Desde las American Recordings de Johnny Cash, todos los años tienen y tendrán su disco con la etiqueta : «La arruga es bella» y hasta el momento en que este álbum salió , en ese confuso año pasado, llevaba todos los boletos para hacerse con la pegatina el bueno de Guy Clark con su entrañable trabajo tras la muerte de su esposa.
Sin embargo, un grande entre los grandes el señor Roy Harper, si ese mismo, uno de los cuatro apóstoles de folk-rock inglés junto a Richard Thompson, John Martyn y Nick Drake, nos ha dejado sin respiración con Man & Myth en el que , aparte de fichar por un sello que le pega un montón , Bella Union, donde están todos sus «hijos musicales», se ha dejado producir y teñir las canas por gente como ese americano que trae el sonido del Laurel Canyon al presente , llamado Jonathan Wilson y que nos ha obsequiado con su espectacular Fanfare.
|
«Nuestro año Jonathan ha sido el confuso 2013» |
Bien sabe Dios que Roy ha dado pocos gatillazos en su carrera y en su vida, recordemos su cover a plena gayola en su mítico live, además de generar mucha provocación dentro de la escena. Sus discos todos son aprovechables como el cerdo y de notable a matricula de honor pero creo que desde HQ no firmaba una cosa tan obramaéstrica como ésta, más teniendo en cuenta que nació en el mágico año de 1941, vamos que es mayor y podría estar jubilado. Su hazaña, publicando unos de los discos más profundos, reflexivos y artísticos de 2013 es , por tanto, de Guiness de los Records.
Sigue siendo él mismo y junto a Neil Young tiene el don de una voz por la que no pasa el tiempo, algo increíble: puedes cambiar las canciones y ponerlas en un disco de…1973, que te da lo mismo, no lo vas a notar. Su estilo, su verdad, su originalidad, su rebeldía, sus arpegios, sus ecos, todo está en este Man & Myth pero con un halo de madurez tan impresionante que recuerda al Feels like Home (Randy Newman), Tempest (Bob Dylan), Old Ideas ( Leonard Cohen) , Life is People (Bill Fay), de estos años pasados, trabajos que nos hicieron acuñar la frase de marras, esa del célebre modisto gallego, para describir el nuevo movimiento de los septuagenarios del rock. Auténticos sermones desde la montaña, desde lo más alto del paisaje humano, de una sabiduría insuperable y la puesta en práctica de la misma con una libertad absoluta que da envidia sana pese a que ninguno queremos que esa edad nos llegue pronto.
El caso es que uno ama a este hombre desde hace demasiado tiempo y de mis primeros 30 discos comprados con la paga semanal, antes de que que comenzará la década de los ochenta, es decir, siendo menor de edad, fue su recopilatotio «HARPER 1970-1975»
Y todo por entretenerme a hacer los «deberes» todas las tardes en una tienda pequeña de discos de Bilbao cuyo dueño «nos adoptó» musicalmente y tenía un gusto exquisito y de ahí , que se me atragantara un poco 2º y 3º de BUP porque yo quería estudiar en «Beethoven», que es como se llamaba la preciosa tiendita de la calle Manuel Allende y así fue y aquí estoy, con ese único conocimiento vivido hasta la extenuación, el único título para poner en un c.v., ese que se saca porque te da la gana, no por obligación.
José Ignacio , el dueño, me comentó sonriendo: «Te voy a poner una cosa y tú me dices quién canta» Era su «Don´t you grieve» y recuerdo que contesté que esa tenía que estar en The Freewheelin´ de mi ya amado Bob pero que en mi copia no aparecía.
Ahí, en este gracioso copycateo, homenaje descarado, comenzó mí primera clase de una asignatura troncal como es Roy Harper y el gusto por la englishness que luego rematarían los cuatro de Muswell Hill con el Misfits y de ahí para atrás.
También supe gracias a él y no al que me daba religión, que Judas Iscariotes los hay por todos los lados y más todavía en personajes de relevancia pública que están elegidos por refrendo popular, se supone, para buscar el bien común y a los que se les vota como a los del vídeo.
Aquel vinilo hermoso del subsello Harvest de Emi-Odeon lo conservo entre mis posesiones más preciadas, como aquel primer cuaderno Rubio donde tratabas de no torcerte con las ayuda de sus renglones para los textos o los cuadrados para los dibujos. Tiene para mi una fuerza tan grande ese recopilatorio que , a veces, lo saco de la balda sólo para mirar esa pose de Harper en un mirador ¿de Notting Hill, del campo? e imaginar su vida hippie y libre junto a los Floyd y los Zep que le veneraban porque sabían que era «su Dylan»
Hecha esta introducción sentimental necesaria, pasamos a ver de qué va este Man & Myth que directamente se pone en el grupo de mejores álbumes de 2013, sin ningún género de duda.
No hay novedad, ni estridencias sino una vuelta a su estilo más de ensoñación y orquestado si es que alguna vez lo ha dejado, ya sin su mítico David Bedford (R.I.P. 2011) pero con John Fitzgerald que para el caso pata ya que su participación resulta tan celestial aquí como la de David en sus obras clásicas.
