Discos Críticas Especiales


Llegó su estación y uno le tenia muchas ganas al Common One. Aunque una de sus canciones esté dedicada al verano, esta joya sublime del león norirlandés pertenece de pleno a la estación de los tonos ocres.
 
¿A cuantos habéis escuchado calificarlo de obra maestra? Yo a pocos y claro que lo es.
 
Con Veedom Fleece es más fácil, «que si Astral Weeks II» -nada más lejano por cierto, ya que es otro universo y otra obra maestra, Van tiene varias- «que si tal y que si cual…»
 
Como Bob Dylan o Neil Young , en los setenta, cada publicación del Cowboy de Belfast es un planeta y es oportuno que te avisen de su clima, temperatura y del tipo de ropa con las que tienes que transitarlo. Trataré de convenceros de todo lo que afirmo dentro de mi estilo siempre exagerado pero inevitable.
 
Esta colección de 6 canciones o, mejor, de seis discursos inarticulados del corazón es perfecta para ascender al monte de tu propia alma y por ello es hermano gemelo del Hejira de Joni Mitchell.
 
Basándose en la gospel music y adaptándola a la Isla Verde – su gran logro, por lo que siempre será uno de los apóstoles del rock and soul- consiguió con estos seis cuadros uno de los más sinceros y artísticos despelotes emocionales musicados de la historia, comparables a los de Love Supreme o Kind of Blue.
 
Me es difícil articular descripciones coherentes porque es comenzar la aguja a pinchar el vinilo con Haunts of Ancient Peace y reconocerme en este disco-oración cuyo único dios es la conjunción del ser humano dentro de la naturaleza, la integración perfecta con su luz, su materia, la belleza extrema de percibirla con los sentidos y sentirnos, tras su escucha, parte de algo inmenso.
 
Sorprende que viniendo de un disco tan fabuloso, variado y californiano como Into The Music ( de la familia de Moondance) ,el huraño pelirrojo decidiera dar otra de arena para , sin ningún pudor y en un tercer intento de 10, enseñarnos las entrañas de si mismo y así la de los que le escuchamos.
Los siete minutos pasados de Haunts of Ancient Peace me llevan a lugares como el Crómlech de los Almendros de Évora o a una iglesia prerománica asturiana, con su camino verde, quizás al puente romano de Frías que aguanta riadas mientras el camping no; en definitiva, a ese lugar que basta ver, tocar, oler para sentir los rastros de una antigua paz , para darnos cuenta de que necesitamos de la armonía con el arte producto de una vida ancestral mucho más lenta, donde todo llevaba su tiempo para que casaran las piedras de toba a la perfección, donde no se hacían chapuzas para que el futuro las pudieramos  rechazar.
 
Mark Isham con su trompeta y Pee Wee Ellis con su saxo tenor evocan ese sublime pasado que merece la pena recordar para seguir el healing game, el proceso de curación tan morrisoniano, esto es un balneario-spa gratis y del bueno.
Los coros griegos avanzan por esta pieza maestra, descomunal, bellísima. Y el piano eléctrico de John Alliar parecen gotas de rocío, cristalinas, como lágrimas.
Peter Van Hooke toca la batería de la forma que requiere esa pausa y contemplación para luego pasar a un ritmo saetero irresistible.
 
«Cuando no me puedo ni encontrar los pies, cuando necesito descansar y dormir…las campanas de la iglesia tañen…una canción plena de armonía y rima…las palabras que no necesitamos decir…»
Y el solo de saxo rompe en uno de los más bellos que jamás he escuchado.Me hace añicos todas mis prisas.
 
