Críticas Discos Especiales

El mismo año que Paul Simon publicaba mi adorado «Graceland» del que buena cuenta hicimos en el Exilio hace unas semanas, otro de mis artistas favoritos lanzaba el que sería sin duda alguna su disco mejor aceptado, el que más vendió y aquel que, si no los tenía ya, le hicieron llenarse los bolsillos de oro. Eran otros tiempos, otra forma de vender la música y Peter Gabriel con «SO» encontró la manera de llegar al gran público sin perder una pizca de su estilo, de su personalidad. Recurrió a supersingles radiables, a los videoclips alucinantes que una y otra vez se dejaban ver en MTV que por aquella época resultaba ser una gran herramienta musical, hoy desgraciadamente no es más que un producto para descerebrados y de la música no hay pista alguna. Atrás dejaba Peter Gabriel una carrera que se movía más por la vía independiente, por la del culto al músico que por el éxito masivo. Gabriel siempre ha sido algo inclasificable. Algo raro. Un genio incomprendido. Allí estaba al frente de Genesis. Grupazo del copón bendito que ha pasado por diversas etapas y sobrevivido a la marcha de su cantante y compositor. Gabriel fue miembro fundador del grupo, su compositor principal y su cantante. Un showman que no dudaba en disfrazarse de murciélago o de lagarterana, raparse la cabeza o lo que hiciese falta para que su espectáculo fuese lo nunca visto. Y lo era, como lo demuestra el «Live» de 1973 que apareció después del magistral «Foxtrot». Luego llegaría lo que llegaría, el increíble «Selling England…» también del 73 y el adiós definitivo a la banda con la obra magna, doble y acojonante que supuso «The Lamb Lies Down On Broadway» (74) que sigue siendo uno de mis discos fetiche. Un alucine de doble álbum. Luego Phill Collins tomó las riendas del grupo y Genesis se convirtió en lo que se convirtió aunque no se me caen los anillos ni me da vergüenza alguna reconocer que aquellos primeros discos sin Gabriel me resultan entrañables, no exentos de calidad, luego puede que tiraran en exceso de hits comercialoides, no os diré que no, de esos que de tanto sonar en la radio se convierten quieras o no en parte de la banda sonora de tu vida.

Paralelamente al inesperado e increíble éxito de los Genesis sin Gabriel, éste comenzó una carrera en solitario interesantísima pero aunque la calidad no se le discute nunca, no recibe todo el apoyo del público que le gustaría. Tres discos sin título en casi tres años 1977, 1978, 1980 que respondían a tres nombres según la portada de cada uno de ellos: Car, Scratch y Melt respectivamente. El debut, por así decirlo, con «Car» fue la leche, allí estaba «Solsbury Hill» y «Here comes the flood». El segundo, mi favorito, aunque según todo el mundo es el peor, «Scratch», es una pasada si se escucha del tirón pues a penas contiene singles conocidos claro que hay que darle cancha porque no entra de primeras. Y finaliza con el bombazo que supuso «Melt», aquí si hay telita de la buena, de la que da trempera por ejemplo tenemos «Biko», «Games without frontiers», «I don’t remember», «Family Snapshop»…. Bufff. Es un discazo pero claro, Gabriel como os dije no es un tipo fácil, no es un tipo que entre de primeras y a veces ni de segundas. Hay que tomárselo con calma y no excederse pues a los no iniciados puede llegarles a indigestar. Antes de la gran obra que es «SO», Gabriel lanzó «Security» (82) con aquella tremebunda «Shock the monkey» y la deliciosa y atmosférica «San Jacinto» que cada vez que la escucho me pone los pelos de punta, también editó un concierto y realizó la banda sonora del film «Birdy» (1985). En realidad, desde la salida de «Security» Gabriel prácticamente desaparece de la escena musical y es en 1986 cuando decide dar un puñetazo sobre la mesa para demostrar quién era él y como se las gastaba o como dicen algunos porque estaba casi en la ruina, y  así regalarnos ese grandioso disco que es «SO». Ahora vamos con él, dejo de andarme por las ramas que luego mi archienemigo y compañero en el Exilio, Guzz, me crítica entre líneas y de soslayo por enrollarme como una mala enciclopedia pero es que no puedo dejar de nombrar esos discos que tanto me han acompañado durante mi vida, durante mi formación personal, escuchen a todo volumen el tema 5 de «The lamb lies…», aquella bendita locura llamada «In the Cage» y se harán una idea de como está mi cerebro. En mi época universitaria, durante la temporada de exámenes solía escuchar ese disco, y esa canción podía llegar a sonar más de una docena de veces en un día fue cuando mis padres se plantearon que volara del nido…. «Rockface moves to press my skin. White liquid turn sour within. Turn fast – turn sour. Turn sweat – turn sour!!!»….