Con Roy los arreglos de cuerda lo son TODO porque es tan talentoso que puede dejar a Antony Hegarthy en ridículo. Algo así como en USA Randy Newman con su Waronker, Neil con Nietzche o en su patria Nick Drake con Kirby.
El cielo existe y está exactamente en esas colaboraciones que se funden en algo que es un todo, mis máximos respetos (hats off) para todos esos genios en la sombra de genios, los arreglistas de orquesta.
CARA A
The Enemy
El medio tiempo perfecto para empezar, como lo es en Five Leaves Left , Time Has Told Me con ese toque costa oeste americana que le da la guitarra eléctrica de Jonathan Wilson. Soberbia , con un sonido vibrante que cuando se acaba te hace que quieras ponerla de nuevo.
Time is Temporary
Classic Harper, arpegios y arreglos en la bruma y verdades como puños. Y un banjo de Wilson impresionante, después esos arreglos de cuerda Streets of London in the night. Pero todo firmable por Gillian Welch o Tom Waits. En la tesitura del Dylan de la Arruga, las letras hablan de lo que realmente importa, sin importar modas ni tendencias.
Vemos en el tema la influencia tremenda en Radiohead, fans absolutos de Roy, Arpeggi del In Rainbows es descaradamente harperiana.
Lo dicho: sólo por escuchar el final sin música cuando dice Time is Temporary merece la pena comprar este disco, un segundo donde se produce la contradicción de congelarse el reloj siendo un tributo a la fidelidad con uno mismo y una forma de expresión. Grandioso Roy Harper.
January Man
Con esos acordes acústicos que sólo pertenecen a Roy, espaciosos, sugerentes, propios que invitan a una conversación con uno mismo y buscarse uno el sentido dentro de la madre naturaleza, estamos ante una de las cosas más emotivas, grandes y sublimes que he escuchado en años y que si bien es hija de sus obras maestras clásicas Another Day y When the Old Cricketer Leaves The Crease, les mira directamente a la cara.
I lost control of my emotions grita y los falsetes , el desmayo romántico, los violines y el sonido del otoño que por fin ha llegado, nos meten de nuevo en nuestras dudas existenciales.
Time fell away and by chance there I was back in the day.
January Man must do what he can , keeping the winter at bay, smoking the dream he still has of long summer days in the haze , lad and lass into the longer grass.
Esto es Shakespeare muchachos, tendremos que fumarnos el invierno y esperar a que la hierba crezca.
En serio, January Man es de una belleza que destroza.
Acaba así la cara A de la preciosérrima edición en vinilo y quedan dos caras más porque la cuarta , como en la Píldora de Neil Young y Crazy Horse , está de decoración.
CARA B
The Stranger
Cuando te vienen directos tus demonios interiores , te ves en el espejo y no te reconoces, te sientes un extraño porque aparece tu viejo fantasma, esa asquerosa nausea, está perfectamente descrita en una tonada de tono shea-shanty que , sinceramente, y perdonar pues ya se que queda muy cool meterse con esos pobres chicos, pero te hace gritar al viento: Mumford & Sons, dejad de subiros al taburete con el ukelele y vuestra ropa de pirata de marca de una puta vez.
Para marinero, de luces, de los de verdad, como su discípulo Mike Scott (otro que ama a Roy) , para bucanero creíble, vivo y coleando el señor Roy Harper y no esos niñatos de escaparate. Queremos sal gorda, no refinada.
El pastoreo tan de moda de un tiempo a esta parte y las barbas no tienen nada que hacer con the real deal.
Para barbas la de de Roy aunque sea ya blanca como la de Merlín pero sólo se puede dejar barba el que la pueda llevar con tanta dignidad.
¿Cuánto se ha devaluado la calidad artística a demandar por el aficionado? ¿Cómo hemos caído en la trampa de la burbuja del «tienen banjo, cantan gregoriano, están de puta madre»?
La canción neblinosa, misteriosa. medieval o ancestral del Man & Myth es ésta y representa todo aquello que pretende Bruce cuando quiere ser épico en sus últimos trabajos, sin conseguirlo.
A destacar la clarísima y equilibrada grabación: en esta canción hay unos golpes en la guitarra de vez en cuando y he pensado en serio que llamaban a la puerta de casa, así de real suena todo. Hermana gemela del Tin Angel del Tempest. Vamos de matricula de honor y quedan…
Cloud Cuckooland
Algo más roquerita pero sin pasarse e incluso con un saxo pero claro, algo era ello, es que por allí está Pete Townshend a las guitarras: acústica y eléctrica y sus power chords se notan, el abuelo Mod está perfecto porque él es otro grande y por lo tanto, otro que ama al bardo de Rusholme , Manchester UK y se deja los dedos en ello.
Me encanta esta canción, es briosa y el equivalente al cameo de Jeff Tweedy con Bill Fay en el último milagro de la otra leyenda inglesa. Se deja escuchar sin parar y en su crescendo, el líder de los Who se libera de vatios y sentimiento. Un contrapunto perfecto entre el tono acústico predominante que nos lleva hacia un final mucho más introspectivo y de auténticos fuegos artificiales que te dejan con la boca abierta.
