El «How does it feel? !!» que nos pide ponernos en la piel de una mujer sin lugar a donde ir, castigada por la vida y sin rumbo, y que realmente somos nosotros, versos que caen con todo el peso contra la soberbia de la humanidad, concentrada ésta en una canción, intensos, un punto fijo en el universo que señala hacia todas direcciones, hacia el pasado y hacia el futuro, sin dirección concreta, nunca pasa de moda el puto Like A Rolling Stone. Amo esta canción.
Por Chals Roig
Este tema de 1965 y que empezaba el mítico Highway 61 Revisited lo tiene todo, una letra espléndida que habla de una persona que ha pasado de vivir bien y ser una niña mimada y con dinero a vagar por las calles sin un duro y rodar como un canto rodado, un teclado maravilloso de Al Kooper que acompaña de lujo a la melodía, la harmónica y curiosamente de las que mejor le sienta a la voz carrasposa del de Duluth.
Entiendo que es el mejor tema que puedes cantar, o por lo menos sentirte identificado cuando estás desarraigado, fuera de casa, olvidado, o estás por una carretera sin saber a donde ir, o te queda mucho camino, porque esa letra es muy definitoria.
Por Savoy Truffle
El nacimiento de “Like a Rolling Stone” cuentan que no fue nada fácil. Canción alumbrada a partir de un poema escrito bajo el cansancio de una eterna y agotadora gira. Canción larga, de ritmo plomizo y eléctrico con un parafraseado no escuchado con anterioridad. Canción descartada de entrada pero aceptada después con nuevos arreglos y el órgano demoledor, mítico y celestial de un jovencísimo Al Kooper.
Mi primer acercamiento a Dylan fue con esta canción, tal vez por eso signifique tanto para mí. En aquellos días de mi juventud me parecía algo sensacional y único, me pareció que sonaba moderno y que no había envejecido nada mal. Supongo que en 1965 la gente se quedó con los ojos como platos y el culo prieto. Ese “How does it feel?”…como lo canta, el poso que tiene… esos primeros segundos de órgano, ese órgano que es más rock que el propio rock pero que en su interior contiene puro gospel. Esa sensacional letra, esa forma de recitarla, ese carisma innato del joven de 24 años Robert Zimmerman.
Alegóricamente siguiendo… Y es que decir que «eso» (esa manera de proceder) empieza con «esto» resulta caer un poco en la trampa de lo absolutista, si vale… Pero, de la misma forma, negar que tanto el empujón eléctrico a lo que más o menos reconocemos como folk (en su acepción popular sixtie) como la visita a la biblioteca -o cuanto menos al kiosko- del ente conocido como rocanrol a fin de ilustrarse un algo, y como nunca hasta entonces se había escuchado, están ahí, resulta un mucho pesaroso (el negarlo, digo)… No hay loas, parabienes o gratitudes suficientes. Sin más… Y sigue, vaya qué sí, sigue y seguirá rodando, porque por si todo ello (y tanto más) fuera poco jamás olvidemos…
Sintéticamente completando… Que está clarinete que más allá de dires, diretes e historietas a miles, estamos ante algo que, en síntesis, es una canción tan de puta madre que echarle la más mínima ponzoña encima es como negarle a jesusito trescientas que no tres veces… Lo fue y lo sigue siendo. Que el folklore y la adoración farandulera tiene su rollo pero sin contenido… Y es ahí, no nos perdamos en laberintos de biografías y textos auto y desautorizados a quintales, donde radica el triunfo final de «Like a rolling stone». Además que y por la parte que me tocas…
Personalmente acabando… Está el siempre recurrente hecho de que para muuuchos, entre los que claramente me cuento, esta canción tiene un innegociable plus de puro cariño al resultar (haber resultados a tantos) una de las puertas de entrada más claras e indiscutibles a las mejores y más añejas formas del arte al que pertenece y que, a su vez, sigue, tan ricamente, atrayendo generación tras generación de nueva savia a esa gran familia que se menciona en el primer párrafo… ¿50 qué dicen?… Esto no tiene edad, joder y tal cual. Aunque, claro, uno no sería uno si, y aún a pesar de todo lo vertido, no se despidiera…
Puñeteramente rematando (que no se pudo evitar ello, claro -tara de fábrica, se siente-)… Porque con todo, qué cosas, resulta que mi disco favorito de Dylan de ese año (o de cualquier otro) ya lo había sacado unos meses antes y con pieza bandera/maestra igualmente de la mano… Sí, escalofrío eterno y gratitud a juego con lo que hoy nos ocupa y se homenajea pero, aprovecho ahora que el mundo entero mira, aplaude y recuerda con nostalgia al inmortal «rodante canto», que -para muchos- de «señor tamborilero» solo hay -y habrá- uno y a todas las demás tracks (o poco menos) las encontré en la calle… ¿Dónde estuvo su cincuenta aniversario específico solo para ella, cabrones/as -y así en general al planeta-?. Dicho he… Bueno, casi: «Hey, Mr. Tambourine man play a song for me, I’m not sleepy and there is no place I’m going to», etc…
Por Guzz
Contigo la parte más inteligente del cerebro musicada salió a la luz desde ese primer segundo mejor grabado de toda la Historia que anunciaba un tsunami.
