Especial despedida a DR DOG, una de las mejores bandas de las últimas dos décadas. Esenciales y mágicos, de sonido clásico y esencia Beatle.
La respuesta a una supuesta pregunta de cual es la mejor banda en lo que llevamos de milenio tendría innumerables respuestas y seguramente ninguna correcta. Es imposible aseverarlo pues existen infinitos condicionantes en cuanto a gusto, calidad y estado de ánimo, y también, en cuanto a la propia banda en número de discos, perduración en el tiempo e influencia. Siendo práctico y sin pensar demasiado, nos vienen a la cabeza Wilco, Radiohead, Hiss Golden Messenger, Lambchop, Cracker…. Bandas que han desarrollado y evolucionado un universo sonoro propio durante casi dos décadas, muchas incluso desde finales del siglo pasado.
Sí. Esas bandas seguro que estarían en la pomada y seguro que hay otras tantas que también entrarían en la eterna discusión pero… y siempre hay un pero, existe una banda maravillosa, mágica y prácticamente desconocida a este lado del gran charco que cumple con los requisitos de tiempo, número de discos, influencia, sonido propio y atmosférico que ha estado regalando píldoras curativas desde el 2002. Veinte años de carrera, casi en el anonimato, y que ahora en 2022 dicen adiós.
La superbanda de Filadelfia con base en Pensilvania, DR DOG, nos ha estado dando tratamiento vital para nuestras delicadas almas y maltrechos corazones, así como ha ido vitaminando y energetizando nuestras neuronas con una serie de discos y canciones que no pueden caer en el olvido y que desde el Exilio creemos que es necesario reivindicar. Dos cabezas pensantes, parlantes y cantantes que llevan el peso de la banda: Scott McMicken y Toby Leaman. A modo de Lennon/McCartney han ido construyendo un sonido delicioso de esencia Beatle y poso «beach boy». Imprescindibles!
La banda la completan otros excelentes y talentosos músicos como Fran McElroy, Eric Slick, Zach Miller, Dimitri Manos, Andrew Jones, Ted Mark, Doug O’Donnell, Juston Stens…. algunos entrando/saliendo, algunos de manera esporádica y otros desde el principio. Dr DOG son una familia, son una parte indispensable de la música americana de este nuevo siglo y milenio que durante dos décadas y con casi una docena de excelentes LPs han sanado a muchos enfermos musiqueros como un servidor y, supongo, como muchos de los que visitáis este humilde Exilio.
McMicken y Leaman se conocen desde octavo curso, allí ya crearon una banda que por cierto nunca hizo versiones y siempre lo hizo con material propio. Ya en la universidad añadieron a O’Donnell y a Mark para auto-editar en 2001 «The Psichedellic Swamp» que, como muchos de vosotros ya sabréis, dándose un capricho, regrabaron y reeditaron en 2016. Su siguiente aventura conjunta fue «Tootbrush» del 2002 que supuso el final para Mark y O’Donnell, y la entrada de Juston. No consiguen un éxito descomunal pero ponen en alerta al personal. Se estaba cociendo algo grande y ese «algo» llegó en 2005.
«Easy Beat» del 2005 es el disco. Es esa colección de canciones que marca la diferencia y que ponen el foco en unos músicos que bebiendo de los Beatles (mucho de Harrison), de The Band y The Beach Boys, y jugando con las voces y las armonías acaban por enamorarnos y llevarnos al huerto. Temas como «The Pretender», «Today», Fools life», «The world may never know» y «Say something» hacían de este disco un indispensable de su añada, y junto a McMicken y Leaman una banda ya más consolidada con Miller, Manos y Jones y el violín de Monnqhan.
La continuación lógica y esperada llegó con «We all belong» en 2007, donde afianzaban el sonido, maduraban el estilo y seguían bebiendo sin complejos de sus influencias. También repartiendo, como por otro lado harán siempre, el liderazgo vocal y compositivo. Grabaron mejor en estudio aunque si ideología es que la imperfección es belleza y ahí nos ganan. Es un poquito inferior a «Easy beat» pero con canciones como «Old new», «Alaska», «The Girl», «Ain’t it strange»…. sobran las palabras.
