Discos Críticas

Reseña y crítica sobre His Lordship y su álbum homónimo debut.

… frenéticas y explosivas piezas llenas de adrenalina y de actitud que en treinta minutos dejan todo calcinado…

Durante el 2022, los suficientes quedamos pasmados, y también noqueados, con un EP de título «His Lordship play Rock’n’Roll Vol. 1«, donde un grupo desconocido hasta entonces se marcaban una versiones descomunales de clásicos como Jerry Lee Lewis, Jack Scott, Gene Vincent o Billy ‘The Kid’ Emerson, en un derroche rocanrolero brutal que les aproximaba a The Cramps, The Stooges, Motörhead, Stray Cats, White Stripes, Tav Falco…

¿Quién diablos era esa propuesta musical cuyo nombre rendía culto a una comedia británica dirigida por Michael Powell en los años 30? Gracias a mi querído kamarada y amigo Jorge García en aquella reseña del Exile nos enterábamos que His Lordship era un dúo formado por James Walbourne y Kristoffer Sonne, dos músicos curtidos en bandas y artistas como The Pogues, Jerry Lee Lewis, Ray Davies, Willie Nelson…, que se conociceron a partir del  álbum de Chrissie Hynde en 2014 y que habían decidido impulsar este proyecto durante los días de encierro en la pandemia.

A partir de entonces se sucedieron los singles con composiciones propias tales como ‘Buzzkill’, ‘I Live In The City’, ‘All Cranked Up’, ‘Jackie Works For The NHS’ oJoyboy, y en cada una de ellas nos dejaban más extasiados por un atronador rock ‘n’ roll que compaginaba rockabilly pionero de los años 50, surf, post-punk y un abrasivo garage.

Ahora nos ha llegado el ansiado álbum donde se recogen todos los mencionados adelantos del anterior párrafo y a los que se suman otras siete frenéticas y explosivas piezas llenas de adrenalina y de actitud que en treinta minutos dejan todo calcinado, con la bendita excepción de la balada «The Repenter».

his lordship

Solamente queda recomendar que se escuche elevando el volumen al máximo, que se bailen las tonadillas felinas de «Rock Fall Echo Dust» o «Cat Call!» y que después se vibre, como dicen que Dios manda, con el chaparrón rocanrolero de «I’m So Bored Of Being Bored», «Pixelated Polly» o «My Brother Is An Only Child». Si no ha sido suficiente es muy aconsejable poner en bucle los dos minutos de «I Am in Amsterdam» para comprender que estos veteranos de guerra han dado una lección en toda regla. Quedan muchos meses para acabar el 2024 y ya tenemos uno de los clarísimos discos del año.


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