Pum, se abren las puertas de Jericó y llega un nuevo vitriolo cargado de amor, quedémonos suspendidos en esa décima de segundo.
Y luego ese reproche continuo de ese amigo mordaz que con su crítica te deja hecho polvo pero tú sabes que él lo hace porque te quiere.
Y esas notas del hammond B3 de un Al Cooper novato que escuecen mientras el piano tintineante de Paul Griffin lanza un soplido que alivia entre honky-tonk y de cámara.
Y la fuerza centripeta del Señor de la Pandereta (Bruce Langhorne) llevándolo todo al centro de la plena libertad que sugiere el eterno arpegio-riff de Mike Broonfield ( «Mike, por favor, no me toques como BB King porque se llame Like a Rolling Stone»)
Es en los tambores de Bobby Gregg, en ese golpe certero de caja inicial donde se inventa el mundo de nuevo.
El bajo majestuoso de Joe Macho Jr. palpita ardiente con una fuerza descomunal, generando la fuerza de la más amplia ola del mas inmenso océano.
Me vuelas la cabeza Señora Like a Rolling Stone porque suenas a disparo que despierta, que da vida, que resucita del letargo de las canciones cómodas, a que ya nada fue ni será lo mismo desde que te grabaron, en definitiva, a que te lo debemos casi todo.
En el compás de los mortales, el 4 x 4, el de la Bamba, el de Twist & Shout, clave de sol, del más generoso de los mayores a menores y tu sublime si menor como insistiendo en contar sin respirar porque todo lo tienes que vomitar.
Clinton Heylin lo contó muy bien: “La confluencia de palabras importantes, una melodía familiar de rock, su tenso ritmo lleno de odio, un milagro protagonizado (sin quererlo) por músicos maestros y el productor más hipster del planeta se fusionaron todos juntos y permanecieron unidos por seis sólidos minutos rompieron las reglas para siempre»
Yo añadaría y un timing vocal como el de la voz de dios.
Curioso observar tu desboque sublime en alguna de tus estrofas, que te hace real, eterna, mágica, incombustible, milagrosa.
No estás sin hogar, ni eres una completa desconocida, ni piensas en ti misma porque te has dejado de pertenecer, eres como una piedra rodante que se va haciendo cada vez más inmensa. Eres la mejor y lo sabes y nunca te toseran…
No hay plataformas en el mundo para compensar la altura de tus sólidos tacones cubanos.
Felicidades hermosa!
Por Joserra
Cuando mis “kompis-kamaradas exiliados” me dijeron que deberíamos rendir un oportuno homenaje al medio siglo del dylaniano “Like a rolling stone” me pareció una idea interesante puesto que si hay una canción que se merece esto y mucho más es la que nos ocupa. Además prefiero celebrar la efemérides de una canción, álbum u obra que el aniversario del artista en cuestión. Mola que las estrellas del rock cumplan años pero para solemnizar un acto como el cumpleaños me inclino a dejar de lado mitomanías y distinguir casi exclusivamente el de familiares o amigos.
El legado es el legado, y con Dylan hablamos de palabras mayores, ayer, hoy y mañana, porque “Like a rolling stone” es pasado, presente y futuro. Sí, si, porque le pese a quien le pese Bob Dylan está en casi todos los lados, levantas una piedra y zas, ahí puede estar Dylan, te giras y también, como cuando escuchas música de calidad a fulanito o a menganito. La intensa carga emocional de la melodía o el vistoso teclado de Al Kooper son algunas de las características que dotan a esta copla de atemporalidad y de eterna juventud. Sin duda la gran perla del “Highway 61 revisited”, un álbum tan fundamental como trascendental.
Por Juanjo Mestre
- El Dublín de Gandía en octubre. Conciertos - 3 de octubre de 2024
- ‘You Say You Don’t Mind It’ de los Fleshtones, segundo adelanto de próximo álbum - 2 de octubre de 2024
- ‘Queremos diversión’ de Generador, ya es oficial la nueva grabación de La Familia Horror - 30 de septiembre de 2024
Bob Dylan Chals Efemérides Especiales Guzz Joserra Rodrigo Juanjo Mestre Like a Rolling Stone Nikochan Savoy Truffle
Por su música inmaculada, por su letra siempre válida, por haber quitado el roll al rock and roll a pesar de su título, por las resonancias de éste y porque me acompaña desde los diecisiete años: la mejor canción de la historia.
Abrazos, ilustres exiliados.
Like a Rolling STone cumple 50, Paul McCartney 73 … las edades ya no son lo que eran sino lo que aparentan ser y estos, cancion y persona, estan frescos como una lechuga. Que cumplan muchos muchisimos mas …