Jesse Welles sorprende con un fabuloso disco repleto de guiños, homenajes e influencias. Un disco portentoso. Una joya.
Que levante la mano quién conociese a este cantautor treintañero nacido en Arkansas. Alguien? Nadie? La verdad es que yo no tenía ni idea de quién era este zagal pero ya os digo, os confirmo, que a partir de ahora voy a seguirle la pista, voy a hacerle un férreo marcaje hombre a hombre porque lo que acaba de entregar en forma de disco es un auténtico gozo, una sorpresa descomunal que en una docena de canciones, y sin inventar la pólvora, nos deja ojipláticos y hay que pellizcarse para estar seguro que es real. De donde habrá salido el muchacho?
Jesse Welles o simplemente Welles, como al parecer se le conoce en el mundillo musical, lleva años en bandcamp con sus discos caseros, y formando y dando carpetazo a bandas, hasta decidir ir por libre y colgarse la etiqueta de cantautor que bebe sin disimulo de la herencia de Dylan y Petty, y se acerca a grandes de hoy como Ryan Adams, Elliott Smith o Josh Ritter por citar a tres monstruos a los que en algún que otro momento suena Welles durante este «Middle», su noveno o décimo disco, aunque este sería el primero realmente serio a pesar de investigando encontrar ese «Patchwork» del 2024 que tampoco suena nada mal y que sin duda escucharemos con más atención.
La dylanesque se aprecia a cada nota, a cada inflexión vocal, en cada una de las canciones pero especialmente presente en la inical «Horses» donde sin disimulo alguno se escuchan ecos al «Hurricane» dylaniano, así como en la canción final, «Middle», y que da nombre al disco donde la armónica de BOB aparece y desaparece como un fantasma. En el segundo corte, «Certain», sigue en modo «dylan» pero se abre al modo «Petty» sin remordimientos ni vergüenza, se muestra más accesible y radiofónico, se gusta y nos gusta, aunque también toma prestada la fórmula del éxito de Ryan Adams, esa que le llevó al éxito rotundo congratulando a crítica y público.
«I’m Sorry» es tremebunda. Una canción de esas que engancha y dota de personalidad un disco. Tema especial, de esos de pelos de punta, pero si no tenemos suficiente llega otra canción de rompe y rasga. «Fear is the Mind killer» juega en la liga de Elliott Smith mirando de soslayo al bueno de Lennon. Sin duda una de mis favoritas del lote. «Wheel» nos arranca una sonrisa, tontuna, simpática y carismática muy en la línea de Jack Johnson o al Drew Holcomb disfrazado de plátano. Para cuando llega la calidez de «Anything but me» ya nos tienen en el bolsillo con ese silbidito tan lennoniano. Bonica del to.
El puro country llega con «Every Grain of Sand» donde vence y convence, se coloca el disfraz de Josh Ritter en «Simple Gifts» que le sienta de fábula y el de Ryan Adams en la estupenda y pegadiza «Why don’t you love me», otro de los hits del disco. Antes de finalizar con la ya comentada «Middle», nos ofrece otras dos joyas como «Rocket Man» y «War is God», ambas brutales y sorprendentes como un disco, «Middle» que es sensacional y seguro uno de los mejores en su estilo en este 2025.
01.- Horses/ 02.- Certain/ 03.- I’m Sorry/ 04.- Fear is the Mind Killer/ 05.- Wheel/ 06.- Anything But Me/ 07.- Every Grain of Sand/ 08.- Simple Gifts/ 09.- Why Don’t You Love Me/ 10.- Rocket Man/ 11.- War is a God/ 12.- Middle
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