mismo que esta banda, que es mucho más de lo que parece a simple escucha, sobretodo si se les da la cancha y la atención requerida… Si no hay ganas ni/o paciencia, pues tan amigos oiga (ni qué decir), pero eso sí: una lástima y gorda, que lo sepan.
 
Built to Spill – Keep it like a secret (1999) : 8’6/10
01. The plan/ 02. Center of the universe/ 03. Carry the zero/ 04. Sidewalk/ 05. Bad light/ 06. Time trap/ 07. Else/ 08. You were right/ 09. Temporarily blind/ 10. Broken chairs.
Por Guzz
Este texto fue copiado, tuneado y regurgitado -para la exiliada causa- desde el espacio Citizen Guzz.
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2 comentarios

  1. No tengo nada controlado a esta banda. Pero nada de nada y lo sabes. Y aunque reconozco que tu texto es excelente, incluso mejor que los míos (aunque eso me joda aceptarlo) me sigue dando la misma pereza ponerme a (re)descubrir a los "Spill". Sé que soy un berzotas pero en este momento o llevas genes de la familia Earle o mejor no entres en mi casa…. a no ser que seas Pete Townshend……

  2. Pues que te acuerdes que en una cena del anterior piso y en una de esas quedadas de sobremesa y timba posterior que podíamos hacer (antes de tener descendencias y tal, se entiende) te puse un pupurrí guzzero de esta gente cuya respuesta por tus partes fue "oye, esto mola bastante"… Y de los who yo soy claramente de The Ox por encima de cualquier otro, de largo y qué se sepa !

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