Siendo «Easy Beat» un cañonazo, que lo es sin discusión alguna. El disco de trempera y dolor escrotal es sin duda «FATE» del 2008. Abre un repoker de discos todos de sobresaliente. Consiguen una colección de canciones que siguen la senda marcada en su anterior disco. Sí, McCartney está presente, la batería de Ringo tipo Abbey también, las empastaciones vocales a lo Beach Boys nos derriten.. Obvio. Pero los temas son excelentes, supremos, mágicos y todo con un sonido y una atmósfera seductora y particular. Discarral imprescindible en cualquier colección, para amar y darse placer con «Hang On», The Ark», «The Breeze», «The Old days» como banda sonora … Bueno, con todo el disco, es una joya.
En 2010 comienza la trilogía mágica firmando con «ANTI». La forman «Shame Shame» (10), «Be the Void» (12) y «B-Room» (13). Tres discos como tres soles de una banda en estado de gracia. «Shame Shame» suena a hijo bastardo de The Band y Beach Boys. Es decir, suena cojonudo. En términos generales, y echando la vista atrás, puede que sea su mejor disco. «Stranger» abre la caja de las delicias y todo fluye en modo beatlesque… pero con un puntito de indie moderno propio ya consolidado, con personalidad y clase. Allí están «Shadow people», «Undearable why», «Where’d all the time go», «Someday», «Mirror Mirror»… buuuf.. canelita.
«Be the Void» era continuista. No hay sorpresas en el sonido pero si una cierta maduración del mismo. hay canciones con más gancho pero creo que en general el conjunto no es tan redondo como en el anterior y el posterior. De todas maneras no defraudan, engatusan y enamoran por igual con golpes certeros como «Vampire», «Lonesome», «That old black hole», «These days»… y un largo etcétera.. puede que «Do the Thrick» no acabase de gustar a muchos pero yo la adoro… En cambio, todo en «B-Room» es de una tremendidad abrumadora.
Sí. «B-Room» es otro imprescindible de la banda. Remedios para el alma del Dr Dog ya desde su fantástica y ensoñadora «The Truth». Puro Philly Soul. Hay canciones tan tan tan buenas… Es un disco tan maravilloso…, pero tanto…. que solo por él bien vale ser fan de una banda… «Broken heart», «Distant light, «Phenomenon», «Cuckoo», «Rock&Roll» o «Nellie»… Y bueno…. después de estos años de genialidad se tomaron un descanso… con la reedición de «The Psichedellic Swamp» de por medio y la sorpresa que fue «Abandoned Mansion» de 2016….
«Abandoned Mansion» ya sonaba a despedida, además no salió en formato físico y eso duele mucho porque además de ser uno de sus mejores discos y lógicamente de su añada todo tiene un aroma tan a clásico, tan a puta obra maestra (POM) o mejor dicho, y como le gusta decir a mi colega Jorge.. tan disco menor de artista mayor…. Esa portada que ya emana magia y sonido oldie…. Joder! qué disco! qué maravilla!. Un disco para quedarse a vivir en él, que resume todo lo que son Dr Dog, para muestra un botón: «Casual fall», «Ladada», «Jim song»!!!!, «Survive»…. buuufff, «Peace of mind»… ya digo, otro discazo.
Síntomas de agotamiento. Proyectos en solitario. Rarezas. Directos. Y cuatro años de silencio. En 2018 llegaría, sin nosotros saberlo, el último disco de Dr Dog. «Critical Equation» es muy compacto, muy Dr Dog para lo bueno y lo malo. No baja del notable y a veces alcanza cotas sobresalientes, sobretodo en la parte media con la tripleta «Critical equation», «True love» y «Heart killer», o el sensacional inicio con «Listening in» y «Go out fighting» muy marca de la casa. Era su último disco y no lo sabíamos……
… Y en esas llegó la pandemia, nos encerramos, nos vacunamos, nos volvimos tontos y pusimos mascarillas a nuestras vidas. Dos años algo mierdosos que nos hacía pensar en que la banda retomaría la senda con un disco post-pandémico pero parece que la decisión ya está tomada. Hicieron unos conciertos de despedida que han enlatado en 4 discos LIVE , que se pueden adquirir individualmente o en cajita, y que pertenece a las 4 noches de despedida en San Francisco.
Dr DOG nos dejan. Nos abandonan y hacen el vacío en la habitación de la mansión con vistas al pantano psicodélico, y es un lástima, de verdad, pero el destino así lo quiere, y hemos llegado a una situación crítica de no retorno. Siempre perteneceremos al ritmo sencillo y puro del Dr Dog. Gracias chicos, estos años habéis sido sin duda la mejor medicina.
Nikochan.
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