«Hickory» (2015) y «Still Here» (2018) eran muy buenos discos. Don Gallardo siempre los hace. Siempre consigue al menos media docena de canciones sobresalientes, y casi todas ellas por encima de la media. Claro, que diciendo esto os preguntaréis porqué no le doy más cancha, porqué motivo no hablo más de él…. pues os explico… Gallardo es un excelente músico que como digo realiza bellas canciones, estupendas melodías y discos de agustito total pero le falta eso que ni se compra ni se vende, le falta eso que sí tienen otros ya sea el enfant terrible Ryan Adams o mi amado Josh Ritter…. Y es que ese par juegan en otra liga, como tantos otros que suelen ocupar la banda sonora de mi vida, y en ella Gallardo lo tiene peliagudo ya que no acaba nunca de dar en el clavo, al menos con un servidor. Dicho esto, su música es muy recomendable. Por ejemplo, el año pasado me dejé en el tintero su «In the name of good intentions» que al escucharlo hoy tengo la sensación de habérmelo perdido a lo grande, aunque nunca es tarde… Tal vez por eso he decidido darle escuchas, tiempo y dedicarle atención al nuevo disco puesto que si en el menú habitual de casa tenemos a la familia Earle, a los dos pájaros mentados anteriormente, a Isbell, a Staplelton, a los Steeldrivers, etc, etc.. pues Gallardo debe estar allí, no sé si de entremés, aperitivo, postre o cómo, pero estar debe estar. Su «The Lonesome Wild» le representa como siempre y mejor que nunca. Sonido Nashville, americana countril, buen hacer, bonitas melodías… y falta de picante, de chispa, de poner toda la carne en el asador. Disco disfrutable? por supuesto, no duden.
Don Gallardo – The Lonesome Wild (2020)
*por Nikochan
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