Summertime In England no entiendo como no está expuesta en la National Gallery. Es tal su grandeza y magnitud – el 60 % de carrera de Lambchop ya está ahí- que me cuesta mucho ser con ella un mero cronista.
Mirad esto es gospel celta y él se lo inventó. Sus dos mundos , el de pleno swing de James Brown de pueblo y parroquia de la estrofa es de hacerse cacas y pis y luego el corte de pura Iglesia con la «voz de Mahalia Jackson llegando desde el éter» …para qué contaros más.
Ese órgano que lo introduce , ese common one with the coat so old, permitidme una pausa para llorar de felicidad , para creer en algo pero para creer, por lo menos en lo que es capaz de hacer el ser humano con una canción. Ese cambio, y cuando dice que no hay un porqué  ya es el puro éxtasis.
Ain´t why why why it just is…suffering so high…oohhhhhhh myyy coommon one...y la sección de cuerdas tiembla ( impresionan en todo el disco)  y Van gruñe como ellla. 
Brothers and sisters el nivel es astral! Quisieras que Summertime In England  dure tres años. Puta obra maestra.
 
Para quitar un poco de hierro porque si no mueres,  Satisfied tiene ese punto rythm and blues entre Muscle Shoals ( como Bob en Slow Train) y los JB´s pre-funkadelicos. Seguimos en la Iglesia y en la sofisticación plena de unos Steely Dan. Maravillosa. No puede uno parar de mover los pies.
 
Fin de la cara A, un 10.
 
La vuelta comienza otoñal y sinatrera con la soberbia e infravalorada White Honey donde canta como el ángel gruñón que siempre ha sido y será. Y volvemos a estar de la mano de lo que Joni hacía por la época, genios de la música.
Sinceramente, no me pegueis que a mi también me gustan, pero las canciones posteriores tipo Someone Like You o las baladas de ahora…comparadas, son toda una mariconada.
Solo hay que escucharle como dice Way up On The Mountain para comenzar la segunda estrofa, un milagro, como si tuviera una ciruela claudia en la boca.
White Honey es como una paseo, un dulce paseo con quien más quieres en esta vida, con poco tema de conversación, con la felicidad por silencio contemplando la hierba y atandote las botes de monte porque se te han desatado. Espectacular, el paisaje de Common One, un día dorado de otoño, mudando capas, cortándote el pelo, (mañana voy) las uñas también, experimentando un poco la muerte para renacer. And the light come shining through…
 
Spirit es el gospel de la cara B, menos emocionante que el de la A, misma posición, dos tercios más corto pero no por ello menos disfrutable en el todo, Common One es tan todo que se olvidan sus partes. Y el mensaje en esas paradiñas tan suyas, es bien claro, sal de tu casa si estas bajo de moral , sal y vuelve, sigue el camino y vuelve a casa, vuelve a encontrate coño, no dejes que tu espíritu muera, que te dé el aire. Gracias maestro.
 
Y el desparrame, la sección X del Common One, el striptease cardíaco llega con la fase más  yoga: el When Heart Is Open,  que a mi me vale por todo el rock sinfónico.
Simplemente el maestro nos dice lo que según cómo te lo digan puede ser una cursilada o una curación en regla: cuando tu corazón está abierto cambiarás como una flor que se abre lentamente y encontraras a tu amante, cuando no hay idas y venidas, sin prissa, en fin, puro sexo tántrico. Y si hacéis la prueba de escucharla en silencio y tumbados, escuchareis la banda sonora del paraíso terrenal cuando Van habla a la vez que sopla la armónica, una especialidad, os lo prometo.
 
Mirad, Common One solucionaría muchos conflictos si toda la humanidad lo escuchara una vez en su vida, así lo creo, es osteopatía verificada o es simplemente el puente de Frías, esa iglesia pre-románica asturiana, el Crómlech de Évora, tiene muchos más años que todos nosotros juntos, way back, way back, data de cuando el ser humano estaba en plena armonía con la naturaleza.
Por eso cariño, «acercame las botas de monte, creo que nos vamos al bosque « ha llegado el otoño y es tiempo de Common One.
Os lo ruego, haced la prueba, llevad a Common One a las alturas que e donde pertenece.

 
Publicado antes en rockandrodri land pero modificado para el Exile.

Common One – Van Morrison (1980)


Haunts of Ancient Peace
Summertime in England
Satisfied
Wild Honey
Spirit
When Heart is Open


Un comentario

  1. Perfecto para mi cura anímica. Nunca había mirado con esos ojos al "Common" pero joder, voy a ponérmelo ahora y a saborearlo recreándome en tus descripciones. Van es todo lo que necesito hoy.

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