El disco abre con un sonido ochentero total, abierto a lo étnico, con su electrónica y toda su mandanga. Sorprende la voz rugosa de Gabriel en el tema inicial. «Red Rain» es un temazo absoluto, largo y poco habitual para abrir un disco, pero así es Gabriel. La melodía se va abriendo paso dejando atrás la percusión enlatada, el sublime bajo y el entramado de teclados. El estribillo es de traca y al final de la canción todo coge un impulso épico de dimensiones siderales: «Red rain coming down. Red rain coming down. Over me in the red red sea. Over me. Over me. Reeeeeeeeeed rain». Después de este inicio para abrir boca llega uno de los temazos del disco y de la década de los ochenta, un despiporre musical, una bendita locura, un tema de esos «río», con trompetas, estribillo de lujo, final gospeliano, videoclip mítico, inolvidable, entrañable…. «Sledgehammer» es una tremendidad absoluta. El inicio siempre me saca una sonrisilla y es imposible no caer rendido ante su melodía: «You could have a steam train. If you’d just lay down your tracks….», demasié pal cuerpo. Cuando en la parte final comienza la locura gospeliana con su pregunta-respuesta me deja totalmente K.O: «I kicked the habit (I kicked the habit). Shed my skin (Shed my skin). This is the new stuff (This is the new stuff)…». Gabriel decide tirar del freno de mano, prefiere algo más sosegado, algo más bonico del to, y nos lo da junto a Kate Bush en la preciosa «Don’t give up», canción de esas que te ponen los pelos de punta. Poco que decir que no se sepa, al parecer la grabación fue de esas de traca por el perfeccionismo de Gabriel que hizo repetir a Bush tropecientas veces sus tomas hasta conseguir lo que él quería, luego está el emotivo videoclip y ese estribillo «Don’t give up. You still have us. Don’t give up. We don’t need much of anything. Don’t give up. ‘Cause somewhere there’s a place. Where we belong…», además siempre me impresionó como Gabriel entraba con aquello de «Got to walk out of here. I can’t take anymore…», como canta el cabronazo!!! «That voice again» es la más floja de la cara A, con reminiscencias africanas y otra vez ese sonido ochentero que marcó estilo, digo la más floja de esa cara pero coño, es que es notabilísima.

En la edición de vinilo «That voice again» cerraba la cara A y la B la iniciaba «In your eyes» que curiosamente es la que cierra el disco en todas las ediciones posteriores, la de CD y hasta en la edición de 25º aniversario. Curioso, pero acertado porque «In your eyes» es un espléndido punto final y «Mercy Street» un inicio demoledor y bonico del to. Seguramente «Mercy Street» es una de mis canciones preferidas de Gabriel. Es perfecta de principio a fin. Es magistral. Es una obra maestra. La misteriosa melodía envuelve perfectamente la voz de Gabriel que suena mejor que nunca. Grandísima canción a la que sigue la locura de «Big Time». Demoledora. Un «hit». Un tremendo éxito en el que creo que participó Stewart Copeland. Un clásico instantáneo: «Big time big time. My car is getting bigger. Big time. My house is getting bigger. Big time. My eyes are getting bigger. Big time!». Después de este subidón Gabriel entrega dos temas donde destaca la instrumentación, como en la experimental «We do what we’re told» y en «This is picture» donde tenemos que destacar la participación de Laurie Anderson. Un tema raro, raro que acaba grabándose en tu cerebelo a menos que no lo escuches más de dos veces. Estos dos temas son los que para muchos no estamos ante una grandísima e imprescindible POM, puede que esos muchos lleven razón pues para mí también suponen esos dos temas un poquito de bajón. Y llega el final con «In your eyes». Un fantástico final con un temazo de esos que te dejan con una sonrisilla para todo el día. Aquí interviene Youssou N’Dour y le da ese tono de africanismo que se puso de moda ese final de década de los ochenta.

