Críticas Discos

Los elogios y aplausos aún no han dejado de sonar al hablar del disco de Natalie Prass, sin duda uno de los mejores del año, bonico del to es poco. Las palabras del maestro Joserra Rodrigo desde el Exilio me llevaron irremediablemente a entregarme a Natalie en cuerpo y alma, y no, no estoy para nada decepcionado, me alegro de haberme dejado todos mis perjuicios a un lado y disfrutar de su música, de sus espléndidas canciones, de su enorme disco que sonó sin parar todo el verano pasado en casa como ya expliqué en la Isla Nikochiana. Tal vez de lo único que me puedo arrepentir es de no haberla visto en directo, más aún al escuchar este caramelito del que hoy os quería contar cuatro cosas. El artefacto en cuestión e «Live at Spacebomb Studios», un delicioso y bello EP en directo donde Natalie deja buena muestra del talentazo que tiene. Por supuesto suena este temón que es «My baby don’t understand me», que suena a gloria bendita, a beso antes de acostarse. «Caugh in the rapture» me ha parecido sensacional, una versión genial de Anita Baker respetando su sonido y dándole un toque del «mestre Bardagí» a su sonido. Lo de «Christy» ya es de escalofrío puro, increíble, sin palabras, no creo que la raza humana merezca semejante dosis de belleza. Otra versión, sorprendente, la del «Sound of silence» de mis adorados Simon & Garfunkel, maravillosa sin más. Para cerrar tenemos «REALiTi, otra versión de una tal Grimes que no conocía, canadiense para más señas y bastante guapetona aunque su estilo, el synthpop, es poco probable que suena en casa sino es con una versión como la de Natalie. En definitiva, un caramelito de la Prass que solo hace que confirmar lo que ya sabíamos, aquí hay artistaza.


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