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Discos Críticas

Reseña y crítica sobre Margo Price y el álbum ‘Hard Headed Woman’, publicado en 2025.

… todo, absolutamente todo, encaja a las mil maravillas, tanto que difícilmente podemos localizar un álbum de country-rock puro más perfecto en los últimos años, donde no faltan matices de honky tonk o de blues, y donde no se aparta de su entusiasmo apasionado, de su muy particular idiosincrasia o de su honda y aguda sinceridad…

Con 42 añitos y un encanto natural que sigue fascinando a los suficientes, la cantautora de Illinois ha dado un giro musical que puede sorprender respecto a sus más inmediatas publicaciones discográficas anteriores. O quizás no haya tanto viraje, ni sea tanta sorpresa si profundizamos en su trayectoria desde Buffalo Clover a su debut en solitario, hace ahora nueve años.

Media vida residiendo en Nashville y una clara vocación country, aunque haya sido revestida en muchas ocasiones de otros géneros y subgéneros que le daban un aire más, digamos, outlaw y alternativo, han derivado en un retorno de Margo Price a las raíces más puras, una especie de agasajo a la capital del estado de Tennessee y al influjo de cimientos musicales por autóctonas como Loretta Lynn o Dolly Parton.

Margo Price - Hard Headed Woman

En “Hard Headed Woman” todo, absolutamente todo, está llevado a su terreno. Y todo, absolutamente todo, encaja a las mil maravillas, tanto que difícilmente podemos localizar un álbum de country-rock puro más perfecto en los últimos años, donde no faltan matices de honky tonk o de blues, y donde no se aparta de su entusiasmo apasionado, de su muy particular idiosincrasia o de su honda y aguda sinceridad. Es tan impecable el resultado que podría llegar a entender a aquellas o aquellos que no les acabe y que congenien más con su «otro» pasado.

Los tres adelantos ya hacían presagiar que se avecinaba un disco importante de esta añada, aunque nunca te esperas algo tan compacto y redondo. Tras el breve y bucólico “Prelude” sobre una mujer testaruda, que no se avergüenza, «Don’t Let The Bastards Get You Down» es adictiva, una formidable declaración de intenciones compuesta con su marido Jeremy Ivey y con Rodney Crowell, e inspirada en el aliento y apoyo de Kris Kristofferson a Sinéad O’Connor tras el abucheo que sufrió en el 30 aniversario de Bob Dylan.

De hecho, la citada canción parece un himno de resistencia frente a los que nos hacen caer en el desánimo, los haters de turno, los puristas más talibanes del country, incluso una llamada a plantarle cara a empresarios explotadores o a las políticas de Trump dentro de una especie de homenaje al tejano compositor de “Me and Bobby McGee”, aunque, todo sea dicho, no llegue a la enorme crudeza del tema en el álbum “Third World Warrior” de 1990, tan vigente en la actualidad por las mentiras, los sueños perdidos y los niños asesinados en nombre de la libertad.

Al hilo de la crudeza más extremadamente realista, y en una línea más autobiográfica sobre el colapso mental y cómo salir de una mala racha, es eclipsante “Losing Streak”, evocando algo el country-rock de los Stones en “Let it Bleed” o “Sticky Fingers”. La otra avanzadilla “Don’t Wake Up” también es una muestra de talento, con ese vídeo inspirado en el “Subterranean Homesick Blues” de Dylan y, junto al geniecillo cantautor de moda Jesse Welles, reflexionando sobre soñar en cualquier idioma para alejarse del complejo camino que está tomando el mundo. En la línea de duetos al estilo Graham Parsons y Emmylou Harris también brilla con Tyler Childers en la melancólica “Love Me Like You Used To Do”.

Después están las baladas, de ensueño, sobresalientes sin excepción, perfectamente ubicadas en el disco. Si la conmovedora “Close To You” es atracción, deseo y necesidad, “Nowhere Is Where” es una canción de carretera, de escapar a otro lugar, mientras que “Keep a Picture” se postula como pura nostalgia con ese violín acompañante.

Margo Price - Hard Headed Woman

No desentonan las más rítmicas, con la compañía clásica del pedal steel, como en la crepuscular canción de despedida de una relación tóxica que es “Red Eye Flight”, en los aires más fronterizos de “Wild At Heart” y los recuerdos del amor más salvaje y liberado, y en las dos maravillas de versiones como son “I Just Don’t Give a Damn” de George Jones, en una línea más funky con esos saxos acompañantes, o el cierre de “Kissing You Goodbye”, acertada revisión del clásico de Waylon Jennings.

Margo Price - Hard Headed Woman

Sí, Margo Price no inventa nada porque nada hay que inventar, arriesga menos, respira excesiva pureza y fidelidad hacia las raíces, pero a mí me parece claramente el mejor disco y el más valiente que ha grabado hasta la fecha. A buen seguro que le gustaría a Johnny Cash, Kris Kristoferson o Loretta Lynn.


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