Purslane Album

Críticas Discos

Fresco, adictivo y algo canallesco. Michael McGowan al mando de Purslane firman un disco excitante, para apasionados de la música.

Revisando mi colección de discos me centro en aquellos provenientes del Norte. En Suecia siempre se ha hecho muy buena música, de todos los estilos y para todos los gustos, y un servidor cuenta con un buen puñado de discos que van del precioso folk de The Tallest Man on the Earth al rock avasallador de The Hives y The Hellacopters, hasta el perfecto clasicismo rock de The Soundtrack of Our Lives, sin duda la mejor banda de rock salida de la península escandinava en los últimos veinte años.

Aquel «Behind the Music » del 2001 me sigue pareciendo una obra maestra de la música independientemente de donde venga. En 2018 creo haber encontrado un remedio al vacío creado por la desaparición de aquella banda. Tengo la sensación que «Purslane» pueden ser otra magnífica banda a tener en cuenta.

De momento conocíamos su Ep homónimo (Purslane EP, 2016) en el que la banda formada por Michael McGowan (voces, guitarra, armónica), Sara McGowan (percusión, voces), Birgitta Fryklund (bajo, voces), Wilhelm Söderquist Wermeli (guitarra solista y voces) y Nicklas Sternegård (guitarra y voces) demostraban de lo que eran capaces.

Cuatro canciones excelentes que tomaban el relevo de TSOOL desmarcándose un poquito de su clasicismo rock condimentándolo con la frescura indie de final de los ochenta principios de los noventa ya sea acercándose a REM o Pixies, e incluso dotándole de frescura con el rock canalla típico británico de las últimas dos décadas y añadiendo pequeñas pinceladas tipo Replacements y similares.

Es decir, todo aquello que más nos gusta. No os miento ni exagero. Aquel Ep formado por «Pocket full of posies», «From a book of dreams pt.2», «I am and so I do» y «Cinnamon Freckle» fue una excelente carta de presentación que se vio reforzada al escuchar el primer single del disco que hoy nos ocupa. Dicho single, el excelente «Johnny Disco» abre su nueva colección de canciones que cuenta además con «From a book of dreams pt.2» y «Cinnamon Freckle» repescadas del ya comentado maravilloso Ep.

Fresco, adictivo y algo canallesco. Michael McGowan al mando de Purslane firman un disco excitante, para apasionados de la música.
Mr McGowan

Michael McGowan y sus Purslane consiguen entregar una colección de canciones frescas y llenas de vitalidad. Canciones que llevan el rock clásico en su ADN y que se acercan al vital indie-rock de final de los ochenta principios de los noventa sin olvidarse de darnos ciertas pausas con un folk de siglo XXI.

«Johnny Disco» que como os decía es el single de presentación es la encargada de abrir el disco con unas guitarras punzantes y cargadas de energía. Los redobles a la batería te llevan inevitablemente a recordar al bueno de Moon the Loon, y así un servidor conecta en su cabeza a la banda de Karlstad con la de mis favoritísimos Who liderados por Townshend. Es un tema incendiario. Una canción magnífica que ya es una de las favoritas personales del año, que vale su peso en oro y justifica por sí sola la adquisición del disco.

Después de este temazo que te deja sin aliento nos dan una buena dosis de felicidad y positividad con la ya conocida, pero no por ello menos placentera y sorprendente, «Cinnamon Freckle». Una joya. Un tesoro. Un oasis de felicidad. La guitarra inicial lo dice todo, y la voz de McGowan encandila y obtiene magia cuando se ve arropado por las celestiales voces femeninas.  Power-pop de libro.

Fresco, adictivo y algo canallesco. Michael McGowan al mando de Purslane firman un disco excitante, para apasionados de la música.
Purslane The Band

Un hipnótica armónica da comienzo a «Salty Midnight», un tema precioso y positivo que me hace esbozar una sonrisa de felicidad y, porqué no, de placer. Los teclados de fondo son una belleza, así como los coros. Una maravilla que nos lleva de la mano a otra de mis favoritas. Hablo, como no, de «44 Maggie». Tanto en la canción anterior como en «44 Maggie» la voz de McGowan  me recuerda al  estilo de John McCauley, más cuando se pone suave en Deer Tick o con los Middle Brother que cuando le da por atacar el rock en Diamond Rugs.

La dylanesque está presente en «Lonely weather» y eso nos encanta aunque está presente también aquel garage de Detroit de principios de milenio, un algo del primerizo y divertido Jack White y algo, obviamente, de los Pixies. «Robot Kisses» tiene algo de Lou, del gran Lou, del juguetón y desenfadado Lou. Tiene el tema algo de glam, si la canción tuviese algo de energía todo se vería más claro, y es fácil imaginarla de esa manera aunque es más difícil imaginar a McGowan con un traje de lentejuelas y plataformas. Un tema delicioso.

«American arms» es un tema donde la batería brilla, un tema atmosférico con cierto toque pop. Particularmente creo que es la canción más floja del disco aunque sirve de puente para llevarnos hasta otro gran tema del disco, que ya apareció en el EP, hablo como no de «From a book of dreams pt.2» que tiene como punto fuerte esas guitarras tan noventeras. Imposible no caer rendido a este tema si viviste aquella poco valorada década.

La acústica «Allright» se encarga de enseñarnos el camino hacia el final, y lo hace con delicadeza y un buen gusto descomunal. Otra vez hay esencia Dylan y eso solo puede sumar. El final llega con «The summer sting» donde otra vez la armónica hace acto de presencia aunque esta vez no es el tono de Dylan sino el tono de Neil Young el que sale de esa armónica. Ese tono que tanto copia Ryan Adams, ese toque que nos pone la piel de gallina y que nos hace enamorarnos del country-rock.

