The Ribbons - Neurotransmission

Críticas Discos

The Ribbons publican «Neurotransmission» para seguir dando caña y disfrutando del rock.

The Ribbons insiste en sus neuras musicales y literarias, en base a un punk radiante, rock por momentos acerado y Powerpop melódico pero engrasado y musculado.

Una vez presentado oficialmente – en vivo y en directo el pasado sábado ante una parroquia injustamente reducida – junto a Pomeray y Exuvia, el nuevo disco de la banda bizkaitarra The Ribbons titulado «Neurotransmission», creo que ha llegado el momento oportuno para hablar un poco más en profundidad del mismo.

No soy amigo – y cada vez menos – de comparar los trabajos recién publicados con obras precedentes, que ya han tomado al tiempo y a ciertos momentos estáticos, sublimados en el recuerdo colectivo, como cómplices; pero sí diré – porque es obvio – que «Neurotransmission» continúa con la temática sónica, estilística y textual que habitualmente maneja el grupo y que alcanzó unas cotas ciertamente altas con el precedente episodio de 2021 titulado «Fast Forward».

Dicho esto, desde el primer pase, con plataforma streaming de por medio (hoy ya sonando el vinilo), la sensación ha sido de continuidad, más concretamente diré que de feliz continuidad. The Ribbons insiste en sus neuras musicales y literarias, en base a un punk radiante, rock por momentos acerado y Powerpop melódico pero engrasado y musculoso.

The Ribbons
The Ribbons

Los textos inciden en soflamas sociales con elementos cargados de ácida ironía, cargas de tono metafísico y una tórrida sensualidad, coordenadas que Beatriz sabe transmitir como pocas vocalistas por estos lares, tanto en interpretación vocal como subida al escenario donde manda con total autoridad, tronío y personalidad.

«Neurotransmissión» ofrece ocho cortes más una «Improvisation», Siete temas de construcción propia y en castellano que la nueva formación en la que, a Beatriz, Ramón (batería) e Iñigo Kani (guitarra) acompañan Zuri a las guitarras y M.J. al bajo, insufla fuerza, actitud High Energy y una (buena) suerte de brillo sónico. Completa el tracklist un incendiario cover del hit de Joan Jett «I Love Playin’ With Fire» que en mi sincera opinión no empalidece frente al original de la norteamericana.

Sin duda la labor de Martín Guevara (Capsula), nuevamente en la producción, tiene mucho ver en el excelso resultado final y en el considerable logro que es cuadrar un ramillete de canciones variado, con músculo, garra y violencia melódica, que como mínimo iguala anteriores gestas y que no tiene ni un solo instante de relleno.

Temas como la nerviosa «Hentai» (que abre el disco digan lo que digan las plataformas streaming); las transgresoras «Sal de mi vida» y el punk «No te dejes»; la muy sensual «Me Gusta»; el pegadizo estribillo de «No es mala idea» o la hierática y furiosa «Pesimista Disfrazado»; además del single que presenta el disco y que ya adelantamos en Exile (pinchar), la orgánica y atmosférica «Metaverso», dan patente de corso a un disco que se escucha del tirón y que ‘solo’ ofrece momentos de éxtasis bañado en rock, punk, powerpop e incluso glam-rock.

Mención aparte merece el diseño de la portada a cargo del artista pamplonica Fermín Urdanoz que la verdad es que mola mucho. Ahora toca disfrutarlo en vivo, les aseguro que si no conocen a la banda, seguir por ese camino es un error, la prueba propiciatoria la encontrarán en «Neurotransmission», el último disco hasta la fecha de las vizcaínas The Ribbons.


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Artículos que te pueden interesar