Discos Críticas

…no es nada frecuente hallar colaboraciones donde exista tanta química, tanta mágica armonía, y donde la melancolía folk más acústica es capaz de congeniar de manera natural con brochazos electrónicos o de pop-rock independiente…

El nombre del dúo (y del álbum) se las trae, algo así como un quimérico centro para mejorar desequilibrios, depresiones y soledades, acaso una consecuencia para solventar el existencialismo de experiencias personales complicadas que aparecían en los últimos discos de Conor Oberst («Ruminations» y «Salutations»).
Better Oblivion Community Center (2019) 2

Podemos decir que el proyecto «Better Oblivion Community Center» del de Nebraska junto a Phoebe Bridgers explora la deriva de las supuestas sociedades de bienestar, de la hipocresía colectiva, de las relaciones personales, de la búsqueda de uno mismo, de esa chispa inicial de las parejas que se va apagando.

En cuanto al resultado musical no es nada frecuente hallar colaboraciones donde exista tanta química, tanta mágica armonía, y donde la melancolía folk más acústica es capaz de congeniar de manera natural con brochazos electrónicos o del pop-rock independiente.


La sensación de atmósferas hipnóticas conviven con la intensidad que desprenden la mayoría de sus canciones. Eso es perceptible desde el primer acorde y desde el primer verso de «Didn’t know what i was in for« en que ya hay algo que se va inoculando y que no nos abandona durante todo el desarrollo de la obra que nos ocupa.
En cuanto al resto ahí está la calidez de «Sleepwalkin«, «Service road« o de «Forest lawn«, la entrañable «Chesapeake» (seguramente la composición donde más brilla el acople armónico de la pareja), el extraordinario homenaje al poeta y dramaturgo británico «Dylan Thomas«, la llamativa peculiaridad electrónica de «Exception to the rule«, el apasionamiento de «My city» o los elaborados arreglos acompañantes de «Big black heart« y de «Dominos« como algunos de los logros que se exhiben en un relevante debut que mejora el nivel musical de un año que por ahora es escaso de recomendaciones musicales para el que suscribe.



2 comentarios

  1. Es un discazo. Ambos molaban por separado; juntos son el éxtasis.
    Y este año sí hay discos buenos. Dentro de nada haré un breve repaso en 50 Estados (sólo cabrán los que vienen de USA, por lo que no podrán estar The Dog Roses o Michael Chapman (UK), Henry Reyels (Australia), The Sonic Dawn (Dinamarca) o The Maureens (Holanda).
    Los del territorio que me compete me los reservo, para que sea una sorpresa mayor, pero hay, por lo menos, diez de primer nivel.

    Gracias.

  2. De Conor Oberst hay cosas que me gustan y otras que nada de nada, me decepcioné con él tras un bolo muy flojo de Bright Eyes. A ella la conozco menos. Pero ya que lo recomiendas creo que lo buscaré y le daremos caña.
    Abrazos.

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