Críticas Discos Especiales

En realidad, a este tercer trabajo del grupo legendario de Memphis, lo podemos considerar como las Basement Tapes de los setenta en cuanto a fundamentos para una nueva arquitectura rock o como el disco blanco de los Beatles por ese feeling de bella desintegración en continuo ensayo.
Es el tercer disco de la Gran Estrella de Memphis, ese que no lo salió en su fecha (*1974) sino cuatro años más tarde (1978) pero que nunca caducó,  un tipo de movimiento sísmico que sin pretenderlo cambia el paisaje.
No hay colección de canciones que haya influido tanto en los grupos cuyas carreras seguimos con tanta avidez, los buenos, por cierto y, sin embargo, es totalmente desolador.
El gran álbum crepuscular de todos los tiempos nos cuenta la historia de un grupo hecho trizas, en estado de cuadro y prácticamente se le puede considerar como un trabajo en solitario de Alex Chilton: personaje básico en el power-pop-rock que viene de la escuela soul pero sin creer en las ortodoxias, rupturista, sacando toda la tragedia a los Estados Unidos de América y asimilando a los mejores grupos de los sesenta.
Se encerraron en los estudios Ardent con Jim Dickinson que pasaba por allí y eso fue una suerte porque este hombre tenía el Sur y el mojo necesario para transformar unas maquetas en arte perenne.
Y fueron probando y grabando fantasmas y angustias vitales como Lou en Berlin y consiguieron sonar a Yankee Hotel Foxtrot ya en 1974.
También se acercaron al despelote del Pink Moon nick drakeriano y la segunda cara del On the Beach y grabaron varios clásicos para el american songbook: Holocaust es como Hallelujah, que se lo cuenten al ángel Buckley.
Me gusta recrearme en sus ecos, en sus sonidos, Dickinson también estuvo después en Time Out of Mind, Sister Lovers, que es como se iba llamar aquella estrecha formación residual, es puro Love Sick.
Los Replacements y derivados, el grunge cuando se pone umplugged, todo el nuevo rock americano firmó una hipoteca de por vida con un banco llamado Sister Lovers, sin leer la letra pequeña.
Sister Lovers es un viento, un viento nada idiota que impregna el rock moderno y casi,  ni se edita. Big Star es el grupo maldito de los setenta, tres long play, tres obras maestras.
Además, representan tan bien esos años…
No hay nada más triste que el rasgeo acústico de Big Star: la manera en que grababan las acústicas, un eco de romanticismo brutal.
For You es especial, como si Honeybus y Love se dieran el más tierno abrazo con el espíritu de John Cale. Sonaban tan británicos pero tan americanos a la vez.
La experimentación sónica de Downs explica las llamadas canciones raras de Wilco, su llamada deconstrucción ya la habían hecho antes otros, era sólo una recuperación.
Pero también hay riffs eternos como en Thank You Friends para que Teenage Fanclub, unos escoceses,  compusieran belleza de por vida.
Take Care la traduces y parece de Vainica Doble, haced la prueba, es tan bonita y esa forma de cantar de Alex como si estuviera sumido en la depresión más infinita.
Aunque Jesus Christ sonara a hit es la única que sigue en la línea del primer y segundo disco.
El Femme Fatale es un acto de fe y sinceridad, la Velvet marcó el rumbo de estas grabaciones y Steve Crooper está tocando, juntando bellas tradiciones, norte-sur.
Kanga Roo con ese arreglo de acordes abiertos y muy Zeppeliano… se podría hacer un curso sólo para explicar sus arreglos impresionantes. Es una menina en un disco plagado de ideas y melodías memorables como Big Black Car o Dream Lover.
Y luego, queda el dolor, el mood de todo el Third Album y también las demos de la imprescindible box set  Keep an Eye Of the Sky que todo amante del rock debiera poseer y escuchar.
Qué misterio tan grande fue Big Star, qué grandes y qué poco conocidos.
Muchas creaciones crepusculares sugieron del momento en el que todo parece irse a la mierda, nacieron de la insatisfacción y el amor sin corresponder para convertirse con el tiempo en oro para nuestro disfrute.
Third/Sister Lovers se nos escapa al análisis, está por encima de categoría alguna, es viento, lo notamos, nos alivia , nos corta, nos hiela, nos preocupa pero nunca podemos descifrar de que profundo lugar arrecia.


Esta entrada se había publicado en rockandrodri land sección discos crepusculares pero ahora es adaptada para el Exile. 




Third/Sister Lovers – Big Star (*1974)
10-10

Kizza Me / Thank You Friends / Big Black Car /Jesus Christ / Femme Fatale /O, Dana / Holocaust / Kangaroo / Stroke It Noel / For You / You Can’t Have Me / Nightime / Take Care/Downs


4 respuestas

  1. Sabes que no me gusta lo de las notas, pero esta es una de esas ocasiones en que el numero solo puede ser uno, el 10. Como acostumbras bro, apasionada entrega de uno de mis TRES discos favoritos de la Gran Estrella jajajaja
    Abrazo fuerte bro.

  2. Esta gente vivió en el masterpiecismo total como tan bien apuntas Master Joserra… Yo le sumaría al sacrosanto hat trick de estudio el Cosmos de Bell (que creo recordar también tocaste en la Land) para hacer cuatro puntas de la star… La quinta sería la interminable colección de fieles seguidores desde Westerberg hasta Tweedy, pasando por Athens o el club adolescente scottish, entre incontables más. Un diez indiscutible, que el arranque del primero no eclipse jamás lo enorme de éste y el segundo, estaríamos buenos. Aplausos por doquier y abrazo guzzero !

  3. Es un grupo que con los años voy apreciando más. Los tengo ya en un pedestal, pronto santificados… me gustan más los dos primeros, como a la mayoría, pero claro, no bajan del "discazo eterno".

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