Se acabó la cara y la aguja hace un precioso zi pu, zi pu, zi pu para que uno se levante y encare el Everest del Man & Myth, su…
CARA C
Heaven is Here
Especialista en temas de 15 minutos o más, Harper no podía evitar la tentación de volver a intentarlo (Me and My Woman es su Rendición de Breda)
Aunque parece una exageración de las mias, este viaje que propone la pieza es de no creer.
Aquí en Euskadi tuvimos nuestro Roy y se llamaba Mikel, Mikel Laboa y sabemos lo que es un Lekeitio, esas composiciones que el psiquiatra donostiarra bordaba y que te llevaban desde las entrañas del suelo que pisas y toda su cultura acumulada al propio entendimiento de la complejidad que albergamos dentro de cada uno.
Digamos que Heaven is Here es el nuevo lekeitio del genial inglés que entre bajos majestuosos ( del pelo de los de Jaco Pastorius en Hejira) falsetes del jardín del Eden, construye su propia Caledonia en este orgasmo de pieza libre que me pone la carne de gallina desde el principio hasta el final. Oír para creer.
Wasn´t me , wasn´t me…proclama para concluir eso de lo que no nos queremos dar cuenta pero el Cielo está Aquí y no en promesas ni recompensas por comportamientos sino entre arpegios aprendidos de Bert Jansch y tamizados desde el folclore; bajamos al infierno y subimos al cielo y en el camino encontramos la eternidad prometida. El ateísmo hecho religión.
Una letanía , un sueño, en definitiva una obra maestra como lo es el Juicio Final de Miguel Ángel de la capilla romana ya que tiene tantos pasajes, tantos rincones, tantas muñecas rusas dentro de otras que os dejo que vosotros descubráis las vuestras y con ellas vuestro propio cielo.Pero, por favor, no dejéis de visitar Heaven is Here porque es algo prodigioso. Que el Uncut le calificara de disco del mes y su director de disco del 2013 era justo y necesario y nuestro deber de salvación.
The Exile
Enlazada con la suite anterior para mantenernos en el limbo del placer sonoro de belleza infinita, The Exile se acaba transformando en algo más prog-rock, cándido y encantador.
Suenan los caracoleos ala Grateful Dead de las guitarras con efecto chorus de Jonathan Wilson al servicio del maestro de maestros, del iconoclasta renacentista por excelencia del movimiento folk-rockero y songwriter inglés, del artista que jamás ha vendido su alma a nadie, ni siquiera al diablo, just like Robert Wyatt, el quinto apóstol.
Os puedo asegurar que Roy conserva tersa el alma, la clase e incluso la barba en este Man & Myth , disco «La Arruga es Bella» 2013 y uno de los mejores de su carrera. Considero totalmente imprescindible hacerse con él y aunque no lo escuches, seguro que como hizo con Lifemask, Roy te lo dedica.
Aunque sea todo un honor y un acto de generosidad por su parte, no seas uno de ellos, por favor, que no te de pereza, ponte en situación y escucha Man & Myth.
* Esta entrada fue publicada en
rockandrodriland pero corregida y actualizada para el Exile.
Roy Harper – «Man & Myth» (2013)
9/10
01.- The Enemy/ 02.- Time is Temporary/ 03.- January Man/ 04.- The Stranger/ 05.- Cloud Cuckooland/ 06.- Heaven is Here/ 07.- The Exile.
No siendo exactamente mi estilo favorito musical, sería de necios no reconocer la calidad brutal de este trabajo y de este hombre. El disco de primeras no me engatusó, es cierto, pero pesado y cabezota que es uno le fue dando oportunidades hasta que se está convirtiendo en un buen compañero de este Enero…. La arruga es bella, sí, pero este disco es una joya, un sleeper que llaman algunos, a cada escucha le veo más y más cosas positivas. Gran reseña Joserra, como es habitual, lo suyo, su arruga, también es bella.
Esta es de esas entradas que fastidian un algo en el sentido de que te hacen sentirte muy ignorante por un lado pero que, desde luego, son también las que más se agradecen al resultar una lección quilatera a atesorar forever… En resumen, eso que has puesto en el video es una de las cosas más brutalmente bonitas que he escuchado en ya desde ni recuerdo… Me mola la de dios ese folk orgánico, de bosque, de antes del Mayflower y el country. Me han entrado unas ganas tremendas de escuchar a la String Band, puede que algo de Donovan también, pero desde luego la puerta aquí abierta por usted con este Mr. Harper se me antoja una aventura que no hay putos cuartos… En enorme deuda quedo con vos Master Joserra. Abrazo guzzero !
"Luché primero con el fuego; consumido
hacia dentro, en un hondo mundo interior;
un vacío inmenso, salvaje, tenebroso y profundo,
donde nada había salvo el vasto útero de la Naturaleza;
y extendido en equilibrio sobre el vacío, ¡sólo yo, siempre yo!"
William Blake (El Primer Libro de Urizen, Capítulo II)
Sólo se me ocurren estos versos del gran poeta romántico inglés para celebrar la hondura de un tema como "Heaven Is Here"
Saludos,
JdG