Enseñan de esa manera otro estilo más, y nos muestra ese toque más americano, más country-folk que tiene Michael McGowan cuando se enfunda el traje de The Satchel Kid, a pesar de eso, el tema pasado el ecuador se electriza como le gustaba hacer a Jack White con los White Stripes….

.. Estamos ante otro gran tema del disco, un cierre perfecto que hace que queramos volver a darle al play, una y otra vez, en perfecto y extenuante bucle. Purslane firman un disco debut sensacional que nadie en su sano juicio debería perderse, una joya sueca, un disco que con total seguridad estará entre mis favoritos del año.

Purslane – Purslane (2018)

01.- Johnny Disco/ 02.- Cinnamon Freckle/ 03.- Salty Midnight/ 04.- 44 Maggie/ 05.- Lonely Weather/ 06.- Robot Kisses/ 07.- American Arms/ 08.- From a book of dreams pt.2/ 09.- Allright/ 10.- The Summer Sting.

——————————————————————————————————————-

*Original post in Spanish. Translation by Michael McGowan

Upon Checking my record collection I see that I focus on albums from the North. Sweden has always been a good source of music of styles for all tastes from the beautiful folk of The Tallest Man on the Earth to the intense rock of The Hives and The Hellacopters to the perfect rock classicism of The Soundtrack of Our Lives, without a doubt the best rock band out of the Scandinavian peninsula in the last twenty years.

Their album «Behind the Music» of 2001 still seems like a masterpiece regardless of where it comes from. In 2018 I think I found a remedy for the vacuum created by the disappearance of that band and I have the feeling that «Purslane» can be another magnificent group to consider especially after the moment we got to know their self titled Ep (Purslane EP, 2016) in which the band formed by Michael McGowan (vocals, guitar, harmonica), Sara McGowan (percussion, vocals), Birgitta Fryklund (bass, vocals), Wilhelm Söderquist Wermelin (guitar soloist and vocals) demonstrated what they were capable of.

Four excellent songs that took over from TSOOL, distancing themselves somewhat from their rock classicism and spicing it up with the indie freshness of the late eighties early nineties by channeling REM or Pixies, and even infusing it with some British rogue rock of the last two decades while adding small brushstrokes of the Replacements. Everything I love the most, no kidding or exagerating.

That Ep containing «Pocket full of posies», «From a book of dreams pt.2», «I am and so I do» and «Cinnamon Freckle» was an excellent first statement. My opinion was reinforced when listening to the first single of their debut album, Johnny Disco. The excellent «Johnny Disco» opens this new collection of songs that also has «From a book of dreams pt.2» and «Cinnamon Freckle» taken from the already mentioned wonderful Ep.

Michael McGowan and his Purslane manage to deliver a collection of songs that are fresh and full of vitality. Songs that carry classic rock in their DNA approaching the vital indie-rock of the late eighties early nineties without forgetting to give us a dose of folk music from the 21st century. «Johnny Disco» kicks things off with sharp guitars charged with energy.

The drumbeat echos Moon the Loon, and works to connect the dots in my head, this band from Karlstad with one of my favorite bands The Who led by Townshend. Johnny D is a magnificent song that is already one of my personal favorites of the year, worth its weight in gold and alone justifies the acquisition of this album.

After this tune leaves you breathless, you get a good dose of happiness and positivity with the already known, but no less important and surprising, «Cinnamon Freckle». A jewel. A treasure and an oasis of happiness. The opening guitar says it all, and McGowan’s vocal dazzles and becomes magical when surrounded by the celestial female voice of Sara McGowan. Power-pop by the book.

A hypnotic harmonica opens «Salty Midnight» and it’s a beautiful, uplifting and smile producing moment. The keyboards are a thing of beauty, as well as the backing vocals. A marvel that takes us by the hand to another of my favorites, «44 Maggie». Both in the previous song and in «44 Maggie» the voice of McGowan reminds me more of a softer John McCauley of Deer Tick and Middle Brother than when he’s rocking in Diamond Rugs.

Not only is Dylan present in «Lonely Weather» but also an early Detroit garage sound via Jack White. «Robot Kisses» has something in it akin to the great Lou Read, but the playful and carefree Lou. It has a glam feeling and with a little more energy everything would be more clear. It’s easier to imagine it that way although it is more difficult to picture McGowan in a suit of sequins and platforms. «American arms» a delicious subject is an atmosperic theme, with drums that shine, with a pop touch.

I think it is the loosest song on the album and  it serves as a bridge to another great track which already appeared on the EP, I speak of «From a book of dreams pt.2» with strong nineties inspired guitars. The acoustic «Allright» points us to the end with a Dylan essence, delicacy and great taste. In the album closer «The Summer Sting» the harmonica makes another appearance although this time not in shades of Dylan but that of Neil Young. That tone that Ryan Adams copies so well, that feeling that gives us goose bumps and that makes us fall in love with country-rock.

Here Purslane show their American side with a more country-folk touch like when Michael McGowan puts on the suit of his solo alias The Satchel Kid. Despite all of this though, the outro electrifies the equator just as Jack White did with the White Stripes …We are facing here, another great moment of the album, a perfect closure that makes us want to push play, again and again, in a perfect and neverending loop.

Purslane have crafted a sensational debut album that no one in their right mind should miss. A Swedish jewel, an album that will surely be among my favorites of the year.


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Artículos que te pueden interesar