…y con esa especie de injerto musical entre Velvet Underground, Joy División, Suicide, Bo Diddley, los Beach Boys y las Supremes o las Ronettes, dejaron perplejo y boquiabierto al viejo continente…
Existen álbumes que se pueden considerar obras maestras. Por otra parte la variabilidad de gustos desde lo excelente a lo horrible es ilimitada aunque, generalmente, al profundizar se reducen las distancias.
Una vez meditado lo dicho ampliamos el espectro a la hora de calificar un álbum musical y nos encontramos con aquellos que tienen una importancia histórica tremenda. Ahí podríamos ubicar «PSYCHOCANDY«, el debut de larga duración de THE JESUS & MARY CHAIN, a pesar de que quizás el tiempo le haya hecho perder algo de vigencia y modernidad.
Los Jesús & Mary Chain, con una estética similar a Ian McCulloch de los Echo & The Bunnymen, y con esa especie de injerto musical entre Velvet Underground, Joy División, Suicide, Bo Diddley, los Beach Boys y las Supremes o las Ronettes, dejaron perplejo y boquiabierto al viejo continente. De hecho sus conciertos de aquella primera época no superaban más de treinta minutos provocando histeria colectiva entre los privilegiados asistentes. Aquellas melodías tan angelicales unidas al ruido más primitivo derivarían en el llamado ‘noise pop’. La vertiente del pasteleo ochentero tocaba a su fin. Nunca Dios y Lucifer estuvieron tan unidos hasta el punto de que la influencia de “Psychocandy” actuaría de motor impulsor en la mayoría de sonidos alternativamente ruidosos de finales de los ochenta y de la ulterior decada de los noventa, desde los Pixies a los Radiohead entre muchos otros.
De esta obra de los hermanos Reid, apoyados al bajo por Douglas Hart y la batería de Bobby Gillespie (posteriormente líder indiscutible del grupo Primal Scream), se extraerían tres EP’s (“NEVER UNDERSTAND”, «YOU TRIP ME UP» y “JUST LIKE HONEY”). A ellos se sumaría en posteriores reediciones digitales la maravillosa “SOME CANDY TALKING”, perteneciente al EP de 1986. A destacar también las canciones inéditas de lo que se denomina como “b-sides” de los mencionados trabajos en formato reducido, algunas de las cuales se incluirían en el fenomenal recopilatorio de rarezas del 88 titulado “Barbed wire kisses”.
Mención expresa para dos delicias acústicas asombrosas tales como “CUT DEAD” o “SOWING SEEDS”. Y, a título personal, todavía recuerdo que el primer día que escuché “THE HARDEST WALK”, mi preferidísima, pensé haber descubierto la canción más perfecta que jamás podría escuchar. Después, alejado de mi habitual pasión inicial, siempre resultó un agradable paseo y un tremendo placer auditivo deambular desde el inicio percusivo casi idéntico a “La estatua del jardín botánico” de Radio Futura con “JUST LIKE HONEY” (por cierto, preciosa escena cuando suena en la recomendable película “Lost in translation”) hasta “IT’ SO HARD«, pasando por ese otro prodigio como es la fantástica “TASTE OF CINDY”.
* Texto: Johnny JJ
* Publicado originalmente en el siguiente enlace del ESPACIO WOODY/JAGGER.
The Jesus & Mary Chain – Psychocandy (1985)
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Ya te lo comenté en tu momento en tu espacio, pero, vamos, uno de los discos más bellos y coherentes de los ochenta. Esencial.
Un abrazo, Johnny.
De los ochenta y de la historia. Seguro que sí, Gonzalo, bien lo sabes. Otro abrazo, querido.
Rompo mi silencio para alabarte el gusto, este es el disco que más he oido de ellos sin dudas, además es que estoy en plena etapa ruidista, tú lo sabes Johnny, y si, puede que la sombra sea muy alargada y que algunas cosas actuales no lleguen a tener tantísima calidad, pero bueno, hay cosas no tan desdeñables. Nada más, para el final, la confesión, padre,,,,he pecado,,,estoy esperando que la fnac me consiga la box set con la 'casi' integral de ellos. Abrazos!
Rezaré veinte avemarías y me daré con el silicio como hacen los buenos ministros.
Ave María Purísima, pecador de la pradera, jejeje. Tu comentario hoy me congratula muchísimo, apreciado tocayo. Psychocandy no será el mejor ni mi disco preferido de los ochenta pero quizás sea el más importante y el más rompedor de una espectacular década. Hoy salen muchas cosas buenas, de calidad, con las que disfrutamos, pero nada comparable a aquellas joyas. Si hoy se publicara por primera vez un "Psychocandy", un "Darklands" o un "Automatic" algunos casi lloraríamos de la emoción. Gracias por comentar. Un gran abrazo