The Avett Brothers firman un delicioso y apasionado retorno. Cálido, gozoso y bonico del to
Un lustro llevaban los hermanos Avett sin juntarse para crear buenas y bonitas tonadas. Sí habían estado muy activos por separado pero nada de celebraciones familiares. Por ejemplo Scott colaboró en 2020 con su «otro hermano» Ifar Barzelay aka Clem Snide en el indispensable y maravilloso «Forever Just Beyond» (un imprescindible de aquella añada), mientras que Seth se regalaba en 2022 un placentero, bello, cálido y soberbio disco de versiones que respondía por «Sings Greg Brown» y que es altamente recomendable.
Venían de lo que venían. Se añoraba las virtudes y la magia de sus primeros discos incluido «The Carpenter» de 2012, en adelante bajan algo el nivel pero seguían sonando bonicos aunque «Closer than Together» del 2019 sonará a disco muy menor. No esperaba gran cosa de aquel disco pero sí consiguió despertar un nuevo interés por la banda que se vio refrendado con la llegada del EP «The Third Gleam» del 2020 y desde entonces…. Cinco años! Cinco! en barbecho, hasta la llegada este año (ya os adelanto) del espléndido disco bajo el nombre de la banda que parece un reset en toda regla.
Seth y Scott unen fuerzas y talento junto al ya habitual Rick Rubin a los mandos y es que la familia que canta unida permanece unida. Con una carrera más que notable, sí, vale, algún resbalón (pero pocos) y decenas de canciones memorables, los hermanos Avett poco tienen que demostrarnos, y nosotros, tampoco tenemos nada que pedirles, rogarles ni discutirles. Toca escuchar y disfrutar, y este nuevo disco homónimo es eso, muy disfrutable. La mayoría de canciones son cálidas y calmadas pero cuando aparecen ramalazos de energía lo agradecemos enormemente.
El disco comienza envuelto en paz y harmonía con «Never Apart» que con su intro vocal nos hace levitar y cuando entra realmente la canción, nos relamemos pues estamos ante boniquismo al cuadrado gracias a una melodía imbatible y a un banjo juguetón. El disco se mueve sobre esas premisas. Boniquismo y calidez aunque de vez en cuando jueguen a descolocarnos y es entonces cuando verdaderamente el disco sale vencedor, es en esas canciones, tres en concreto, cuando sacan el tarro de las esencias.
«Love of a girl» nos descoloca y nos enamora a la vez. Es una joya del disco y de los Avett de siempre, aunque nos descoloque un algo y sea impropia de quienes la firman. Un gozo. Las otras canciones «moviditas» son «Country Kid» con ese positivo country a lomos de violines y banjo, y como no, la espléndida country-rockera de «Orion’s Belt». Maravillas sonoras ambas que forman la tripleta de excepción del disco pues éste se mueve más en la paz, la reflexión y contemplación.
Del resto nada que objetar y alguna que subrayar. Por ejemplo esa obra magna que es «Cheap coffee» para paladares selectos, ese caramelito gozoso que es «Forever Now» o la románticona y muy setentera de «2020 regret». Es hora de cerrar, primero suena «Same broken stones» muy en la línea de la intro inicial y después funden a negro con el boniquismo de «We are loved», dejando un sabor de boca estupendo, unas ganas de volver a reproducir el disco, un disco que es un tesoro a poco que le demos una oportunidad.
The Avett Brothers – The Avett Brothers (2024)
01.- Never Apart (w/ Vocal Prelude)/ 02.- Love Of A Girl/ 03.- Cheap Coffee/ 04.- Forever Now/ 05.- Country Kid/ 06.- Orion’s Belt/ 07.- 2020 Regret/ 08.- Same Broken Bones/ 09.- We Are Loved
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