Nathaniel Still

Discos Críticas

Nathaniel Rateliff canta con el corazón en un puño y se agradece. Estamos ante un disco top, ante una maravilla repleta de belleza y calidad.  Discón. 

Puede, como dicen muchos, que el nuevo disco de Nathaniel Rateliff sea un paso atrás, un querer volver a los orígenes, quedándose a medio camino de todo y no llegando realmente a nada. Tiene esta afirmación algo de certeza y verdad que no de sorpresa aunque un servidor no esté para nada de acuerdo con ello. El contexto es siempre esencial para entender. Y no hay peor contexto en la vida que muera uno de tus mejores amigos, un hermano prácticamente. Después de dos bombazos junto a The Night Sweats, que en cierto modo ya indicaban una tendencia de Mr Rateliff a sosegarse, puso la guindilla la muerte del talentoso músico y productor Richard Swift lo que cuentan hizo poner el mundo de Nathaniel patas arriba. Si en el disco homónino  del 2015, «Nathaniel Rateliff and The Night Sweats«, junto a su banda daba cancha a momentos sudorosos y souleros, en «Tearing at the Seams» (2018) abría la paleta de colores y dejaba un poco de lado el efectismo para darnos virtuosismo y belleza. Señalando una nueva senda que ha llegado de forma precipitada debido al triste fallecimiento de Swift y su ruptura marital, que sin duda han acelerado ese proceso evolutivo o involutivo ya que regresa al folk, a las baladas y al preciosismo de sus primeros tiempos. Más cerca de  Leonard Cohen o Harry Nilsson que de Sam Cooke y Otis Reding.

Rateliff indaga en su alma. Rebusca en su mundo interior para sacar su tristeza e intentar encontrar algo de paz. Intenta parar la sangría de sus heridas abiertas y curar algo que requiere tiempo con unas canciones maravillosas que aportan algo de positiva melancolía. Es por tanto este «And it’s still alright» un potente y efectivo antidepresivo musical. Es un ejercicio de exorcismo sentimental para creer y encontrar, donde uno piensa que ya no hay, esperanza. Y cuando uno consigue conectar con el disco, cuando uno consigue escucharlo con atención y le da unas cuantas vueltas piensa que es ridícula la corriente de opinión que habla de paso atrás o resbalón simplemente porque todos aquellos que esperaban una repetición, que esperan encontrar en el disco otra «S.O.B» se encuentren, por ejemplo, con la delicadeza del tema que da nombre al disco. Menos efectista, es cierto, pero no menos brutal ni falto de calidad. Este nuevo disco de Nathaniel Rateliff es oro puro aunque haya que dedicar algo de tiempo al bateo a las orillas del río para conseguir lo deseado.

Este podría ser, en mi modesta opinión, el disco perdido de Harry Nilsson, o tal vez esas canciones, firmadas por el bueno de Harry, que bien podría haberse encontrado Nathaniel para darles formas y vestirlas en honor al señor Nilsson. Sí, estas canciones son para escuchar con batín taza de café en mano. Son canciones hogareñas, preciosas y reconfortantes. En mi modesta opinión, con excepción del tema que da nombre al disco, todo fluye en un sobresaliente perfecto pues lo de dicha canción es ya de gloria boniquesca. Abre Nathaniel con la belleza por montera con «What a drag». De esas de agustito total, con mucha clase, y emanando un estilo propio de cantautor de finales de los sesenta principios de los setenta que está presente durante todo el disco. La canción que por cierto le da nombre es maravillosa. Un canción de diez. «And it’s still alright» lo tiene todo. Amén. No voy a desmenuzar canción por canción porque como digo es en mi opinión un disco top que para nada baja el nivel. Claro que no decir que la delicadeza de «All or nothing», la harrynilsonyana y muy loser «Expecting to lose» que es de mis favoritas, la cruda y arrebatadora «Tonight #2″ de otro tiempo o la ensoñadora y atmósferica «Mavis» no son de otro mundo sería estúpido aunque sea obvio. Esas canciones son excelentes y en mi opinión, y no es por hacer la contraria, creo que son lo mejor que ha hecho Rateliff en su vida además claro de ese final arrebatador con «Rush». Antes de ese inolvidable y bello final encontramos un trío de canciones, para nada de relleno, que son diamantes a menos que uno ponga bien la oreja. Véase, mi favorita personal, «You need me», por poner un ejemplo. Estamos ante un disco top, ante una maravilla repleta de belleza y calidad. Nathaniel Rateliff canta con el corazón en un puño y se agradece. Discón. 
Nathaniel Rateliff – And It’s Still Alright (2020)
01.- What A Drag/ 02.- And It’s Still Alright/ 03.- All Or Nothing/ 04.- Expecting To Lose/ 05.- Tonight #2/ 06.- Mavis/ 07.- You Need Me/ 08.- Time Stands/ 09.- Kissing Our Friends/ 10.- Rush On


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