Crónica del concierto que ofreció Gonzalo Fuster presentando una selección de su repertorio y las nuevas canciones de su último disco «Valentía, lealtad y dignidad».
…encontrarte con desconocidos que en unos minutos dejan de serlo, charlar cara a cara con el artista y amigo que admiras alrededor de una mesa compartiendo comida y bebida, y buena música sonando desde su tocadiscos […] Hay pocas experiencias musicales que puedan igualarse a la vivida en casa de Gonzalo Fuster…
Pocas veces en los últimos tiempos he sentido la emoción y los nervios a estos niveles en las horas previas a un concierto tal y como lo sentí en esta ocasión. Con una dirección apuntada por mensaje la consigna era clara, «Domingo a las 18h00 en la puerta de mi casa«.
Para quien no conozca estos conciertos privados, comentar que mientras la gran mayoría desearía llenar las salas donde actúa, Gonzalo Fuster, conforme con su estatus underground y si pretensión de que ello cambie, opta por el camino totalmente contrario. No es la primera vez que, con un aforo máximo de ocho personas elegidas por él mismo, organiza sus propios recitales en la intimidad de su hogar.
Encontrarte con desconocidos que en unos minutos dejan de serlo, charlar cara a cara con el artista y amigo que admiras alrededor de una mesa compartiendo comida y bebida, y buena música sonando desde su tocadiscos, en esta ocasión fue Tom Ze quien amenizó el previo al concierto y avivó la conversación, una joya. Hay pocas experiencias musicales que puedan igualarse a la vivida en casa de Gonzalo Fuster, quizás la anterior vez que le vi en directo en La Casa Cantonera.
Sin embargo, lo que puede parecer jugar en casa con ventaja, en verdad me resulta un acto de valentía que conlleva la dificultad añadida de unas canciones que de por si suponen una apertura emocional sin ambages, además de hacerlo de una manera tan directa y cercana pues no hay barreras entre público y artista, Gonzalo insiste que estamos en nuestra casa y que podemos hablar y comentar en cada momento.
Se generó un canal de comunicación limpio en el que la empatía surge instantánea entre todos los presentes y el acercamiento a nivel personal se consolida a través de la música, una experiencia de directo inmersiva que de la manera más sana se sitúa en el extremo opuesto de las interrelaciones de perfil en esta realidad aceptada y normalizada de las RRSS.
Gonzalo presentaba su último disco, primero firmado con su nombre, y aprovechó para recorrer su discografía con un repertorio centrado en los últimos años desde el Triple EP de 2018 y que se extendió por los títulos «Casa» (2019) y «Las 10 canciones de El Ser Humano publicadas en 2021«.
A voz y guitarra y sentado al piano, con un gran rango vocal que se mantuvo a un alto nivel durante toda la velada, nos contó el cómo y el porqué de cada tonada y de los discos que iban asomando en el recorrido, a modo de un Broadway de Springsteen pero sin fuegos artificiales, sin trampa ni cartón, de tú a tú.
Inauguraba la velada con su acústica entonando «No ha sido fácil» y con las tonadas «Etcétera» y «Denia» rompía el hielo definitivamente. La selección de canciones firmadas como El Ser Humano representaron a la perfección esta última etapa de madurez compositiva y de finura lírica, como «Animal» de su anterior disco en solitario que es favorita personal y además le define a la perfección.
Su último disco «Valentía, lealtad y dignidad» requería un capítulo especial, relato de momentos difíciles que abordó sentado al piano y que nos puso el corazón en un puño. «Yo no«, «Réquiem por el difunto equivocado«, «Me rompieron el corazón» (con un guiño emocionante a Vainica Doble), «Que valga la pena» y «nanai» fueron parte de la isla oscura que atravesó con suma sensibilidad. De vuelta con su acústica puso una guinda perfecta con las fabulosas canciones «Accidente» y «Amigos» de su EP1 de 2018, imprescindibles de su repertorio.
En el arte de hacer canciones hechas desde el yo más profundo siempre subyace la necesidad de expresar sentimientos y emociones que de otra manera serían difíciles de sacar, es algo que Gonzalo Fuster domina a la perfección además de escapar de las fórmulas melódicas más obvias. Pero si algo admiro incluso más allá de este hecho, es la humildad de su discurso, la visión tan humana y transparente de sus canciones, para mí un ideal de cómo transitar los momentos más oscuros, los recuerdos, la nostalgia, y por supuesto también la celebración de la alegría y la amistad.
Si alguna vez puedes ver a Gonzalo Fuster en directo te lo recomiendo, y si además tienes la gran suerte de poder asistir a algunos de sus conciertos privados considérate afortunado, es una experiencia impagable y única, una rara avis en el ecosistema artístico valenciano.
*Por cierto, me comentaba Gonzalo después del concierto que hay una próxima fecha el Domingo 17 a las 18h. Pero esta vez no será él quien invite personalmente a su público entre sus contactos, en esta ocasión los primeros 8 que le escriban por privado tendrán plaza. Será en Russafa (Valencia). Si te gustan sus canciones y quieres disfrutar de una velada para el recuerdo no lo dudes (<link> al perfil de Gonzalo).
Bandcamp de El Ser Humano (Gonzalo Fuster): <enlace>
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