Particularmente creo que «SO» no es el mejor disco de Gabriel pero sí es su obra más conocida, tal vez la más accesible y la que tuvo más éxito, tanto de ventas como mediático. Gabriel confecciona un ramillete de canciones de las que la gran mayoría son hits definitivos, algunos de ellos se han grabado en nuestros cerebelos como indispensables de los ochenta y de nuestras vidas.

Peter Gabriel – «SO» (1986)
9,4/10
01.- Red Rain/ 02.- Sledgehammer/ 03.- Don’t Give Up/ 04.- That Voice Again/ 05.- Mercy Street/ 06.- Big Time/ 07.- We Do What We’re Told (Milgram’s 37)/ 08.- This Is the Picture (Excellent Birds)/ 09.- In Your Eyes


8 comentarios

  1. Ojo por alusiones que yo no te critico nunca por "rollero"… Por infinidad de otras cosas desde luego, pero no por eso.. Coñas y recoñas al margen siempre me pareció algo hinchado este disco a pesar de alguna maravilla intocable como don't give up y, claro, in your eyes… Yo soy del Car, claramente (aunque mi canción suya es -y será always- family snapshot del 3rd)… y qué buenos los genesis del nursery a lamb como tan bien reseñas, básicos para mi en verdad.

    1. Lo tuyo con "snapshop" ya lo sabía, y lo de "Car" pues también. Como digo no creo que sea su mejor disco, sin ir muy lejos todos los de la tripleta inicial lo superan aunque no tengan tantos "hits pelotazos".Qué grande es usted Don Guzz, como archienemigo más…. don't give up, please, don't give up!

  2. Si, el Peter Gabriel pre-So era algo diferente y mas autentico, pero So es un album que tiene himnos por doquier. Red Rain es un comienzo increible. In Your Eyes es una de mis debilidades. Don´t Give Up una de las grandes baladas de su tiempo. Tambien siempre tuve fascinación por el Gabriel mas imprevisible de We Do What We're Told (Milgram's 37).

    Coincido tambien en Mercy Street. Tambien es de mis favoritas.

    En fin, que un señor disco.

    Eso si, solo me sobra Big Time que parece algo forzada.

  3. Uno de mis discos favoritos de Rock. Hay quien sostiene que Peter Gabriel después de Genesis sólo hizo Pop. ¿Perdón? ¿Alguien ha escuchado el Peter Gabriel III o el I? Este SO me encanta, suena comercial, sí; pero es que hay canciones como Sledgehammer (el mejor vídeo de los ochenta) que en directo eran una maravilla, y la magia de la interpretación con Kate Bush es incomensurable, como también la bronca que le cayó al bueno de Peter por culpa de Kate y la actitud tan cariñosa en el vídeo. Un abrazo, Niko. Estás on fire ^^

  4. Para mi su mejor disco, si, el más aceptado por el público, pero es que escuchas ahora Sledgehammer y dices joder… ¿porqué cojones nadie hace nada tan bueno en esa onda ya? Está claro, marcó una época y ese vídeo es mítico. Luego fue casarse con la Sydney O'Connor y se apagó la inspiración.
    Una vez andaba yo con una novia mía por Lisboa (historias del abuelo cebolleta) y asistimos alucinados a un desfile de moda (ya sabéis como le gustan esas cosas a las titis, aunque no superian de que diseñador se trataba y tal…) y sonó un disco entero de PETER GABRIEL, por desgracia no era este.

    Abrazos truferos.

  5. La verdad es que no sé por qué, pero nunca le he pillado el punto al señor Gabriel. Me han gustado algunos temas suyos, pero nunca ha llegado a "atraparme" y eso para mi (y supongo que para todos), es esencial a la hora de valorar, profundizar y prestarle mas atención a un artista u a otro. Que nadie piense que le hago de menos, simplemente digo que me ha faltado ese "plus" para rendirle la admiración que seguramente se merezca.

    Saludos

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