Que una banda de rock consiga combinar con tanta maestría canciones que distan alrededor de 35 años en el tiempo dice mucho, aunque teniendo en cuenta que al frente está Don Steve Wynn nada es raro puesto que nos hallamos ante uno de los casos de mayor talento y de mayor cantidad de calidad discográfica de la historia del rock si juntamos todos sus diferentes proyectos musicales, y mucho más si nos limitamos a hablar de los nombres más representativos que surgieron en la década ochentera.
Sin embargo la actuación en el Loco Club de València durante la noche del 23 de octubre del año en curso no fue ni mucho menos el mejor concierto del Sindicato del Sueño, y no por la actitud o el derroche de sus miembros sino por los fallos técnicos, con algunos problemas en el amplificador de una guitarra o en el sonido del teclado y que originaron numerosos gestos al técnico de sonido, hasta incluso derivar en la salida del escenario por parte de Chris Cavacas.
Aún así, insisto en esto, los angelinos nos hicieron pasar una velada memorable, de una intensidad bárbara, con un arranque a base de piezas recientes más provistas de rock psicodélico como “How did i find myself here”, “Out of my head”, “Put some miles on” o “Black light” para ir desarrollando ese crudo y prodigioso sonido velvetiano marca de la casa, repleto de tensión, crudeza y distorsión eléctrica.
Entre el desfile de clásicos como “Medicine show”, “Armed with an empty gun”, “Bullet holes”, “When you smile”, “Halloween”, That’s what you always say”, “John Coltrane stereo blues”, “The days of wine and roses”… se coló el “Hero takes a fall”, version de las Bangles que el pasado año vio la luz en un recopilatorio junto a las susodichas, Rain Parade y Three O’Clock. Durante todo el repertorio se comprobó una vez más la profesionalidad de toda la banda con un Steve Wynn perfectamente escoltado por Mark Walton al bajo, Dennis Duck a la batería y por un auténtico fenomeno guitarrero como es Jason Victor.
Lo dicho, a pesar de las contrariedades fue un lujo. Como recitó Lee Remick en la película de Blake Edwards
“largos no son los días de vino y rosas…”. Que vuelvan pronto.
* Todas las imágenes del archivo redactor JJ Mestre. Vídeo a cargo de Alfredo Beltrán.